Alberto Rojo promete trabajar para cubrir las plazas “poco a poco pero sin parar”.
Hoy se ha celebrado el acto oficial de relevo en la jefatura de la Policía Local de Guadalajara. El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, a propuesta de Julio Establés, que se marcha por jubilación forzosa, nombró como sustituto de quien ha sido el Intendente del Cuerpo desde 1982 al inspector Jorge López. Una nueva etapa para una policía local que deberá afrontar nuevos retos en un escenario complicado derivado de las muchas bajas que se están produciendo al haberse adelantado la edad de jubilación de los policías a los 60 años, una vieja reivindicación. El nuevo Intendente Jorge López hizo alusión a ello en su primera intervención pública, señalando la necesidad de cubrir estas bajas mediante la convocatoria de los procesos selectivos correspondiente. En la actualidad, hay 110 miembros de plantilla. El alcalde Alberto Rojo, dijo estar dispuesto a recoger el reto y se comprometió a “trabajar para cubrir las plazas vacantes que me he encontrado”. Y añadió: “Daremos los pasos poco a poco pero sin parar”.
Julio Estables, originario del Señorío de Molina, ha pilotado la trasformación de la Policía Local de Guadalajara en un cuerpo profesional y moderno con los sucesivos cambios desde que fue nombrado su Intendente en 1982 por el alcalde Javier de Irízar. Ha conocido a 5 alcaldes más, Blanca Calvo, José María Bris, Jesús Alique, Antonio Román y Alberto Rojo, y a 12 concejales de Seguridad. A todos les dio las gracias por la confianza recibida y que ha hecho posible que los ciudadanos valoren un 95% de aceptación por el servicio recibido. Las armas: la prevención sobre la represión y la cercanía al ciudadano. Sobre su sustituto, Jorge López, dijo que está capacitado para la tarea encomendada: “Conoce la plantilla y técnicamente es inmejorable”.
Policía proactiva en una "ciudad segura"
El nuevo Intendente, natural de Guadalajara, ingresó en 1985 y durante su carrera profesional ascendió por todas las categorías posibles. En estos 34 años ha sido “testigo orgulloso”, precisó, de la transformación vivida por la policía hasta convertirse "en una de las mejores de Castilla-La Mancha, si no la mejor”. Elogió a su antecesor, porque me “ha servido para aprender” y abogó por una policía proactiva que además de reprimir los delitos se base en la prevención de esos comportamientos delictivos. Calificó a Guadalajara como “una ciudad segura”, habló de los valores de la coordinación con la Policía Nacional, para ser más eficaces, avanzó que se incorporarán a las redes sociales para un mejor servicio al ciudadano y garantizó que la plantilla “va a estar a la altura de las circunstancias”.
El alcalde Alberto Rojo impuso los distintivos del cargo al nuevo intendente y entregó al cesante una placa conmemorativa. Y envió este mensaje a la plantilla: que trabajen para que esta ciudad conviva lo mejor posible.
Al acto celebrado en el CMI Eduardo Guitián asistieron el subdelegado del Gobierno, delegado de la Junta en Guadalajara, autoridades civiles, militares y religiosas, y los ex alcaldes de Guadalajara, Javier de Irízar, José María Bris y Agustín de Grandes, entre otros.