Una delegación integrada por 21 representantes de los diferentes países que forman parte del proyecto Atlanterra han participado en una visita a las minas de Hiendelaencina, organizada por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). El Ayuntamiento aprovecha la ocasión para protestar por la paralización de las inversiones relacionadas con la localidad para crear un Museo de la Minería.
El objetivo del proyecto Atlanterra, financiado con fondos Feder, es aprovechar el patrimonio minero para contribuir al desarrollo socioeconómico mediante la promoción del turismo, la divulgación de las actividades mineras y la gestión sostenible de ese patrimonio. En la actualidad, está formado por una decena de organizaciones de Francia, Gales, Irlanda, y Portugal, además de España, representada por el IGME.
El alcalde de Hiendelaencina, Mariano Escribano, ha subrayado que esta visita pone de relieve que el patrimonio minero de la localidad despierta el interés internacional, mientras que "está siendo abandonado por el Gobierno de María Dolores de Cospedal, que ha paralizado todas las iniciativas previstas para su recuperación y promoción".
Cita que así ha ocurrido con el convenio firmado por el Ayuntamiento con la Junta de Comunidades y dotado con 120.000 euros para equipar el Museo de la Minería, que fue anulado por el Gobierno de Cospedal, y también con el proyecto para hacer visitable la mina La Catalina. En este caso, estaba previsto subvencionarlo mediante un Proyecto de Interés Regional (PIR) financiado con fondos Feder para desarrollo rural. Sin embargo, el dinero se ha destinado a otros proyectos.
Escribano se ha preguntado si la paralización obedece al "sectarismo de la presidenta regional", que está perjudicando a los vecinos de los ayuntamientos gobernados por el PSOE. “Las minas Hiendelaencina no se pueden cambiar de lugar. Están donde están, así que no se puede explicar de otra manera la retirada de fondos para promocionarlas y aprovecharlas turísticamente”, ha afirmado.
