Un portavoz oficial de la Delegación de la Junta de Comunidades ha respondido a Guadalajaradiario.es que se ha confirmado la existencia de "enfermedades profesionales" en la empresa de Caolín y Sílices Caobar, ubicada en la pedanía de Taracena. Los casos fueron detectados por los propios servicios de Sanidad a través del Observatorio de Control de Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social. En consecuencia, la Junta se ha dirigido a la Dirección General de Minas del ministerio de Fomento y va a solicitar al Instituto Nacional de Silicosis, con sede en Asturias, asesoramiento técnico para valorar los casos que se han dado en esta empresa mediante el oportuno reconocimiento de los afectados, para su diagnóstico definitivo.
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Este diario digital avanzó en primicia la denuncia de la Asociación de Afectados por Caobar, que desveló la existencia de un caso de silicosis confirmado y tres posibles, aunque de fuentes internas de la fábrica les habían contado que se podría llegar hasta 15. Todo esto es lo que deberá determinar la consejería de Sanidad con la ayuda del Instituo Nacional de Silicosis y cuál sería el procedimiento laboral y médico a emplear con los afectados.
Además de esta actuación de la consejería de Sanidad, hemos podido confirmar que la investigación de la Junta de Comunidades tiene abierta otras vías. Tal y como avanzamos en GuadalajaDiaro, la Delegación de Medio Ambiente requirió hace dos años a la empresa que tenía que cumplir una serie de requisitos para reducir las emisiones que emite al exterior. Proximamemente se emitirá un informe sobre las actuaciones que la empresa debería llevar a cabo y cuyo plazo ha expirado recientemente, para evaluar si son suficientes o no. Estas mismas fuentes oficiales informan que la autorización de la actividad en esta empresa conlleva mantener una serie de medidas para compensar los valores límite de determinados contaminantes, así como la obligación de realizar mediciones reglamentarias en los focos de emisión y medidas de autocontrol. La periodicidad con la que se deben realizar estas medidas están establecidas reglamentariamente y, en función del tipo de agentes estudiados, pueden ser de catárter bianual, trianual o quinquenal. Además, la empresa tiene que llevar mediciones de autocontrol.
Aunque oficialmente nunca han trascendido las mediciones de estas emisiones, que legalmente debe hacer la empresa, sí hemos conocido un informe de una empresa privada medioambiental, publicado en GuadalajaraDiario, en las que se ponía de manifiesto que las emisiones de partículas detectadas eran superiores a los niveles legalmemte autorizados.
SE VAN A HACER LAS PRUEBAS POR SU CUENTA
En la Asociación de Afectados no solo están preocupados por la salud de los trabajadores de la fábrica, de los que unos 15 son de Taracena,sino cuál ha podido ser la repercusión de las emisiones de caolín y sílices, el agente más peligroso, teniendo en cuenta que la actividad de Caobar en Taracena data de 1964, y en todo este tiempo jamás se ha realizado un estudio epidemiológico entre los vecinos. Un portavoz de la citada asociación ha informado a GD que más de 10 vecinos de Taracena se van a realizar a título particular pruebas médicas para saber si tienen algún tipo de afección, y a partir de ahí obrar en consecuencia.
Por último, esta problemática de Caobar tiene una última pata, como es el exceso de ruidos provocado por la actividad industrial, que sí es competencia municipal. Aunque se ha puesto alguna multa a raíz de la denuncia de algún vecino, las sanciones impuestas son ridículas -60 euros- por una ordenanza que el Ayuntamiento admite que ha quedado obsoleta.
A raiz de la primera información publicada por este digital el pasado lunes, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, manifestó que él era partidario de que "se corrija todo lo que se tenga que corregir", aunque puntualiza que le gustaría que no se perdieran los puestos de trabajo-unos 50- que genera Caobar en Taracena.
En el mes de marzo, el Ayuntamiento de Guadalajara aprobó una moción de IU, con el voto fabvorable del PP, que solicitaba la puesta en marcha de medidas correctoras para reducir las emisiones. Días atrás, su portavoz, José Luis Maximioliano, manifestaba en una entrevista con este digital que ya iba siendo hora de que el Ayuntamiento se "tome en serio" este asunto.