Cospedal y Echániz, fotografiados en el parlamento regional que hoy votó a favor del convenio.Cae la frontera de Meco y los habitantes de Guadalajara volverán a ser atendidos en los vecinos hospitales madrileños, en lugar de seguir con el turismo sanitario por los centros hospitalarios de la autonomía de Castilla-La Mancha, algunos situados a trescientos kilómetros.
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LAS TRIPAS DEL CONVENIO: Madrid se cura en salud y podrá rescindirlo si CLM no paga a tiempo
Los parlamentos regionales de Castilla-La Mancha y Madrid han aprobado hoy el convenio sanitario de cooperación entre ambas comunidades autónomas, que permitirá la atención sanitaria especializada en determinados hospitales madrileños a losm usuarios que lo deseen de la zona limítrofe de la provincia de Toledo.
En el caso de Guadalajara, se asignan unos hospitales a los que puedan ir pacientes de siete especialidades que no puede prestar el Hospital de Guadalajara. En el parlamento de Toledo, el convenio fue aprobado esta mañana, con la abstención del grupo Socialista, y por la tarde lo hizo la comunidad de Madrid, cuyo gobierno sometió a la Asamblea madrileña la ratificación del citado convenio. Para que entre definitivamente en vigor, deberá ser ratificado por el Senado, lo que se da por hecho ya que el Grupo Popular tiene en la Cámata alta mayoría absoluta.
El acuerdo, que tendrá una duración de cuatro años prorrogables, por un lado, establece que los ciudadanos del norte de Toledo (zonas básicas de Esquivias, Noblejas, Ocaña, Seseña, Yepes, Illescas y Valmojado) podrán elegir ser atendidos en los hospitales Infanta Cristina de Parla o del Tajo, en Aranjuez.
En cuanto a los ciudadanos de la provincia de Guadalajara, estos recibirán atención en los hospitales Ramón y Cajal, La Paz y Puerta de Hierro-Majadahonda, para aquellos servicios que no pueda prestar el Hospital General Universitario de Guadalajara en las especialidades de Neurocirugía, Cirugía Cardíaca, Cirugía Pediátrica, Pediatría y sus especialidades, Neonatología, Medicina Nuclear y Cirugía Torácica. Las derivaciones de pacientes que requieran ser atendidos en los hospitales de referencia de la Comunidad de Madrid se realizarán a través de su médico.
Cospedal: “voy a luchar porque no haya fronteras"
La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha destacado que hoy es un gran día para la sanidad pública de la región “para que no haya límites administrativos o políticos dentro de nuestro país”. En este sentido, ha señalado que “voy a luchar porque no haya fronteras, porque lo que importa son los ciudadanos que van a tener una mejor prestación, que nos demandaban porque no la tenían”.
Estas manifestaciones fueron realizadas por María Dolores Cospedal en el Pleno de las Cortes regionales antes de aprobar el Convenio Sanitario con la Comunidad de Madrid del que se beneficiarán 380.000 ciudadanos que viven en la comarca de la Sagra, en la Mesa de Ocaña y en la provincia de Guadalajara.
En este sentido, la presidenta de Castilla-La Mancha ha señalado que el Sistema Nacional de Salud tiene que ser “universal, equitativo, solidario, justo y que garantice la igualdad de oportunidades y de acceso a la prestación sanitaria para todo los que vivimos en España”.
De hecho, ha subrayado la presidenta, este sistema “debe conjugarse con un modelo en el que nosotros creemos, que es el Estado de las autonomías, en nuestra Constitución, donde se garanticen la igualdad de derechos de todos los ciudadanos con independencia del lugar donde vivan o residan, y no en un federalismo asimétrico donde haya algunos que tengan más derechos que otros”.
Negociación “constante, fiable y ardua”
La presidenta de Castilla-La Mancha ha señalado que la negociación del Convenio Sanitario con la Comunidad de Madrid ha sido “constante, fiable y ardua”, llevada a cabo durante estos últimos años donde ha habido diferentes vicisitudes que han entorpecido su aprobación definitiva, pero en el que se ha trabajado pensando en los ciudadanos de la región “no en los intereses políticos de ningún partido político”.
La elaboración de este convenio, “que ha sido demandado por los ciudadanos de Castilla-La Mancha y un compromiso adquirido antes de ser presidenta de la región”, ha exigido "negociar técnica y económicamente, y estudiar las situaciones concretas" de los vecinos de cada municipio de las provincias de Guadalajara y Toledo, porque "no son las mismas las necesidades y circunstancias de las personas que viven en una zona u otra".
Además, la presidenta ha recordado que este convenio fue aprobado por unanimidad en el Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, en el que hay destacados miembros del PSOE como el ex presidente Joaquín Leguina o Pedro Sabando. Por ello, pidió la colaboración del Grupo Parlamentario Socialista para su aprobación en las Cortes castellano-manchegas, "mirando por el interés de los ciudadanos de Castilla-La Mancha por encima de los intereses de su partido".
La presidenta ha dicho sobre el retraso de este acuerdo, que se ha debido sobre todo por los cambios en la Consejería de Sanidad madrileña y porque "hay que hacer cosas como es debido".
También ha defendido el convenio el consejero de Sanidad José Ignacio Echániz, quien destacó el valor político y la utilidad que va a tener para 380.000 castellanos-manchegos, el 18 por ciento de la población, entre ellos toda la provincia de Guadalajara. Echániz no dudó en afirmar que "es un gran avance histórico sin precedentes en el país", ya que rompe las fronteras sanitarias entre las comunidades y permitirá elegir dónde recibir la prestación, sobre todo en momentos en que han surgido fuerzas que quieren romper con el principio de cohesión territorial que amparío la Constitución.
PSOE: no debería costar nada
El PSOE anunció su abstención y calificó el convenio de "insuficente, apresurado y fruto del regateo". Su portavoz llegó a decir que "no debería costar nada" a Castilla-La Mancha, porque se debería abonar con el Fondo de Cohesión, con lo que los castellano-manchegos "van a pagar dos veces por la atención sanitaria".
El PSOE, que se ha abstenido en la votación, han prometido que cuando ganen las elecciones lo revisarán.
