El que ha sido presidente del CSI-F en Guadalajara durante veinte años, José Luis Gismera, tiene claro que le van a acabar expulsando del sindicato tras haber declarado en la Comisión de Garantías.
No han pasado muchos días desde que el que fuera presidente de CSI-F en Guadalajara, José Luis Gismera, que fuera destituido de su cargo de manera cautelar y suspendido de militancia, haya pasado por la Comisión de Garantías de este sindicato para responder a las acusaciones que hay contra él, acusaciones que él atribuye a una “maniobra” del comité de Castilla-La Mancha.
Gismera ha declarado ante la citada Comisión pero con la certidumbre –tal y como ha señalado- de que pese a “nimiedad” de las cuestiones de las que se le acusa, alguna de ellas reconocida como cierta, se le va a condenar y expulsar del sindicato después de más de 20 años al frente del timón, con momentos buenos, mejores y peores.
José Luis Gismera sabe que no todo se ha hecho bien pero tiene el convencimiento de que en general se han llevado las cosas como se tenían que llevar y que todo esto es porque hay intereses que no se conjugan con que el continúe en este puesto.
Gismera denuncia una maniobra del presidente regional
Lo que lamenta es que su nombre pueda quedar en entredicho y que esta organización defienda más “la cúpula que las bases”, aludiendo no sólo al caso de Guadalajara sino a las situaciones que se están dando en otras provincias de Castilla La Mancha como es el caso de Cuenca, por poner un ejemplo.
“Que una persona que durante 20 años ha dirigido una organización no cometa un error sería ser perfecto. En Guadalajara puede que hayamos hecho algo mal pero lo que nunca hemos hecho es nada malo”, ha dicho a Guadalajara Diario, disgustado y también cabreado.
Para Gismera de todo esto lo que queda claro que “hay unos personajes que mueven como una marioneta del presidente territorial, que se jubila pronto y quieren reubicarse, y hacerlo sin tener oposición, y por eso hemos sido todos fulminados, no sólo aquí, en Guadalajara, sino también en Cuenca y Albacete, para preparar su colocación para el próximo congreso”; esa es su impresión, y así la ha dado a conocer a este medio.
Se están produciendo bajas
Por último, Gismera ha señalado que una de las consecuencias más inmediatas que está teniendo todo esto es la pérdida de militancia, habla de al menos unas 400 personas, y lamenta de que detrás de todo primen los intereses de unos cuantos por encima de los de los propios sindicados.
De momento, tras el cese de Gismera como presidente, la dirección de esta central sindical de funcionarios ha quedado en manos de una Comisión Gestora formada por cuatro miembros y dos asesores hasta que se resuelva dicho expediente.
Junto al expediente cautelar abierto a Gismera se ha abierto expediente a otros dos miembros de su ejecutiva, J.D, y E.F, cada uno por diferentes razones.