Se oponen al recorte del paisaje protegido en el citado valle, que estiman en un 40%.
Ecologistas en Acción de Guadalajara han criticado en un comunicado la decisión de la consejería de Desarollo Sostenible de Castilla-La Mancha de recortar en un 40% el perímetro inicial que iba a declararse como “Paisaje protegido del Valle del Río Ungría” para favorecer la instalacuión de energías renovables.
En concreto se habla de que la Junta de Comunidades ha iniciado la tramitación de una planta fotovoltaica en el municipio de Valdegrudas, que forma parte de un megaproyecto en el participan 7 empresas y que puede ocupar más de 800 hectáreas, buena parte de ellas ubicadas dentro del Paisaje Natural del Valle del Río Ungría. "Esto demuestra la predisposición de la Junta a rendir pleitesía a las compañías eléctricas adaptando el perímetro de un espacio protegido a sus intereses", se quejan los ecologistas.En este sentido, critican el apoyo a este proyecto de los grupos de desarrollo rural Adac y Fadeta, por entender que rectifica acuerdos anteriores. Asimismo asegura que las empresas han utilizado "información privilegiada", ya que conocían el nuevo perímetro del espacio a proteger meses antes de ser expuesto al público, por lo que reclama a la consejería una investigación.
"Todo esto demuestra que la Junta está en las antípodas de estar trabajando en una planificación territorial que permita instalar este tipo de plantas sin afectar a espacios de especial valor ambiental y paisajístico, como ya está legislando el Ministerio de Transición Ecológica", añade el comunicado.
En este sentido, respaldan las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Caspueñas y rubricadas por los Alcaldes de Valdegrudas y Atanzón dentro del período de participación pública del procedimiento de declaración del paisaje protegido. "En ellas se ponen de manifiesto todas las irregularidades del procedimiento, las deficiencias de la documentación expuesta y la necesidad de redefinir el perímetro, incluyendo dentro de la zona de protección la superficie robada al espacio a proteger sin atender a ningún criterio ambiental y respondiendo simplemente a los intereses de las compañías eléctricas y empresas satélite", se quejan los ecologistas.