Han sacado a la luz restos arqueológicos aún sin datar, que apuntan a hechos históricos sobre Sigüenza no contemplados.
En los últimos tres meses, las excavaciones arqueológicas practicadas en la Iglesia de Santiago le han dado un giro inesperado al proyecto de su conversión en un Centro de Interpretación del Románico Provincial.
En la actualidad, la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago (AAISS) ya cuenta con un proyecto museístico y también con el proyecto de obras necesario para restaurar el edificio dedicándolo al fin previsto. De acuerdo con la legislación vigente, anteriormente ya se habían realizado otras campañas arqueológicas, preceptivas a las obras posteriores. La primera, previa a la intervención de la cubierta, se ejecutó en 2003. No aparecieron datos relevantes. La segunda, ya con Ricardo Barbas como arqueólogo responsable, se practicó en el presbiterio, en el año 2015. Condujo a la recuperación del solado original del siglo XII, además de solado posterior, construido en cerámica, amén de otros interesantes hallazgos. La última intervención ejecutada hasta la fecha, se llevó a cabo a lo largo del año 2016 mediante la técnica del georradar. El resultado fue una imagen global del subsuelo de la Iglesia y el descubrimiento de nuevos focos de interés.
Mientras la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago de Sigüenza llevaba a cabo las gestiones necesarias para la búsqueda de financiación, aprovechando el frío invernal que no permite llevar a cabo actividades culturales ni conciertos en el edificio, se inició la campaña de excavación arqueológica correspondiente a la nave central, en la zona más próxima al presbiterio, donde el georradar indicaba que podría existir algún elemento significativo.
Esta ( ) dio comienzo el 17 de enero de 2017, bajo la dirección arqueológica de Ricardo Barbas nuevamente. Los trabajos se han llevado a cabo según el plan establecido en el Proyecto de Excavación Arqueológica presentado, autorizado y aprobado por los servicios periféricos de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, con fecha 19 de diciembre de 2016.
Prácticamente de inmediato aparecieron objetos de cierta relevancia, tales como anteriores enterramientos, cerámica y otros, de los cuales la AAISS aportará el correspondiente informe, una vez se hayan analizado y datado. Cuando la excavación llegó a una profundidad de 1,20 m por debajo de la cota de suelo de la nave actual, aparecieron unos muros que los responsables de los trabajos consideraron de mayor importancia. Así, se amplió la excavación a un volumen superior al previsto inicialmente.
Cuando se siguió profundizado, buscando los arranques de estos muros, apareció un extraordinario aparejo, un muro de piedra de una excelente fábrica, con una hilada de piedras en espiga en la zona superior, muy poco común. La base del muro, paralelo al de la base del arco triunfal, se encuentra a más de tres metros de profundidad respecto al suelo del presbiterio.
Ahora, la intención del equipo que lleva a cabo los trabajos es, una vez descubierto este paramento, seguir la traza de los muros perpendiculares al inicial, para averiguar la forma de la edificación encontrada y su significado. En la actualidad, la AAISS está a la espera de que se puedan dar fechas, para lo que se utilizará la cerámica encontrada, pero todo apunta a que el hallazgo aporta nuevos datos a la historia de Sigüenza no contemplados hasta ahora.
Los hallazgos, probablemente los más antiguos de cuantos han aparecido en la ciudad, hacen que la AAISS se tenga necesariamente que replantear su forma de trabajo y su calendario. “En estos momentos es cuando necesitamos del apoyo de toda la sociedad seguntina y de las instituciones para seguir avanzando, no ya sólo en el Centro de Interpretación del Románico, sino en la culminación de un proceso de gran trascendencia para la historia de Sigüenza”, afirma Elena Guijarro, presidenta de la AAISS.