GUADALAJARA. Semana Santa (Variable).
En realidad, la historia actual de la Semana Santa en la ciudad de Guadalajara es breve, excepto en un par de casos, puesto que la mayor parte de las cofradías y de los “pasos” que se sacan son posteriores a la Guerra Civil 36-39. Anteriormente a estas fechas sólo existieron dos cofradías, que siguen vivas en la actualidad: la hermandad de la Virgen de la Soledad, la más antigua de Guadalajara, fundada en 1573 (que no en 1469 como se viene diciendo) y reorganizada posteriormente -en 1817 tras la Guerra de la Independencia- y la de Nuestra Señora de los Dolores, que, al parecer, viene del siglo XVII.
Las cofradías participan activamente en la Semana Santa, partiendo desde el Domingo de Ramos, con la imagen de la entrada de Jesús en Jerusalén; el Miércoles Santo, en que la cofradía de la Dolorosa va desde santa María a la antigua cárcel, en recuerdo del indulto de un preso que se ha estado celebrando hasta hace pocos años; el Jueves Santo, en que desfilan dos cofradías: la de Jesús Nazareno y la de la Pasión de Nuestro Señor; y ya en la mañana del Viernes Santo, con salida desde la iglesia de san Ginés, la procesión del Cristo del Amor y de la Paz.
Sin duda la belleza de los pasos procesionales y el celo de las cofradías y hermandades se concentra en la denominada procesión del Silencio y Santo Entierro que tiene lugar el mismo día de Viernes Santo.
La procesión suele comenzar a eso de las ocho de la tarde en la iglesia de san Ginés y desde allí va “recogiendo” los pasos establecidos en las distintas parroquias -san Nicolás, Santiago y santa María-, desde donde -como concatedral- comienza la procesión que alternativamente (un año en Sigüenza y otro en Guadalajara) encabeza el Obispo de la Diócesis Sigüenza-Guadalajara acompañado por el resto de autoridades, hasta regresar a su lugar de origen: santa María, después de haber recorrido las calles más importantes de la ciudad: Ramón y Cajal, Bejanque, La Carrera, Plaza de Santo Domingo, Mayor, Fluiters, Teniente Figueroa e Ingeniero Mariño.
Es curioso significar que, en esta procesión del Viernes Santo, participa un número aproximado a las dos mil personas, considerando unas doscientas cincuenta por cada cofradía.
Hagamos ahora una breve reseña de cada una de las hermandades de la ciudad de Guadalajara, señalando de antemano la parroquia la que están unidas. Son las siguientes, y para ello seguimos un texto de Inmaculada Beguería que nos puede servir de pauta:
En la iglesia concatedral de santa María:
Cofradía del Cristo Yacente del Santo Sepulcro.
Fue fundada tras la contienda civil del 36/39 como Hermandad de Caballeros Cruzados Excombatientes del Santo Sepulcro.
Sus componentes acompañan la imagen de Cristo Yacente, realizada por el imaginero Fernando de la Cruz, vestidos con un hábito negro y capa roja con la cruz de los Caballeros Cruzados bordada.
Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores.
Parece ser que su origen parte de la antigua Esclavitud de Nuestra Señora de los Dolores, fundada en el siglo XVII y cuya misión era fundamentalmente de carácter asistencial entre grupos artesanos.
Hasta el primer tercio del siglo actual su culto consistió, prioritariamente, en recordar los Dolores de Nuestra Señora, durante el mes de septiembre.
Su imagen es moderna ya que la anterior fue destruida en 1936. Sale en la procesión del Silencio vestida de luto en una carroza cubierta de terciopelo negro bordado en oro. Sus cofrades visten capuchón negro y túnica blanca, con los emblemas de la Pasión del Señor bordados.
También saca esta cofradía la imagen del Calvario, consistente en una sencilla cruz con san Juan y la Virgen de los Dolores, de notable antigüedad, que se conserva en el convento de carmelitas de San José o de Abajo.
En la iglesia de san Ginés:
Hermandad del Santísimo Cristo del Amor y de la Paz.
Fue fundada en 1956. Su paso es el de Cristo Muerto en la Cruz sobre un monte de claveles rojos. Visten túnica blanca, capuchón, manguitos y cíngulo rojo -símbolo del amor y de la paz- y desfilan con una cruz de madera a los hombros, los hombres con un crucifijo al cuello y las mujeres con escapulario.
En la iglesia de san Nicolás:
Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Se formó gracias a la autorización del papa Pío XII, como agregada a la archicofradía del mismo nombre de los capuchinos de Madrid. La imagen del Nazareno (Cristo de Medinaceli) fue realizada en 1946 por el escultor Cruz Conde cuando fue creada la Esclavitud de Nuestro Padre Jesús, y se saca en la procesión del Viernes Santo, así como el paso de Cristo Crucificado. Sus cofrades visten túnica y capuchón morado.
Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad.
Es la más antigua de en 1859. la ciudad, fundada en 1573, cuya imagen primitiva se custodiaba en la ermita de la Soledad, incendiada en 1936. Desde esta fecha, los treinta y siete hermanos supervivientes impulsaron el crecimiento de la hermandad y de la Asociación de Esclavas de Nuestra Señora de la Soledad, creada en 1859. La imagen actual es obra de José F. Martínez Duches, que la realizó en 1941.
En la iglesia de Santiago Apóstol:
Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de la Esperanza (La Macarena).
Su creación fue aprobada por el cardenal Pla y Deniel y su imagen, costeada por el Colegio de Agentes Comerciales de Guadalajara -su patrona- fue encargada al escultor imaginero Sixto Alberti, siendo copia de la Esperanza Macarena de Sevilla.
Comenzó a desfilar en año 1954, todos los miércoles, hasta 1968 en que dejó de hacerlo debido a las obras de la iglesia, volviendo con nuevos bríos en 1987, contando con el apoyo de la cofradía de la Pasión del Señor. Uno de sus cometidos consistía en llegar a la Prisión Central con el fin de liberar a uno de los presos.
Visten capuchón verde, túnica y capa crema y cíngulo verde y oro.
Cofradía de la Pasión del Señor.
Fundada en 1945. Su imagen de Nuestro Padre con la Cruz a Cuestas, encargada al tallista Higueras, fue pagada mediante suscripción popular. Tras la crisis de los setenta se constituyó la cofradía de Esclavas de Nuestra Señora de la Piedad, cuyo paso -que representa a la Virgen María con Jesús muerto entre sus brazos, acompañada de dos ángeles-, es el único que sacan las mujeres. Se guarda en el santuario de la Virgen de la Antigua.
Visten túnica morada, capuchón blanco con una cruz bordada a la altura de la frente, guantes blancos y cíngulo dorado.
Esta misma cofradía saca un tercer paso: el del Cristo de la Expiración o de la Agonía, talla del siglo XVII procedente de la capilla del cementerio municipal y recientemente restaurada.
(Continuará)
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