Furgonetas con hasta 500 kilos por valor de 8.000 € cada una y que terminan siempre en la basura
La campaña de recogida de setas en la provincia de Guadalajara está llegando a su punto final y ya se considera una de las más abundantes en el último lustro, lo que ha atraído a más recolectores, una afluencia que se ha saldado con 39 denunciados por parte de la Guardia Civil por recogida ilegal y más de 2 toneladas incautadas por parte del Instituto Armado, mientras que los agentes medioambientales han decomisado otra tonelada.
“La temporada empezó pronto porque llegaron las primeras lluvias a finales de agosto y septiembre también fue bastante húmedo y se preveía una temporada abundante, como ha sido”, afirma el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, único municipio de la provincia que tiene regulada tanto la recogida comercial como la compraventa.
En esta línea, el jefe del Seprona de Guadalajara, Luis Fernando Solanas, destaca que las buenas condiciones climatológicas han favorecido que este año “haya habido muchísimas setas, más setas que en los cinco años anteriores, y eso ha hecho que mucha más gente venga a recolectar”.
Solanas recuerda que Castilla-La Mancha cuenta con una Ley de Montes que desde 2016 contempla una regulación en cuanto a la recogida de setas, con un máximo de 5 kilos por persona y día en los montes públicos de titularidad autonómica.
Además, varios municipios, cada vez más en la provincia de Guadalajara, como Cogolludo, que tienen una ordenanza específica que regula esta recogida en sus montes.
“El problema es la recolección y comercio ilegal que hacen los grupos organizados, principalmente de países de Europa del Este, que recolecta masiva e ilegalmente por toda la provincia y utilizan utensilios como rastrillos o azadones que destruyen el medio natural”, explica este responsable del Seprona.
Estos grupos suelen estar compuestos por una media de seis personas que están desde que sale el sol hasta la puesta recogiendo masivamente, y lamenta que "lo que necesitan es llenar la furgoneta, y así hacen y se pueden llevar 400 o 500 kilos".
El coordinador de Agentes Medioambientales de la provincia de Guadalajara, David Serrano, señala que cada furgoneta puede tener un valor de mercado de 8.000 euros y asegura que no es tanto el daño causado en el campo por el uso de maquinaria sino “la basura que dejan”.
Y es que en algunos casos viven en condiciones precarias, “en tiendas de campaña e incluso se ha llegado a ver menores trabajando”, apunta el alcalde de Cogolludo.
Dispositivos especiales, que incluyen drones
En Guadalajara hay 93 agentes medioambientales repartidos en 13 comarcas y en la campaña de setas se refuerzan las zonas donde proliferan tales como Humanes, Cogolludo o Condemios con operativos especiales con dispositivos de control con dos o tres agentes en los municipios.
En esta campaña, estos operativos especiales de agentes medioambientales han permitido incautar cerca de una tonelada de setas recogidas ilegalmente y que acaban en la basura, ya que la falta de trazabilidad y recogida en condiciones sanitarias dudosas impiden que pueda aprovecharse.
Por su parte, el jefe del Seprona explica que los recolectores ilegales también son detectados por patrullas del Instituto Armado “que se meten monte a través con motocicletas para llegar a sitios que no puedes llegar con otros medios” y en los últimos años “también se utilizan drones para localizarlos y luego entrar allí”.
“Hemos hecho incautaciones prácticamente en toda la provincia", apunta el jefe del Seprona, que calcula que en las veinte operaciones desarrolladas, la Guardia Civil ha decomisado dos toneladas de setas.
La recogida ilegal es una infracción administrativa, de ahí que se les denuncia y se les incautan las setas, si bien la ley de Montes sí contempla infracciones leves con una cuantía de 1.000 euros dependiendo del daño que se haga en el monte y la reiteración, pero la Guardia Civil solo denuncia y decomisa el producto.
Una regulación común para frenar la recogida ilegal
El municipio de Cogolludo cuenta desde 2013 con una ordenanza que regula tanto la recogida comercial como la compraventa. "Nuestra ordenanza permite la recogida de hasta 50 kilos en los montes de Cogolludo", detalla el alcalde.
Lo que se les pide a los recolectores es que estén dados de alta por cuenta propia o ajena y tengan un carné de manipulador de alimentos, así como que se inscriban en un registro que para tener una trazabilidad de producto.
Además, la compraventa, se ha regulado desde 2013 y se ha habilitado un punto que está en las inmediaciones del frontón y es donde se realizan las transacciones, lo que permite un control.
Así, actualmente hay cerca de 40 licencias de recolección y unas 5 ó 6 de compraventa que viene a por el níscalo, que es la seta principalmente en Cogolludo, que venden luego en la zona de Levante, donde es muy apreciada.
Fraguas lleva tiempo demandado la evolución la Ley de Montes de Castilla-La Mancha, para que se asemeje a la iniciativa Micocyl, de Castilla y León, más restrictiva que la norma castellanomanchega, para que no “exista el efecto frontera y los que no van a Soria, por ejemplo, que está aquí al lado, vengan aquí”.
En esta línea, tanto el jefe del Seprona como el de los agentes medioambientales ven positivo esta regulación con ordenanzas municipales, que permiten un control en esta actividad.
EFE/Beatriz Retuerta