Es culpable de un delito de detención ilegal agravado.
La mujer que en febrero de 2019 robó un bebé recién nacido del Hospital Universitario de Guadalajara ha sido declarada culpable de un delito de detención ilegal agravado y ha sido condenada a cinco años y un día de prisión.
Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Guadalajara, que ha sido comunicada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha este miércoles, los jueces la consideran autora responsable de un delito de detención ilegal agravado, concurriendo la atenuante de reparación del daño, a la pena de cinco años y un día de prisión.
La condenada deberá indemnizar en concepto de responsabilidad civil con la cantidad de mil euros a los dos progenitores por daños morales.
La sentencia no contempla atenuantes alegados por la defensa que señalaba que su defendida tenía problemas mentales que le pudieron llevar a comente los hechos.
La Audiencia Provincial de Guadalajara considera probado que la mujer, sobre las 10.00 horas del 2 de febrero de 2019, entró en una habitación de la planta de maternidad del Hospital de Guadalajara vistiendo una bata blanca y "simulando ser pediatra del hospital y con el pretexto de la necesidad de hacer una prueba médica al bebé", lo cogió, se lo llevó de la habitación y salió del hospital, sobre las 10.20 horas, todo ello sin el consentimiento de los progenitores.
El bebé fue hallado en el domicilio de la acusada, en Cabanillas del Campo, ese mismo día a las 13.30 horas.
Durante el juicio, la condenada declaró no sabe por qué lo hizo y afirmó asumir y aceptar las consecuencias así como pidió perdón por los hechos.
"Es como si mi cabeza hubiera borrado lo que hice desde que fui al Hospital hasta que llegó la Policía", señaló la acusada pidiendo perdón por los hechos.
Un plan meditado y calculado
Durante el juicio, una amiga de la ahora condenada, que llegó a la vivienda cuando ya estaba allí la Policía Nacional para recuperar al bebé, relató que el día de los hechos iba a acompañarla a La Paz a recoger al bebé que supuestamente había tenido y que estaba en la incubadora.
Pero dijo que al llegar a su casa, la acusada le dijo que se lo había traído una tía que trabajaba en ese centro hospitalario.
Unos hechos que considera el tribunal que evidencian “el diseño de un plan meditado y calculado que no es acorde con un comportamiento impulsivo e irreflexivo propio de alguien que no sabe lo que está haciendo”, como alegaba la condenada.
La Fiscalía de Guadalajara solicitaba una pena de cinco años y nueve meses de cárcel por un delito de detención ilegal agravado por realizarlo con simulación de autoridad o función pública, al hacerse pasar por una pediatra, y por ser la víctima un menor de edad.
El bebé, un varón de apenas tres días de vida, que no sufrió ningún daño durante las tres horas del secuestro, fue entregado en buen estado de salud a sus padres.