El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, ha calificado hoy como “una buena noticia”, que las pruebas de silicosis realizadas en Taracena, por emisiones de caolín de la fábrica Caobar, hayan dado resultado negativo entre los primeros vecinos que se hicieron las citadas pruebas. Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos Afectados por Caobar insisten en que hay confirmados 7 casos de silicosis entre los trabajadores y reclaman que no se minimice el problema, porque queda mucha tela que cortar.
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El alcalde también confirmó que la empresa Caobar presentó en el Ayuntamiento un proyecto para mejorar sus instalaciones de Taracena “y, después de que los técnicos hayan hecho su trabajo espero que muy pronto todas las medidas correctoras se puedan llevar a cabo”, añadió.
El alcalde de Guadalajara celebró en declaraciones a los medios de comunicación que los primeros resultados de las pruebas que algunos vecinos llevaron a cabo a iniciativa propia no hayan detectado casos de silicosis. En todo caso, Román ha asegurado que el Ayuntamiento tiene la obligación de hacer cumplir a todas las empresas los requisitos legales para que desarrollen una actividad “y, por tanto, vamos a seguir el camino emprendido hace mucho tiempo en tratar de que las empresas ubicadas en Guadalajara cumplan la legalidad”.
No obstante, el alcalde precisó que el ayuntamiento tiene que interesarse, sobre todo en la protección del ruidos ”porque el tema de la calidad del aire es una competencia autonómica por estar el municipio por debajo de 100.000 habitantes”.
En ese sentido, Antonio Román, ha señalado que en lo referente a la protección de los trabajadores “la empresa tendrá que establecer contactos con Trabajo y Sanidad para adoptar las medidas pertinentes y espero que lleguen a buen fin”.
Finalmente, el alcalde ha adelantado que los técnicos municipales ya han estudiado el proyecto que la empresa Caobar presentó en el Ayuntamiento para mejorar sus instalaciones de Taracena “y, después de que los técnicos hayan hecho su trabajo espero que muy pronto todas las medidas correctoras se puedan llevar a cabo”.
Asociación:"Hay siete trabajadores con silicosis"
Al hilo de estas declaraciones, Jaime García Quemada, uno de los portavoces de la citada asociación manifestó a GD que el alcalde no debería minimizar el problema, porque "él no viva en Taracena" y recordó que según les han manifestado los propios trabajadores se han detectado hasta siete casos de silicosis entre la plantilla. Hay que recordar que la Junta de Comunidades también reconoció la existencia de casos de silicosis entre el personal, aunque no precisó el número.
Desde la asociación, se reconoce que efectivamente las pruebas a las que se sometieron algunos vecinos han descatado la silicosis. En concreto, hay resultados de un ex trabajador de la fábrica y del presidente de la asociación y su familia, que viven pared con pared con la misma. Todavía no hay resultados de otros dos vecinos que se hicieron las pruebas, aunque el médico les ha dicho que es muy raro que se pueda contraer la enfermedad sin trabajar en la fábrica.
Días pasados, vino desde Toledo y se entrevistó con miembros de la asociación la directora general de Calidad e Impacto Ambiental, Matilde Barragán, quien les dio cuenta verbalmente de algunos informes que estaba realizando esa dirección general para lo que habían venido unos ténnicos desde Toledo. "Lo que nos nos gustó es que avisaran antes de la inspeción, con lo cual en el día que llegaron la fábrica estaba parada y no vale para nada". Desde la asociación se les propuso que instalaran una unidad móvil de medición para que se pudiera hacer un estudio serio y continuado de las emisiones."Nos dijeron que si la fábrica volviera a superar los niveles de emisiones establecidos se podría clausurar cautelarmente".
García Quemada si reconoce algunos avances desde que este caso salió a la luz pública y que hay menos caolín en las calles de Taracena, e incluso que la empresa ha subido la altura de la valla:"Parece que hay menos polvo de caolín, pero habrá que esperar al verano cuando cambia el aire".
Donde no reconocen avances es en materia de ruidos: "Todo sigue igual", aunque confían que la nueva ordenanza sobre la materia, que se aprobó en el último pleno el Ayuntamiento, y que ha elevado la cuantía de las multas, tenga su efectividad en unos seis meses.