Participan 60 vecinos
Diablos y Mascaritas serán de nuevo protagonistas la tarde del sábado en el Carnaval del municipio de Luzón (Guadalajara), donde saltan por las calles y plazas al son de la dulzaina y de los cencerros que portan, asustando al público, como marca la tradición de esta fiesta declarada Bien de Interés Turístico Regional.
Desde el mediodía del sábado será día de fiesta en este municipio del Señorío de Molina, donde se preparará caldo y los dulzaineros amenizarán la jornada.
Sobre las 17.00 horas de la tarde, Diablos y Mascaritas se unen en la plaza del municipio, después de que los Diablos hayan salido de la ermita de San Roque y las Mascaritas se hayan vestido en sus casas, ha explicado a EFE el alcalde de Luzón, Andrés Cabadas, quien ha asegurado que esta fiesta tiene cada vez más seguidores.
Cabadas ha señalado que cuentan con unos 15 trajes de Diablos para adultos y que este año se han desbordado las peticiones para ataviar a los niños con esta vestimenta, que destaca por una importante cornamenta en la cabeza y porque van "íntegramente de negro", con la cara y los brazos de este mismo color.
De esta manera recorren el pueblo al son de las dulzainas, mientras asustan y persiguen a todos los asistentes para mancharles con su hollín, compuesto de aceite y ceniza.
Por su parte, las Mascaritas “hacen murga” sin hablar, ataviadas con indumentaria tradicional femenina y ocultando su rostro con un trapo blanco a modo de máscara para evitar ser reconocidas.
“Es una tradición contada oralmente por nuestros antepasados", ha aseverado el regidor municipal, quien ha agregado que se desconoce la procedencia, pero que se decidió recuperar "según relataron los mayores”.
Cerca de 60 personas, entre Mascaritas y Diablos, participarán en esta tradicional fiesta de Carnaval, que cada año atrae a más visitantes, pues de los 30 vecinos que habitan en el pueblo, ese día se pasa a cerca de 700 asistentes, ha concluido Cabadas. EFE