Las rutas para llevar los residuos nucleares al ATC de Villar de Cañas desde las centrales de Trillo y Zorita pasarían por los términos municipales de 17 poblaciones de la provincia de Guadalajara, según un informe difundido hoy por Greenpeace. El director provincial de Fomento, Julio Calle, lo considera “un riesgo innecesario” para las citadas poblaciones, aunque obvia que de no construirse un ATC en España los residuos deberán de permanecer durante cientos de años en los emplazamientos de las centrales españolas en sus almacenes temporales individuales, ATIs, que no están licenciados para un alojamiento indefinido.
Las rutas de transporte para trasladar los residuos nucleares desde alguna de las dos centrales existentes en Guadalajara, Trillo y Zorita, esta última en fase de desmantelamiento, pasarían por los términos municipales de 17 poblaciones de la provincia de Guadalajara. Así se recoge en el informe ‘El viaje de los residuos nucleares al ATC’, presentado hoy en Madrid por los ecologistas de Greenpeace.
En él se explica que, si finalmente el Gobierno de España instalara el cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca), como está aprobado por el gobierno, 40 convoyes con residuos nucleares pasarán anualmente a través de siete rutas por 216 municipios con destino a esta localidad conquense. De ellos, 71 están en Castilla-La Mancha y 17 en la provincia de Guadalajara, en concreto Alaminos, Albalate de Zorita, Almadrones, Almonacid de Zorita, Alovera, Argecilla, Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo, Cifuentes, Cogollor, Gajanejos, Guadalajara, Ledanca, Masegoso de Tajuña, Muduex, Torija y Trijueque.
"Municipios con riesgo de contaminación"
El director provincial de Fomento, Julio Calle, considera este hecho “un riesgo innecesario” para la provincia de Guadalajara y para el conjunto de Castilla-La Mancha, y asegura que “los contenedores donde viajan estos residuos no son invulnerables”. Además, según él los municipios que formen parte de una ruta de transporte nuclear “serán percibidos por la ciudadanía como municipios con riesgo de contaminación, algo que puede afectar negativamente a su potencial turístico y de promoción económica”.
Julio Calle ha recordado además las declaraciones realizadas el sábado por la consejera de Fomento, según las cuales no consta en la Junta que el anterior Ejecutivo regional elaborase ningún informe sobre la seguridad de las rutas de transporte para llevar los residuos de alta actividad desde las distintas centrales nucleares españolas hasta Villar de Cañas. “Los informes técnicos ponen en duda que los terrenos elegidos para ubicar el ATC sean seguros y a ese riesgo inasumible habría que añadir ahora el del transporte de residuos, que afectaría directamente a 17 términos municipales de nuestra provincia”, afirma Julio Calle.
ATIs con licencias temporales
Calle obvia que de no hacerse ese ATC, bien en Villar de Cañas o en otro lugar de España, llevaría consigo el alargamiento de la vida de los almacenes nucleares en Trillo y Zorita, para lo que no están preparados. De hecho, las licencias para los almacenes individuales de las citadas centrales son temporales, y solo hasta que se construya en España el Almacén Temporal Centralizado (ATC), que está previsto en los diferentes planes estatales de residuos que se han aprobado en las Cortes de España, con el consenso de PP y PSOE. Por ello, los contenedores en los que se guardan los residuos de alta actividad en Trillo y Zorita están preparados para el transporte, y licenciados por el Consejo de Seguridad Nuclear sobre la base del peor de los accidentes que se pudiera producir en un transporte de carretera.
Días pasados, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, abogó porque sean las centrales nucleares las que gestionen su “basura nuclear” (sic) y reiteró que combatirá con todas sus fuerza el ATC de Villar de Cañas, porque es el "peor emplazamiento posible". Y en una entrevista radiofónica añadió que de esta misma opinión participaba la ex presidenta Cospedal y lo más novedoso, las propias centrales españolas.
El ATC proyecta levantar una construcción cerrada al modo y manera de lo que hay en otros países europeos (su referencia es el ATC de Haaborg en Holanda) en donde todas las operaciones están robotizadas y se necesita muy poco personal de mantenimiento. En una planta aneja iría un centro investigación sobre el comportamiento de los residuos nucleares (los de alta actividad tienen una vida de miles de años), un sector donde los científicos reconocen que queda mucho por investidar. El lugar para su emplazamiento en Villar de Cañas se eligió por el gobierno central después de que se abriera una convocatoria pública a la que se presentaron una docena de municipios candidatos de toda España. En Guadalajara se postuló el de Yebra.
Por lo que respecta a la central “José Cabrera”, la más antigua de España, la previsión es que pueda ser cedida por ENRESA a su propietario, ahora Gas Natural-Unión Fenosa, para el 2018, con el suelo completamente liberado, una vez que se hayan llevado los residuos al ATC de Villae de Cañas. A partir de ahí, la citada empresa podría utilizar ese suelo industrial para lo que crea oportuno.
El ministro de industria José Manuel Soria declaró recientemente que de no construirse el ATC, habría que detener la producción nuclear en España y que esto supondría un encarecimiento del recibo de la luz de hasta el 30%.