Las excavaciones arqueológicas de La Malia están llegando a los niveles más antiguos
Los investigadores que lideran las prospecciones arqueológicas en el yacimiento del Abrigo de la Malia, en Tamajón, ya han concluido su séptima campaña de excavaciones y esperan, en futuras ediciones, "entrar en cronología neandertal y en ella, quizá, encontrar algún fósil humano".
En una nota de prensa, el Ayuntamiento de Tamajón explica que este año, en los niveles de Paleolítico Superior -de hasta 35.000 años de antigüedad-, se han hallado raspadores de la piel, piezas para ser insertadas en las armas de caza y restos faunísticos como, por ejemplo, los huesos de un cánido, probablemente un lobo, no se sabe aún si consumido por los humanos o simplemente eliminado como amenaza.
Este proyecto de investigación está adscrito al Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), pero cuenta con la colaboración de una decena de universidades y entidades científicas españolas.
El equipo multidisciplinar que trabaja cada verano en Tamajón está compuesto por geólogos, arqueólogos, paleontólogos o paleobotánicos. “Sin este gran equipo de trabajo, sería mucho más difícil interpretar los hallazgos y avanzar en la investigación”, señala el director del proyecto científico, Adrián Pablos (Universidad Complutense de Madrid).
Junto a la cofinanciación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y el CENIEH, el Ayuntamiento de Tamajón también hace una aportación anual, además de prestar apoyo logístico sobre el terreno.
Desde el año 2021, la villa serrana cuenta con el Centro de Interpretación Arqueológica y Paleontológica (CIPAT). “Nuestro sueño, y lo ideal, sería que algunos de los hallazgos que hemos encontrado aquí se expongan en el futuro en el CIPAT”, afirma Pablos, sin perjuicio de que otros lo hagan en museos regionales o nacionales.
Los hallazgos
En las siete campañas habidas hasta la fecha, los investigadores han encontrado herramientas humanas del Paleolítico Superior, fabricadas con sílex, cuarcita, cuarzo o areniscas, pero también otras de hueso, azagayas o la punta de los proyectiles que usaban para cazar, así como restos óseos de los animales que consumían estos cazadores y recolectores, como también son conocidos los 'Homo sapiens' del periodo Auriñaciense (hace 35.000-32.000 años).
“Todos ellos aportan la evidencia de que, al menos hace 35.000 años, había poblaciones humanas en este abrigo”, afirma Pablos.
Estos descubrimientos representan un importante atractivo del yacimiento, pues en el centro de la Península Ibérica no existían hallazgos de cronología auriñaciense.
Y ello permite pensar que el Abrigo de la Malia podría ayudar a conocer qué ocurrió en la Meseta Central en un lapso temporal hasta ahora desconocido, el que va desde la desaparición o migración de los neandertales (hace 42.000 años) hasta la irrupción de los cromañones (hace 35.000 años).
Por otro lado, en el nivel del Paleolítico Superior correspondiente al periodo Gravetiense (27.000-25.000 años de antigüedad) se han encontrado más herramientas líticas, y en el estrato correspondiente a la Edad de los Metales (años 6.000-1.000 a.C.) se han encontrado restos de fauna doméstica, de la que se servían y consumían estos pobladores.
El equipo científico no pierde la esperanza de encontrar restos humanos en la Malia. “Siendo conscientes de que en estas cronologías de Paleolítico Superior inicial, al sur de los Pirineos, han aparecido muy pocos restos humanos, no perdemos la esperanza”, afirma el profesor.
EFE