José Luis Maximiliano, portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Guadalajara, fue el autor de una moción que se aprobó en marzo con el respaldo de PP, en la que se abordaba la situación de la fábrica de caolín y sílice de Taracena, y se pedían correcciones. Con él habló GuadalajaraDiario. El portavoz de IU reclama al Ayuntamiento que “ya es hora de que se lo tome en serio” y que "no haga como que hace" para que al final sus iniciativas no tengan efectos prácticos.
Maximiliano también preferiría que la fábrica permaneciese en el pueblo, por el número de empleos que genera, pero no a costa de que no se cumple la legalidad en cuantro a emisiones a la atmósfera. Por ello reclama una investigación completa sobre posibles casos de silicosis y la adopción de las medidas correctoras necesarias.
-¿Cuál es su visión del problema?
-Vinieron unos vecinos de Taracena muy preocupados por el deterioro que está sufriendo el pueblo en el último año. Era una situación que estaba ahí soterrada, que nadie quería hablar de ello, por las consecuencias que podría tener sobre la actividad que allí se desarrolla. Es una planta que en los años noventa trataba unas 250.000 toneladas y que ahora llega a 500.000, con lo que son unas 1.500 toneladas diarias las que pasan por ahí. Por lo tanto, se ha duplicado en poco más de diez años la actividad y esto lleva a consecuencias que son graves en cuanto a emisiones de ruidos, suciedad y polvo, tanto en el pueblo como en la carretera. Todo esto está afectando gravemente al medio ambiente urbano.
A nosotros lo que más nos preocupa son los efectos que puede tener sobre la salud de la población y además tratándose de una actividad que es altamente contaminante de la atmósfera, según dice la normativa vigente, porque emite partículas pm10, que son partículas de 2,5 y hasta 10 micrometros de tamaño, y las pm2, que son de menos de 2 micrometros, las más pequeñas y peligrosas. Esto trae consecuencias como que los vecinos no pueden abrir las ventanas durante el verano, porque la casa se llena de polvo, y luego están los ruidos, y yo tengo informes de la Policía Local en donde se dice que hay 54 decibelios por la noche a 3,5 metros del perímetro de la planta. Se incumple por tanto la ordenanza de ruidos.
-¿Qué es lo que proponen?
-Nosotros somos conscientes de la importancia que tiene esa fábrica no solo para Taracena sino para Guadalajara, pero entendemos también que esa actividad se tiene que hacer cumpliendo todas las normativas en materia medioambiental y en cualquier caso por encima de todo está la salud de las personas de Taracena. Presentamos una moción en el mes de marzo, a instancias de vecinos de Taracena, en la que instamos a las administraciones públicas y al ayuntamiento para que se pusiesen en marcha todos los mecanismos necesarios para que se velara por la salud de los ciudadanos y que requiriera a la administración del Estado para que investigara sobre las consecuencias que podría tener sobre el tráfico en la Autovía. Hubo una contestación de la DGT diciendo que no había repercusión, pero nosotros sabemos que en determinados momentos, cuando el polvo ha sido bastante denso, se ha tenido que restringir el tráfico, así que sí hay repercusión.
A Fomento le pedimos qué efecto tenía sobre la señalización viaria y también porque sospechábamos que se estaban metiendo en terrenos públicos del ministerio de Fomento. Esta última cuestión no la hemos podido constatar con seguridad. También se están produciendo efectos sobre el alcantarillado. Reitero: no queremos que se cierre la planta, pero tiene que haber una actuación decidida de la administración para obligar a su empresa a tomar medidas paliativas que minimicen los efectos y en el hipotético caso de que esas medidas no consiguieran mantener las emisiones en los niveles que dice la Ley, pues si hay que trasladarla de sitio, habrá que hacerlo. Pero, en principio, nuestro interés ni creo que sea el de nadie es que se cierre una actividad económica.
-También los afectados hablan de posibles casos de silicosis.
- A nosotros también nos han llegado informaciones de vecinos de Taracena que hablan de que hay, ahora mismo, más de una decena de trabajadores que podrían tener silicosis, una enfermedad muy grave de la gente que trabaja en las minas. Y, claro, teniendo en cuenta que la actividad lleva en Taracena más de 40 años también están expuestos los vecinos. Es preocupante que haya tantos trabajadores en esta situación y además, tampoco sabemos qué repercusión ha tenido a lo largo de los años en los vecinos. En Taracena impera el silencio, porque no quieren ver comprometidos los puestos de trabajo que genera la empresa, pero la solución es que cumpla todas las medidas correctoras para que el polvo no se propague por el pueblo. Habrá que hacer los acopios de mineral y tierra en naves, poner filtros de aire correctores, evitar que el caolín se vaya a la red de alcantarillado. Esto lo tendrán que concretar los técnicos, pero ya es ahora de que el Ayuntamiento se lo tome en serio, porque parece que va haciendo cosas para que parezca que hacen algo, pero todo lo que hacen no tiene efectos prácticos. El Ayuntamiento se tiene que poner a la cabeza, de hecho la moción solo fue apoyada por el PP e IU, dicen que hay voluntad política, pero la moción se aprobó en marzo y no parece que se haya encarado el asunto.
Nos llegan también noticias de que el polvo está llegando hasta cerca de la Ronda Norte, ya en Guadalajara. Los efectos no serán tan fuertes ni constantes, pero habrá que abordarlo de forma inmediata, porque ante la salud de la gente no hay ninguna otra prioridad.
-Esta asociación de afectados hablan de casos de silicosis, pero la administración autonómica guarda silencio y no confirma nada.
-A mí, en concreto, me hablaron de 15 casos y que había personas que estaban trabajando en el laboratorio de Caobar. Supongo que habrá un comité de empresa en Caobar y ese comité tendrá que hacer las actuaciones pertinentes. Yo no creo que sea un rumor mal intencionado, pero la empresa lleva estas cosas con suma discreción para que no trascienda. Sería muy importante conocer exactamente lo que está pasando y los más interesados son en Caobar. Lo que hay que determinar es si todos los métodos de prevención contra la silicosis se están utilizando en Caobar. La empresa tiene que aclarar todo esto, y las administraciones competentes.