Al Olmo viejo hendido por el rayo // y en su mitad podrido// con las lluvias de abril y el sol // de mayo// algunas hojas verdes le han salido//. Son versos de Antonio Machado (1875-1939) dedicados al árbol más común de nuestra provincia, que no el más numeroso que es el pino.
Sabemos que además de las olmedas de Sigüenza, Brihuega, valle de Torija, había en las plazas y lugares destacados de nuestros pueblos, como monumentos vegetales, unos árboles singulares , olmos centenarios, corpulentos y frondosos, con aspecto matriarcal al acoger bajo sus ramas y hojas, las reuniones de amigos, el susurro de los enamorados, presidir los acontecimientos que se producían en su entorno… Olmas las llaman y según dicen más de cuatrocientas había en los municipios de Guadalajara.
La grafiosis, producida por el hongo phiostoma y transportado a los troncos de los árboles por el escarabajo scolytus , invadía los vasos de los mismo y les causaba la muerte. Cerca del 80% de los olmos de nuestra provincia murieron y se infectaron por la plaga , desarrollándose de manera agresiva en la década de los años ochenta del pasado siglo, que se extendieron hasta principios del actual.
Olmas históricas que murieron , a pesar de la lucha y de las instituciones por evitarlo, mi recuerdo a algunas: las de Milmarcos, plantadas en 1646 y 1746 según figuraba grabado en la piedra de los muros de la iglesia; la de Taravilla, en 1776 y otras olmas centenarias que son historia y que muchas de ellas han dejado sus troncos, como muestra y ejemplo del esplendor que tuvieron en su día y en los aconteceres del momento. Olmas centenarias, Alhóndiga, Campillo de Dueñas, Corduente, Hinojosa, Jadraque, Lebrancón, Luzón, Pardos, Rillo de Gallo , Romanones , Traid….Algunas muy enfermas como la de Amayas y otras que perviven: Poveda de la Sierra, con el recuerdo del mago de la guitarra Segundo Pastor bajo su sombra , Huertapelayo a cuyo resguardo escribía Salvador Embid sus homilías, las de Angón, Bujalaro , Mazarete,Mochales…
Con un recuerdo especial a las olmas de Pareja y Guadalajara, la primera de ellas, una olma literaria, de ella escribe Camilo José Cela (1916-2002), premio Nobel de Literatura 1989 en su “Viaje a la Alcarria” en 1946 al hablar de la plaza: “ en el centro tiene una fuente de varios caños con un pilón alrededor y un olmo añoso, olma porque es redondo, copudo , matriarcal , un olmo tan viejo, quizás como las piedras más viejas del pueblo”.
También hablan de él Salvador Toquero y Santiago Barra en su libro “Buscando a Cela en la Alcarria”, publicado en 1982 en su primera edición y en 2016, la segunda: “La plaza esta pavimentada en cemento. Al viejo, al enorme olmo le han puesto un cinturón de escalinatas … En el olmo, a medio tronco , alguien ha pintado la bandera nacional”.
Y en 1986 en el “Nuevo viaje a la Alcarria” lo vuelve a mencionar Camilo José Cela: “ en la plaza de Pareja sigue la olma dando sombra y adorno , las señoritas de Madrid no distinguen un olmo de una olma ¡allá ellas! La olma de Pareja tiene quinientos años ,viene de los reyes católicos y el descubrimiento de America “… La olma de Pareja que tenía una altura de 35 ms. y un diámetro de 4,20 cms, enfermo de grafiosis, murió en el 2013 y su tronco, que pesaba 12.000 kg., fue llevado el año 2015 al parque infantil , hoy llamado del Olmo Viejo , donde le miran y le recuerdan.
La olma centenaria (más de dos siglos se dice que tenía) de Bejanque, en Guadalajara, comenzó a enfermar, se la sometió a tratamiento, pero poco a poco fue debilitándose, en el año 2008 se encontraba moribunda, en el 2010 se secó por completo, hoy en el mismo lugar donde fue plantada se puede contemplar su esqueleto con las cuatro corpulentas ramas sobre el tronco principal , semejando un candelabro de madera, sujeta por un armazón metálico tripoidal .
Gran parte de las olmas centenarias de Guadalajara han ido muriendo, no quedan muchas de las que fueron testigos mudos de las historias de nuestros pueblos, en muchos casos se han obtenido clones, es decir plantas obtenidas del árbol singular y querido y han sido plantadas en el mismo lugar donde aquel estuvo, con la esperanza de que como los anteriores, con el paso de los años, sigan creciendo para convertirse en olmas, para referencia y orgullo de sus habitantes.
José María Bris Gallego.
7 de enero de 2021.