-CIZAÑA- 

Para María DOLORES DE COSPEDAL Y EMILIANO GARCÍA-PAGE, responsables regionales, respectivamente,  del Partido Popular y el Partido Socialista en Castilla-La Mancha, por hacernos perder el tiempo con un  rimbombante debate del Estado de la Región que, como siempre, se traduce en mucho ruido y pocas nueces.
En todo caso, eso sí, se trata de un debate que nunca sorprende porque se concreta en trasladar a las Cortes castellano-manchegas el  pedestre enfrentamiento que cada día mantienen los políticos profesionales tirándose los trastos a la cabeza por cualquier nimiedad propia de sentimentales roturas.
Ya digo, un grupo de gentes que, manejando, con sueldo incluido, a los dos grandes partidos con representación en el Parlamento regional, viven su cotidiano devenir en una especie de nube por encima de los humanos vulgares y sin contemplar para nada la posibilidad de arreglar las cosas sino, más bien,  degastar al contrario para quitarle el poder.
                                    -JALEA REAL-

Para JUAN MANUEL MONASTERIO, director del Museo de Molina de Aragón y portavoz del colectivo que se afana por lograr que la comarca molinesa se convierta en un Geoparque para que lo comparta con todas las personas que tanto tiempo llevan trabajando  sin denuedo para lograrlo.
En cualquier caso, y tras contemplar lo que ha ocurrido con las barbas de aquellos que tan bien habían trabajado para lograr que los Juegos Olímpicos viniesen a Madrid, no estaría de más  que el señor Monasterio y sus colegas pusiesen las suyas a remojar por lo que pudiera ocurrir.
También es verdad que no es lo mismo una cosa que otra porque lo del Geoparque es más bien burocracia y haber quien es el guapo que borra del mapa todos esos territorios ubicados en el Alto tajo en el caso de que un grupo de sesudos individuos determinasen  que esa parte de Guadalajara no es digna de merecer tal denominación.