Problemas en el saneamiento y la estructura obligan a gastar un millón de euros
Problemas estructurales han obligado al Estado a realizar obras de emergencia en la sede de la Subdelegación de Gobierno de Guadalajara. Un estudio, que se realizó recientemente ha mostrado que las tuberías de aguas sucias estaban rotas en algún punto lo que ha ido socavando la zona de alrededor, además se ha descubierto la existencia de una galería enterrada que discurre por debajo y que tiene riesgo de derrumbe y algunos problemas estructurales.
Ante esta situación “que supone un grave peligro para personas y bienes” según se señala en el informe correspondiente, se decidió no usar la planta sótano del edificio lo que supuso el traslado de las dependencias de información, registro y extranjería a la primera planta y la prohibición de usar los garajes del inmueble. Además se está preparando el traslado del archivo que se instalará, de momento, en el Parque Móvil de Guadalajara, junto al parque del Coquín.
Renovación del jardín
Además de mejorar el saneamiento y la estructura del edificio las obras llevarán aparejado un cambio del jardín. El movimiento de tierras que hay que hacer en el sótano pone en peligro la estabilidad de los grandes árboles que hay en el patio trasero por lo que serán talados. Hay que recordar que a principios de año un gran pino de este jardín cayó durante una tormenta lo que obligó a la intervención de los bomberos.
Un millón de gasto y seis meses de obra
Las obras costarán casi un millón de euros y serán realizadas por TRAGSA que tiene un plazo de seis meses para terminar los trabajos. Desde la Subdelegación confirman que el edificio no cerrará al público y seguirá funcionando con normalidad aunque todo el acceso se realizará únicamente por la entrada de Fernández Iparraguirre.