Ayer se reunió la Junta Local de Seguridad para dar solución a este asunto que preocupa mucho a los vecinos de la zona
Acabar con la conflictividad que hay en un edificio de viviendas sociales de la calle Valbuena se ha convertido en la prioridad número uno para el Ayuntamiento de Alovera. Así lo ha asegurado a Guadalajara Diario el primer teniente de alcalde del municipio, Juan Carlos Martín, quien ha reconocido que sabían que había problemas de convivencia en la zona pero no hasta el punto que dejaron ayer patente los vecinos tras una reunión entre las dos partes. “Por lo que nos trasladaron ayer este asunto se ha convertido en la máxima prioridad para el Ayuntamiento”- afirma.
Aunque la conflictividad en la zona viene de tiempo atrás la situación alcanzó su punto álgido el pasado 21 de julio. Durante la noche se produjo una reyerta entre dos familias en las que hubo agresiones, roturas de cristales, ruedas rajadas, una agresión con un palo a un joven de 21 años que pasaba por la zona y varios perdigonazos.
El edificio objeto de la polémica es un inmueble propiedad de Solvia, ubicado en pleno corazón de Alovera, que lleva años destinado al alquiler de viviendas sociales y del que ya dimos cuenta de los problemas que había en este reportaje publicado por Guadalajara Diario en 2017.
Según reconoce Juan Carlos Martín ha sido un lugar con problemas puntuales como impagos y ocupaciones ilegales, pero nada importante. Hace un par de años se instaló en el edificio la primera familia problemática y hace apenas dos meses lo ha hecho una segunda. Al parecer el conflicto ha estallado entre ambas porque, según sospechan los vecinos, los dos se dedican al trapicheo de drogas y ambas quieren quedarse con el mercado. Eso hace que choquen los intereses de ambas.
Martín: "Es un sin vivir para los vecinos"
Según el primer teniente de alcalde una de las familias es “insociable y los platos rotos los está pagando todo el pueblo. Queremos que se vayan de Alovera aunque somos conscientes de que según está la ley no tenemos herramientas legales”- se lamenta.
Para atajar el conflicto ayer se reunió la Junta Local de Seguridad. En ella participaron representantes del Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno y miembros de la Guardia Civil y la policía local de Alovera. Después miembros del equipo de gobierno de Alovera se reunieron telemáticamente con los vecinos afectados, tanto los que viven en el problemático edificio como los de viviendas cercanas, que les pusieron al tanto de la difícil situación a que se enfrentan día tras día. Una situación que el propio teniente de alcalde califica de “un sin vivir”.
De momento se ha decidido instalar videocámaras en varios puntos del pueblo para vigilar y grabar los movimientos que se produzcan y tanto la policía local como la Guardia Civil van a intensificar su labor de vigilancia para mantener controlada la situación. También se van a vigilar los locales que están vacíos para evitar nuevas ocupaciones y se va a pedir a la Federación de Municipios que presione para que se cambie la ley actual “Hay que intentar echar a estas familias- insiste Martín- Alovera siempre ha sido un pueblo tranquilo y queremos que lo siga siendo”.