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Tarde histórica con todos los elementos presentes, excepto el toro y los tres diestros saliendo por la puerta grande
Toros de El Pilar (Encaste Domecq) y un sobrero (5º) de Luis Algarra (Domecq): Sospechosos de pitones, muy justos de fuerza y nobles. Invalido el quito, que fue devuelto. Sobrero de Algarra justo de presencia y fuerza pero de excelente calidad.
Jose María Manzanares: Pinchazo, dos casi medias, pinchazo y estocada (silencio); gran estocada (dos orejas). Andrés Roca Rey: Estocada caída (oreja con leve petición de la segunda); estocada caída (dos orejas con petición de rabo). Francisco de Manuel: Gran estocada (oreja con leve petición de la segunda); estocada caída (dos orejas con escasa petición).
Mala corrida de El Pilar pese al buen resultado artístico, con calidad pero sin fuerza. Destacar el sobrero de Algarra que se merece volver con una corrida entera pero bien presentada.
Primera de la Feria de La Antigua. Algo más de tres cuartos de entrada en tarde solada y de temperatura agradable hasta el quinto toro cuando se desencadenó una abundante tormenta. Francisco de Manuel se presentaba en la plaza. Los tres toreros salieron a hombros. El incidente desagradable de la tarde fue cuando dos activistas antitaurinos saltaron al ruedo protestando contra las corridas de toros. Más grave si cabe es el caso, dado que los dos son ya conocidos por las fuerzas de seguridad. Ante la falta de eficacia de la policía fueron los profesionales taurinos los que tuvieron que sacarles del ruedo.
La crónica.-Se hizo Roca Rey en la plaza y comenzaron unas gotas y según se fue calentando el torero fue arreciando la lluvia hasta que descargó una tromba de agua a la par que el torero iba subiendo los decibelios de su faena. Llovían mares en la plaza a la par que manaba raza de torero del ruedo. Faena a cara de perro con unos tendidos enloquecidos que no sabían si taparse del agua o corear los muletazos. Gritos de todo tipo a un torero enterrado en contratos y dinero que bajo la lluvia, dejo la raza del que nada tiene. Dos orejas de una plaza que pedía al torero hasta el rabo más fruto de la locura de lo vivió que de ortodoxia torera.
Salió a la plaza en quinto lugar, todavía con sol, un inválido de El Pilar, que fue devuelto antes del tercio de varas. Saltó una pintura de toro de Luis Algarra, justo de presencia pero con hechuras de embestir hasta marcha atrás. Buen toro de Algarra que, sin tener excesiva fuerza, fue un excelente colaborador para que Roca Rey hiciera lo más emocionante que se recuerda en Las Cruces en las últimas décadas.
En su primer toro estuvo muy bien, pese a que astado tuvo justeza de fuerzas pero el peruano aprovechó la embestidas del pitón derecho e incluso domó los arreones del pitón izquierdo. Apostó por el toro desde el principio a pies juntos hasta el final. La estoca caída emborronó las dos orejas pero paseó una.
Gran tarde de Manzanares
Manzanares merece otra crónica para contar cada lance que dio con la muleta planchada. Gran tarde de Jose María Manzanares que estuvo cumbre en su segundo con un trazo impecable de muletazo. Pases infinitos con la mano caída y desmallado, a la vez que componía la figura. Una técnica impecable para entender al toro y un trazo de muletazo casi perfecto, solo estropeado por las pocas condiciones del astado que le tocó en suerte.
Extraño caso el de Manzanares, en su primero, que tras pinchar varias veces en lo alto nunca se alivió y al final le metió la espada hasta la mano. Una pena que fue al quinto intento y todo se disipó. En su segundo se resarció y la espada entró a la primera, lo que la ayudó a cobrarse las dos orejas.
Francisco de Manuel no dudó en decir que la corrida tirara para adelante, aunque la plaza estaba impracticable por la lluvia en el sexto. Cambió los terrenos hacia donde se veía tierra y puso la plaza a su favor desde el principio, echándose de rodillas y convenciendo al peor toro de la tarde para que embistiera. Un público festivo y una espada efectista le dieron dos orejas, poco solicitadas. En su primero estuvo más ortodoxo y demostró que no se arruga ante las figuras, dejando bunas tandas con la mano derecha. Gran estocada que valió una oreja de peso.
Jaime Hita Cuadrado
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