El líder nacional de Cs ha visitado Guadalajara en un acto de contacto con simpatizantes y militantes. Propone diversas medidas fiscales para retener a la población en el medio rural.
El bar "La Favorita" de Guadalajara capital se ha convertido hoy en el camarote de los hermanos Marx. A las 12.30 estaba anunciada la visita de Albert Rivera, líder nacional de Cs, que llegaba a la ciudad dentro de su programa "Vamos de cañas con Albert Rivera" y el acto de precampaña no ha podido ser más caótico.
La elección del bar, un espacio maravilloso para tomar cañas, no ha sido el más apropiado para el acto. Diez minutos antes de la hora prevista de llegada el local estaba ya lleno. A las 12.30 periodistas (muchos de ellos de Madrid) esperábamos pacientes la llegada de Rivera junto a numerosos políticos, cargos electos, simpatizantes, militantes y curiosos... La estampa, por poco habitual, llamaba la atención y muchos viandantes preguntaban "¿qué hay aquí hoy?". Pero la llegada de Albert Rivera se ha hecho esperar. Primero diez minutos de cortesía... después que si hay atasco en la A2... luego que si nunca antes de la una y cinco... Una larga espera que ha hecho que los curiosos se hayan ido dispersando y que desde Cs se hayan afanado en repartir más tiques de cañas o refrescos gratis para amenizar la espera.
Y por fin, a las 13.15 horas ha llegado el momento esperado. La llegada ha ido en consonancia con el resto del acto porque el líder de Cs, no sé si en un despite o en un acto premeditado, ha llegado en dirección prohibida por la calle Museo. El coche se ha dirigido hasta Dávalos y cinco minutos después, Rivera, ya andando, ha hecho su aparición por la plaza del Ayuntamiento.
A partir de ahí el caos ha sido aún mayor. Todos los periodistas intentando entrar en el estrecho bar para llegar a sus cámaras, militantes, los que estaban dentro contra la pared... y muchos comentarios de "¿A quien se le ha ocurrido elegir este sitio?"...
Una vez dentro, Rivera ha posado y saludado a los representantes de Cs en Guadalajara y junto a la candidata al congreso, María Ángeles Rosado, (que me dicen que ya no vive en Sayatón sino en Tarancón, donde está destinado su marido) ha posado para las cámaras.
Primero ha intervenido Rosado que ha recordado que tras el 10N volverán a poner en marcha las medidas para acabar con la España vaciada. También ha dado las gracias a Albert Rivera por contar con ella en esa aventura.
Las propestas de Rivera para el medio rural
Rivera, antes de las cañas, ha dado un pequeño mitin explicando sus propuestas para combatir la despoblación, propuestas entre las que hay ideas nuevas: eliminar por completo el impuesto de sucesiones, que los trabajadores que se queden en zonas despobladas tengan bonificada la cuota de la Seguridad Social en un 40%, bonificación del 60% en el impuesto de sociedades a las empresas que estén en zonas despobladas y que se bonifique también el IRPF. Caras amigas sonreían y asentían con la cabeza sus palabras.
Tras el mitín ha llegado el momento de las cañas, "cañas por España" ha asegurado Rivera, pero era imposible llegar a la barra. Ni siquiera llegar a la puerta. Conseguirlo ha sido una cuestión de codos y de determinación. Mejor la cerveza me la tomo en otro sitio, aunque sea sin Rivera.