El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sorprendió esta semana a casi todos cuando realizó en público una propuesta para dar una salida al laberinto en el que se encuentra el Fuerte de San Francisco. Dijo ante la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, que van a plantear hacer allí el proyecto del Centro de Formación Profesional integrado, un lugar que describió similar a la universidad en materia de formación y deslizó que incluso se podría plantear allí otra inversión relacionada con los universitarios, como es hacer una residencia universitaria. Hay que recordar que el gobierno regional, después de las últimas elecciones locales, cambió sus planes para la construcción de un centro de formación profesional de la capital alcarreña a Azuqueca de Henares, como desveló Guadalajara Diario, con el consiguiente disgusto de la alcaldesa Guarinos. Sería esta propuesta, por tanto, una salida que da Page a una decisión ciertamente cuestionable, aunque hay muchas más cosas en juego. A saber.
A Guadalajara, con un alto número de población joven y una economía pujante en materia de empleo, le vendría muy bien cualquier iniciativa que facilite la formación de esos jóvenes y su proyección laboral. Page no dio detalles sobre el proyecto, como es lógico, porque primero deberá ser el consejero del ramo el que lo presente al Ayuntamiento de Guadalajara, así que habrá que esperar hasta entonces para saber qué se nos ofrece en su variante educativa y curricular, así como la inversión prevista. No conviene lanzar las campanas al vuelo cuando es esta la tercera ubicación que se propone para este proyecto de formación, después de haberse hablado de la antigua prisión provincial y del que fue edificio de la Escuela de Hostelería. Pero la idea en principio me agrada, por ese perfil joven de Guadalajara al que aludía, aunque no se me oculta que su gestación no será fácil, teniendo en cuenta de que compete a administraciones gobernadas por distinto partido político. Sería una buena lección comprobar que en Castilla-La Mancha ese muro es más fácil de saltar que en otras regiones españolas donde se fomenta la división como estrategia política.
Lo que sí tengo muy claro, y me anima a creer que el proyecto no descarrile, es que tanto Junta de Comunidades como Ayuntamiento de Guadalajara están obligados a entenderse, porque les interesa a ambos. Ninguno de los dos tendría que sentirse en una posición secundaria.
El gobierno regional del PSOE debe empeñarse en el éxito de la iniciativa planteada por Page porque sería una manera de dejar zanjada una peliaguda sentencia judicial firme que obliga a la comunidad autónoma a la rehabilitación del Fuerte de San Francisco como pago a los beneficios obtenidos en su día por la urbanización y venta de los terrenos del antiguo recinto militar. Hasta ahora se han manejados tres proyectos diferentes: biblioteca, escuelas municipales y ciudad del cine, que han fracasado o se han abandonado por diferentes razones, y que nos deberían de servir de ejemplo para no tropezar tres veces en la misma piedra. Así, la ciudad del cine, que siempre me pareció una buena idea, tuvo una mala gestación, porque dejó a un lado al Ayuntamiento y pecó de oscurantismo en cuanto su modelo de gestión por una empresa privada, lo que propició que destacados miembros de la cultura local se posicionaran en contra, y el gobierno municipal lo aprovechara para desentenderse de la iniciativa.

El gobierno municipal del PP no debería ver fantasmas donde tal vez no existan, porque sabe muy bien que por iniciativa propia no va a poder rehabilitar, nunca, el recinto del Fuerte, y ya se ha visto que tras el fracaso de la ciudad del cine no se ha planteado ninguna otra alternativa. Es verdad que tiene una sentencia que le beneficia, pero cualquier jurista le dirá que la Junta puede dilatar su ejecución indefinidamente, porque siempre puede alegar que tiene otras prioridades. Y patada a seguir. Mientras tanto, el Ayuntamiento es el que sufre los problemas derivados de un complejo que en parte está en ruinas y es saqueado permanentemente, lo que ya ha dado lugar a incendios que algún día nos pueden acarrear una desgracia.
Comunidad autónoma y ayuntamiento podrían cometer el error de creer que la solución es dejar pasar el tiempo hasta la elecciones autonómicas y locales de 2027, y a ver si entonces coinciden políticamente ambos gobiernos. Page incluso lo ha advertido al matizar que el proyecto que pone sobre la mesa necesita una respuesta urgente, porque si no sale de esta manera “va a ser muy difícil que lo podamos abordar en esta esta etapa”; y concluyó: “habrá que esperar a otras con mejores coyunturas”. Más claro, agua. Guadalajara no se puede permitir el lujo de esperar a que ayuntamiento y comunidad autónoma estén gobernados por el mismo partido, porque el antiguo complejo militar, en ruinas, no espera.
Así que por una vez voy a ser optimista y creer esta vez no vamos a fracasar. Porque el Ayuntamiento necesita de la Junta para definir un proyecto en el Fuerte que sea viable económicamente; y la Junta tiene una sentencia que cumplir y al Ayuntamiento para desarrollar cualquier proyecto digno de tal nombre. Esto es lo que hay. Obligados a entenderse.
LA FRASE: “Europa debe volver a la acción. No podemos seguir siendo meros espectadores porque, si lo hacemos, terminaremos con un Afganistán en Europa”. (HENZ BUDE, profesor y sociólogo alemán, autor del libro “La sociedad del miedo”).