Los políticos niegan la insolidaridad en la última decisión del pleno municipal
"Dame tus cansados, tus pobres. Tus innumerables masas que anhelan respirar en libertad..." Estas palabras forman parte de un poema escrito por Emma Lazarus en 1883. Están inscritas en la base de la Estatua de la Libertad, en Nueva York, una ciudad a la que, seguramente, algunos azudenses, tal vez muchos, habrán viajado ya. Guarda alguna similitud la Gran Manzana con Azuqueca y no, precisamente, por su número de habitantes. Al igual que a orillas del Hudson, junto al Henares se dieron cita personas llegadas de otras latitudes. Fue desde los años sesenta del siglo pasado cuando, atraídas entonces por la promesa de un futuro al calor de las fábricas, llegaban y llegaban familias desde otras partes de España. Parecía tener sentido entonces aquella frase a los pies del coloso neoyorkino.
Han pasado más de sesenta años y la gran mayoría de aquellos obreros de las fábricas tienen ahora su chalet y pueden viajar ya. El pueblo que les acogió tiene unos 40.000 habitantes y parece, tal vez sea solo una impresión, que se diluya por aquí el significado de aquel poema de Emma Lazarus. De otra forma no se entiende que, en un pueblo de inmigrantes, que protagonizó legendarias luchas obreras allá por los años 80, su Ayuntamiento haya rechazado, por unanimidad de todos los grupos municipales, paralizar la construcción de un Centro de Acogida y Protección Internacional en la localidad.
Los políticos azudenses, sin embargo, niegan que se traten de un caso de insolidaridad. El propio alcalde, Miguel Óscar Aparicio, recuerda las numerosas iniciativas en este sentido del municipio. De hecho, en 2022, Azuqueca puso en marcha el Centro de Atención Humanitaria Temporal para refugiados de la guerra de Ucrania, un conflicto que provocó gran movilización vecinal en pro de los damnificados.
Convivencia
Además, hay que recordar que la asociación GuadaAcoge, dedicada a la atención a los inmigrantes, trabaja en Azuqueca y recibe colaboración por parte del Ayuntamiento; por otro lado, los azudenses, todo hay que decirlo, siempre se vuelcan en cualquier iniciativa solidaria. “Azuqueca no quiere este centro, pero eso no significa que sea insolidaria” afirma el regidor. “El Ayuntamiento no quiere este centro porque opina que el emplazamiento debería ser en otro lugar, pero aquí la convivencia es fluida” En términos parecidos se pronuncia el portavoz de PP en el Ayuntamiento azudense, Mane Corral, para quien el rechazo a este centro “no va de ser o no ser solidarios, sino de ser cabal y consecuente”. Luego veremos sus razones.
Por su parte, en Vox no se mueven de su posición inicial, ya que siempre han estado en contra. Cuando les recordamos que Azuqueca siempre ha sido un pueblo de inmigrantes y que, por tanto, no tendría mucho sentido ahora esta oposición, su diputado provincial, José Luis Arcángel, responde de esta manera “no es lo mismo la inmigración legal que la ilegal. La que ha llegado a Azuqueca siempre ha sido regular y no ha causado problemas, pero este centro estaba destinado a inmigrantes ilegales”.
Tal vez la postura que más sorprenda, por su implicación ideológica, sea el voto contrario de Izquierda Unida. Desde el primer momento la formación siempre ha mostrado su negativa a este Centro de Atención al Refugiado. Su portavoz y primera teniente de alcalde en el Ayuntamiento, María José Pérez, niega de plano cualquier atisbo de insolidaridad en la decisión de su grupo.
De hecho, Pérez es la que da las explicaciones más extensas; otra cosa es que convenzan o no. “Azuqueca no tiene condiciones para albergar un centro de este tipo porque, normalmente, el Ministerio te construye el centro y luego es el Ayuntamiento el que debe encargarse de todo lo demás, crear los puestos de trabajo, los suministros, el mantenimiento… Somos solidarios, pero no estábamos entonces, ni estamos ahora, en condiciones de albergar una instalación de este tipo; además, Azuqueca tiene otras necesidades”. (A este respecto, recordamos las palabras del entonces alcalde, José Luis Blanco, de que el centro supondría una inyección de más de un millón de euros anuales al comercio local)
Hasta ahí los argumentos, el debate sobre sobre la solidaridad o no, un asunto al que volveremos después. Pero es que, entreverado con él, está el de procedimiento, el económico (que ya ha aparecido, como hemos visto) y sus posteriores consecuencias.
Al menos eso aducen algunos grupos para oponerse al Centro. La propia María José Pérez, de IU, afirma que la motivación para traer el Centro a Azuqueca, en su momento, no fue la solidaridad, sino la economía “José Luis Blanco (el anterior alcalde) quería cuadrar las cuentas municipales, y vaya si las cuadró”. Hay que recordar que ese centro supuso una inyección a las arcas municipales de 1,7 millones de euros.
Formas
Y unido a todo ello (aducen algunos grupos) están las formas. Lo recalca Mane Corral, portavoz del PP. “El problema es que se hizo de forma oscura, vía decreto, con nocturnidad y alevosía, de la forma más ruin. Blanco nos lo trajo de un día para otro y, porque él quería… Si nos hubiéramos sentado todos y hubiéramos llegado a un acuerdo, yo lo hubiera aceptado…otra cosa es que luego los vecinos lo aceptaran y Azuqueca hubiera estado preparada, que no lo estaba y, además, tiene otras prioridades”.
En Izquierda Unida insisten “nosotros estamos en contra de que se hiciera a golpe de decreto, pero José Luis Blanco insistía”. El argumentario de ambas formaciones, tan distantes ideológicamente, es prácticamente calcado.
El hecho es que ahora el Ayuntamiento no quiere este Centro de Acogida y Protección Internacional en el municipio. ¿Qué es lo que ha cambiado? “Estamos pidiendo que se paralice, retrotraerlo, porque hay un informe jurídico que dice que, al no haberse tomado la decisión en un pleno, la enajenación de la parcela es incorrecta”, dice Miguel Óscar Aparicio. En 2008 el terreno en el que se iba a levantar el mencionado centro se cedió a la Junta para la construcción de un instituto; el informe ahora solicitado dice que no se motivó, en su momento, el cambio de uso. “Habría que haber hecho una consulta a la ciudadanía para ver qué quería”, dice el alcalde.
María José Pérez, de Izquierda Unida, tiene clara la razón de este cambio de opinión por parte del PSOE, “rechazan ahora este tema porque están en minoría y, en el momento en que lo llevaran a pleno, sabían que lo iban a perder” En Vox opinan, por su parte, que se trata de “un brindis al sol, una forma de lavarse la cara”
Para Mane Corral la decisión no viene, sino, a ser una chapuza. “Esto es hacerlo tarde, mal y nunca. Ya en diciembre de 2022 presentamos una moción al respecto y todos, menos el equipo de gobierno, estuvimos a favor, entonces nos tildaron de racistas e insolidarios”.
Sea como fuera la cosa, el rechazo al centro de refugiados ya es oficial y la decisión puede tener importantes implicaciones económicas porque, si finalmente no se construye el centro, el Ayuntamiento tendría que devolver los 1,7 millones de euros ya desembolsados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Y las arcas municipales, de todos es sabido, no pasan por su mejor momento. “Lo sacaríamos de donde hiciera falta; se detraería de los tributos del estado o habría que hacer modificaciones presupuestarias…en cualquier caso, esto tendría consecuencias importantes”, apunta el portavoz del PP.
¿Solidarios?
Azuqueca ha mostrado su solidaridad, es cierto, pero, ¿realmente lo está siendo en este caso o podría esforzarse un poco más? Recordemos que la propuesta de creación del Centro ya provocó alguna que otra manifestación en contra, algo que María José Pérez atribuye a que “no se explicaron bien las cosas y se crearon bulos que no se desmintieron”.
Pero, hagamos un poco, simplemente un poquito de memoria. En 1998 la apertura del Centro de la Fundación O´Belén, dedicada a la atención y protección de menores, ya generó protestas y preocupaciones por parte de los vecinos, aunque, finalmente, la instalación pudo salir adelante. Algún colectivo, años más tarde, tuvo que renunciar a instalarse en Azuqueca ante el “ruido” y la preocupación de los vecinos.
Ahora, tras este rechazo, queda entonces una pregunta flotando en el aire, una que tal vez incomode a las mentes biempensantes. ¿Somos los azudenses realmente solidarios o lo somos “sí, pero”?, ¿tal vez prefiramos practicar esa solidaridad lejos de aquí, donde no incomode?
Lo cierto es que hay titulares que no dejan de chirríar, ¿cómo un pueblo construido a base de inmigración, en el que conviven personas de todas las partes de España y del mundo, en el que todos encontramos, en su momento, acogimiento y futuro rechaza, ahora, un Centro de Acogida de Refugiados? y, lo que tal vez sea más sangrante, “por unanimidad de todos los grupos municipales”, ¿significa eso que todos los azudenses están de acuerdo?
"Dame a tus cansados, a tus pobres” Ahí lo dejamos, por si algún día, desde las orillas del Henares, alguien va Nueva York y le da por visitar la estatua de la Libertad.