La virgen de la Antigua, bajo palio, a la izquierda del altar mayor que ocupa la virgen del Amparo./ Foto:GD.
Solo ha sucedido dos veces en la historia. Una vez fue hace 25 años cuando la virgen de la Antigua peregrinó en misión por las parroquias de Guadalajara. La otra sucedió este domingo en que la patrona de la ciudad fue acogida con devoción y gestos de cariño en la parroquia de San Ginés, el templo que coge en su altar mayor a la virgen del Amparo.
Las vírgenes de la Antigua y la del Amparo eran las imágenes con mayor devoción de la ciudad en el siglo XIX, cada una con santuario propio una al sur y otra al norte del casco urbano. Fue por entonces cuando se decidió nombrar oficialmente una patrona para Guadalajara y tras un enconado debate, el Cabildo de Curas se decidió por la de la Antigua. La pugna entre ambas devociones abrió unas heridas que solo el tiempo se ha encargado de cerrar. Por ello, no fue hasta hace 25 años cuando una de las misiones parroquiales de la Antigua se acercó hasta San Ginés. En otras anteriores, los miembros de la propia cofradía prefirieron evitar la visita para no generar tensiones.
Ya decimos, que todo esto fue hace mucho tiempo. En esta segunda visita de la Antigua a la iglesia de San Ginés el recibimiento de la parroquia no ha podido ser más cariñoso, y hay preparado un programa de cultos que se alargará durante toda la semana. El domingo, en una iglesia abarrotada se celebró una misa solemne y una ofrenda floral. Entre los oferentes, no debería pasar desapercibido que uno de ellos fue el actual presidente de la cofradía del Amparo, Javier Asensio.
