De acuerdo con las normas de la autoridad sanitaria, las parroquias están preparando la vuelta de los cultos públicos y demás actividades parroquiales, de modo preferente en las comunidades con más fieles. A tal propósito, el Obispado, mediante la Oficina de Información, ha enviado a los párrocos una nota con las medidas de prevención a tener en cuenta en los templos católicos cuando los actos religiosos se reanuden. Primero, desde el inicio de la semana que viene, volverán las eucaristías dominicales y diarias. Y en siguientes fases, los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral. Como dice la nota en su introducción, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, mons. Atilano Rodríguez, asume el conjunto de medidas publicadas por la Conferencia Episcopal Española. El prelado pide, así mismo, “prudencia para no poner en riesgo la salud, especialmente de las personas mayores o más vulnerables”. Según el ultimo punto, el lunes 11 comienza la aplicación de estas medidas de cara a tener una preparación idónea para las celebraciones del domingo 17 de mayo.
Con caráctder general, se establece el aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y respetar la distancia de seguridad.
Los nueve apartados de la nota empiezan recordando los cuatro períodos establecidos. Siguen las disposiciones de carácter general. En tres apartados destacados habla de observaciones a tener en cuenta al entrar en el templo, durante la liturgia y a la salida de la celebración. Especifica medidas a observar en otras celebraciones (bautismos, confirmaciones, exequias…) y en la atención directa de los párrocos a los fieles, así como orienta sobre las visitas a las iglesias, que no serán turísticas hasta que así se permita a nivel nacional. Por último, la nota alude a la utilización de dependencias parroquiales para reuniones.
Estas son las instruccciones en cuanto a los ritos principales al margen de la misa:
Confesiones: además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.
Bautismo: Rito breve. En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos. En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.
Confirmación: En la crismación se puede utilizar un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del bautismo. Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos.
Matrimonio: Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes. Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.
Unción de enfermos: Rito breve. En la administración de los óleos puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente. Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. En todo caso, obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes.
Exequias de difuntos: Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.
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