En Murcia, el presidente de los exportadores reconoció que «a partir de septiembre u octubre hay un serio problema» para los regadíos y empresas murcianas, por lo que exigió «un precio reducido» para el agua desalada.
En la comunidad murciana empiezan a ser conscientes de la gravedad de la situación en la cuenca del Tajo; y están preocupados.Según informa el diario murciano La Verdad, el presidente de los exportadores de Frutas y Verduras de la Región de Murcia (Proexport), Juan Marín, volvió a exigir ayer «un precio reducido» para el agua desalada, ya que, según afirmó, a partir de septiembre podría haber un serio problema: «Tenemos miedo por lo que puede pasar a partir de septiembre u octubre, sabemos que vamos a sufrir». Marín reiteró que «habrá que buscar una solución para el precio del agua desalada, porque las desaladoras son una realidad y son máquinas de hacer agua».
La información del diario murciano se hace eco de esta nueva "guerra del agua", que atribuye al nuevo gobierno socialista de CLM; y recoge con preocupación la reunión de ayer en Sacedón de los Ribereños y sus nuevas demandas.
Los agricutores de Murcia han comenzado sus plantaciones de invierno y tienen miedo de que no las puedan sacar adelante ante la falta de recursos hídricos.
Quedan 94 hectómetros
La consejera de Agricultura de la Región de Murcia, Adela Martínez-Cachá, del PP, reaccionó pidiendo «tranquilidad», porque no se ha llegado al mínimo que fija el memorándum para trasvasar agua a Levante. Y recuerda que el memorándum sobre el acueducto «regula y fija perfectamente cuándo y cómo se puede trasvasar», y explicó que la cuenca del Tajo se encuentra en nivel 3, lo que quiere decir que "puede continuar enviándose agua al Segura". El mínimo trasvasable está fijado en 304 hectómetros cúbicos, y los embalses almacenan ahora 398.
Quedan por lo tanto 94 hectómetros, aunque puede que tengan que retirar el fango para extraerlos.