-CIZAÑA-

Para JUAN PABLO SANCHEZ SANCHEZ-SECO, subdelegado del Gobierno en Guadalajara, por haber puesto en marcha un proceso sancionador contra dos integrantes de La Otra Guadalajara que se manifestaron en contra del tradicional abandono   que se viene produciendo en la comarca del Señorío de Molina durante una visita de la presidenta regional a Molina de Aragón.

Lo más sensato, ya digo, habría sido  no darse por enterados de que algunas personas manifestaban su descontento en los confines de Castilla-La Mancha, porque con la sanción lo único que han hecho es amplificar una humilde protesta, pero ya que se ha metido la patita lo mejor que podría hacer don Juan Pablo es enmendarla en vez de sostenerla  porque, entre otras cosas, nunca una publicidad ha salido tan barata (604 euros). 

Además, sería bueno comparar lo que hacen algunos en calles céntricas de Madrid y lo que hicieron otros en el páramo molinés para sentir un poco de vergüenza de que dos jubilados hayan sido sancionados por mostrar un par de pancartas y corear unos eslóganes mientras que otros más jóvenes llegan a ser considerados hasta como héroes después de agredir policías y destrozar el mobiliario urbano.

                                           -JALEA REAL-

Para MARÍA DOLORES DE COSPEDAL, IGNACIO GONZÁLEZ, JUAN VICENTE HERRERA Y JOSÉ ANTONIO MONAGO, presidentes de las Comunidades Autónomas de Castilla-La Mancha, Madrid, Castilla y León y Extremadura, respectivamente, por haber tenido la sensatez de firmar un convenio que va a permitir que los cazadores y pescadores de esos territorios tengan una licencia común a la hora de desarrollar unas actividades que, dicho sea de paso, además de lúdicas producen importantísimos beneficios económicos para los mencionados gobiernos regionales.

Desde luego, los citados mandatarios no han tenido que aprobar un Master en Harvard o Yale para llegar a tomar una decisión que miles de personas venían demandando desde hace años porque, sencillamente, era de sentido común que conejos, peces o aves, no suelen respetar hipotéticas fronteras en sus habituales desplazamientos, pero también es verdad que el sentido común suele ser el menos común de los sentidos.

En todo caso, también tengo claro que esta decisión tan sencilla sólo ha sido posible porque la señora y los caballeros firmantes pertenecen a la misma formación política. Pensar en algo así entre dirigentes de partidos enfrentados es utopía… y una pena.