El Grupo Socialista ha criticado el programa de "Desayunos solidarios" que funciona en el Ayuntamiento de Guadalajara y reclama que se haga en los colegios, como en Azuqueca, y a cargo del presupuesto municipal. El Ayuntamiento responde que esto supone "estigmatizar" a los niños y que de esta forma hay más garantías de que llegue al que realmente lo necesita.
Según la portavoz socialista, Magdalena Valerio, el programa "Desayunos solidarios" no cumple satisfactoriamente con los objetivos, y tras cinco meses después de su puesta en marcha, hay directores que siguen detectando casos de niños que llegan al colegio con carencias nuricionales. Para Valerio el fallo está en el modelo, que obliga a las familias en dificultades a acudir cada 15 días a un local municipal para recibir esta ayuda alimerntaria, que proporciona el Banco de Alimentos, lo que según los socialistas provoca que se sientan "estigmatizadas".
Lo que propone el Grupo Socialista es que cambie su modelo de "caridad y beneficencia" por un "programa social serio", como el del Ayuntamiento de Azuqueca en el que es el municipio el que lo costea (en Azuqueca se gastarán unos 100.000 euros) y los niños reciben los alimentos matinales en un aula aparte de su centro escolar; y son los profesores los que seleccionan a los niños. Por la tarde, con el apoyo de Cruz Roja y de una parroquia se les da una merienda asociada a clases de refuerzo educativo para que mejoren su rendimiento escolar.
Pues bien, según ha contestado la concejala de Familia, Carmen Heredia a Magdalena Valerio, el modelo de Azuqueca es el que "estigmatiza" a los niños y es mejor la entrega directa de los alimentos en un local ajeno al colegio, ya que lo consideran más discreto aunque los socialistas digan exactamente lo contrario. Estas son las dos posturas.
El programa “Desayunos Solidarios” se centraliza en el antiguo consultorio médico del Alamín y allí, cada 15 días, se da a las familias que se acogen a él 6 litros de leche y "algún otro alimento, dependiendo de las posibilidades del Banco de Alimentos de Guadalajara", dicen los socialistas. Hoy, día 6 de mayo, era día de reparto y lo que han recibido cada una de estas familias -según versión de Valerio- son seis litros de leche por niño a cargo, con un máximo de doce litros si hay dos o más niños en la unidad familiar, y un paquete de 300 gramos de galletas para las próximas dos semanas. La concejala de Familia precisa que el contenido de las ayudas que cada 15 días se distribuyen a través del programa es de medio litro de leche al día por niño, más cereales, galletas y cacao necesarios para dicho periodo.
Magdalena Valerio ha agradecido al Banco de Alimentos por proporcionar los productos que se reparten en dicho local municipal, pero ha insistido en que “sería mucho más eficaz y más digno de una sociedad del siglo XXI que Román se tome en serio las políticas sociales, que aproveche los buenos profesionales que trabajan los servicios sociales municipales y elabore un programa en condiciones, coordinado con los propios centros escolares”.
No comparte esta opinión Carmen Heredia quien asegura que al ser controlado por el Ayuntamiento se garantiza que llega a las familias que lo necesitan, "dado que los beneficiarios son permanentemente evaluados por los trabajadores sociales municipales”, lo que significa que en el caso de que la situación familiar cambie y ya no sea necesario recibir la ayuda, la familia abandona el programa, pasando a incorporarse al mismo otro núcleo familiar que lo necesite. Heredia asegura que “todas las familias que, tras la correspondiente evaluación técnica necesitan estas ayudas, se las incluye inmediatamente en el programa”. Unas veces son detectadas directamente por los servicios sociales y en otros casos a través de los centros escolares a los que acuden los niños, aclara.
Este seguimiento continuo permite al Ayuntamiento no sólo identificar las necesidades de los menores sino que, en los casos necesarios, permite ampliar la ayuda a todo el núcleo familiar, añade el Ayuntamiento.
Por último, Carmen Heredia reconoce que al distribuir la ayuda a través del Banco de Alimentos se optimizan mejor los recursos municipales y esto permite destinar una buena parte de los recursos a otro tipo de ayudas sociales como, por ejemplo, las destinadas a los gastos de mantenimiento del hogar.
Para el presente ejercicio, el Ayuntamiento de Guadalajara dispone de la cantidad de 300.000 euros para las ayudas destinadas a necesidades básicas. Además, añade la edil de Familia, “existe el compromiso del equipo de Gobierno de ampliar esta partida si las necesidades sociales así lo aconsejan”.
El Ayuntamiento informa que este programa de asistencia nutricional ha atendido a 250 niños y niñas pertenecientes a 165 familias.
Por otro lado, la portavoz socialista Magdalena Valerio ha recordado que este curso académico el Ayuntamiento de Guadalajara no ha convocado las ayudas para compra de material escolar que el Ayuntamiento ofrecía a las familias más necesitadas de la ciudad y que el Gobierno de Cospedal ha eliminado la gratuidad de los libros de texto y las becas de comedor y “todo esto es un sumatorio que hace cada vez más difícil el día a día de muchas familias”.
