En el post de hoy no me voy a Madrid, ni uso el Smartphone, ni pongo la “tele”. Un día como hoy doy unos pasos y aparezco en La Concordia. Y es que tenemos maravillas a la vuelta de la esquina, que no apreciamos como deberíamos.

El que fuera el primer parque público de la ciudad de Guadalajara, con algo más de siglo y medio de historia, es uno de esos lugares mágicos de la ciudad.

Este parque está lleno de recuerdos, algo que seguro, comparto con la mayoría de los alcarreños que han pasado mañanas y tardes de su infancia en él. Y lo que no es infancia, pero puede que ésta sea la etapa en la que más se ha disfrutado de él y de la que se dibuja una sonrisa en la cara al rememorarla.

Cuando llegaba el buen tiempo, el abuelo me llevaba de la mano al parque, con una bolsita de pan en trocitos para dar de comer a las palomas, ¡que no había pocas por cierto!, a coger piñones que caían de los pinos en las zonas de césped donde hasta hace poco, se situaba la estatua de Primo de Rivera.

Los juegos en los columpios, el gran elefante de hierro al que era todo un reto subir. El arenero en el que te ponías perdido y tu madre se desesperaba.

El “quiosco de la música” en el que nunca había músicos, y si conseguías subir a él, te sentías como un ninja. Otro tipo de quioscos nos gustaban más, ¡los de chuches! Los dos pequeños que había al principio del paseo, hoy desaparecidos.

Las tardes de primavera al salir del cole, las celebraciones de los cumples de los compañeros, a las que íbamos directos con el uniforme y las mochilas. Era una tarde esperadísima si había cumpleaños.

Las noches de verano, la terracita al lado de la “fuente grande” la cual llevaba instalado un juego de luces que hacía al agua cambiar de color y parecía magia…

Esos días quedaron atrás, pero los recuerdo como si fueran ayer. Todavía hoy sigue siendo uno de los lugares de referencia, a los que ir a pasear, a correr, a reunirte con amigos, con la familia, a desconectar…

Esta semana hemos recibido la primavera, aunque el clima aún sea más invernal que otra cosa, pero poco a poco, los días van siendo más largos, las horas de luz nos dan más vidilla y pronto volverán esas tardes de Concordia que tanto se echan de menos en invierno.

Querida Concordia, no te vas a librar de mí J

Permitidme dar protagonismo de nuevo a uno de los medios de comunicación de masas más importantes: la televisión. ¿Por qué otra vez? Muy sencillo, durante esta semana a través de Twitter, en concreto, a través de perfiles especializados en marketing y publicidad como @elpublicistacom, he descubierto una nueva plataforma televisiva llamada “Total Channel”, que ha llamado mi atención y despertado interés. A modo de continuación de los dos post anteriores (redes sociales y televisión), introduzco el concepto de “televisión social”. Un paso más allá.

Esta iniciativa, Total Channel, ofrece en España una alternativa de televisión de pago, sin compromiso de permanencia, a través de la que se puede ver televisión en directo o en diferido, con una oferta de unos 50 canales temáticos tales como Cosmopolitan, Calle 13, National Geographic Channel, Paramount Comedy…  pudiendo acceder a los canales en cualquier momento a través del catálogo a la carta o dejándose guiar por el servicio de recomendaciones personalizado. También aporta un sistema de grabación, sin coste añadido, donde se podrá almacenar la programación de interés y consumirlo en otro dispositivo, lugar y momento. Este es sólo un ejemplo de los muchos que pueden proliferar a partir de ahora. ¡Atentos!

Esta nueva forma de televisión, o social TV se lanza en abril y se podrán visualizar sus contenidos mediante wifi y 3G, a través de ordenadores, WEB TV, Smart TV e ipad, aunque próximamente se podrán ver a través de teléfonos móviles y videoconsolas.

El concepto televisión social o social tv viene a representar una televisión interactiva, que  integra interacción social, sistemas de recomendación, valoraciones, comentarios y participación de los telespectadores entre sí, en el momento en el que se está consumiendo o visualizando un contenido en concreto, a través de chats de texto, audio o vídeo. Esta interacción se produce principalmente, a través de las redes sociales. Creándose así una comunidad de espectadores que pueden compartir e intercambiar información y comentarios acerca de un programa o serie específicos y, a su vez, los anunciantes, podrán ver las opiniones que el público difunde en estas plataformas sociales.

La televisión se reinventa, se adapta a las nuevas necesidades de los usuarios debido a las nuevas costumbres 3.0, nuevas formas de comunicarse, de consumir información, entretenimiento y ocio.

Si bien los canales temáticos de visualización gratuita constituían una fuente poderosa de segmentación de la audiencia, esta nueva iniciativa, lo es más aún. Los anunciantes podrán dirigir sus mensajes a un público muy concreto, según los canales que contrate, pero también, según el o los dispositivos a través de los cuales consuman esos contenidos. La información acerca del perfil de los usuarios cada vez es mayor y esto es una gran ventaja para las empresas anunciantes.

Es pronto para predecir cómo va a funcionar Total Channel en España, pero creo que es un buen proyecto, útil para los usuarios que manejen estas tecnologías y, a su vez, un caramelito para las marcas por su poder de segmentación y cercanía al público objetivo.

Queramos o no, estamos ante una nueva tipología de socialización, en la que poco a poco vamos entrando y empapándonos de cada nuevo medio, sistema de comunicación, aplicaciones y demás elementos de la revolución social de internet. ¡A disfrutar!

Hoy día en España, se ve más televisión que nunca; es una de las consecuencias de la situación actual económica con su correspondiente alta tasa de desempleo: Si no hay trabajo, no hay dinero para gastar en ocio, y si no hay ocio, se tira de plan hogareño y con ello, la televisión.

Se percibe un crecimiento de audiencia televisiva, lo que es una gran noticia y oportunidad para los anunciantes. Según datos de Infoadex (referente en el control de la actividad publicitaria en España) en 2012, la televisión es ya el único medio en España en el que los anunciantes invierten más dinero que en internet: los datos de inversión publicitaria en la red han sido de 880 millones de euros en este año, mientras que la de los diarios en papel, de 766 millones. Que decir tiene, que no es ninguna novedad que la prensa escrita está sufriendo como ningún medio esta crisis.

Es sorprendente que, a pesar de todos los recortes y despidos que se están llevando a cabo en las empresas en nuestro país, ya sean multinacionales o nacionales, la inversión en publicidad no cesa. Cierto es que de un tiempo a esta parte, va cayendo, pero seguimos expuestos a cientos de mensajes publicitarios diarios. ¡Qué cosas!

La explicación: en estos tiempos que corren, más que nunca, es imprescindible para las marcas ocupar un lugar privilegiado (top of mind en el argot publicitario) en la mente de los consumidores y conseguir en ellos una intención de compra, que tengan verdaderos motivos para “elegirles a ellos y no a otros”. Se abre la veda.

Desde que existen los medios de comunicación de masas, ha habido un interés y, ahora con más razón, una necesidad, de estudiar el perfil del público objetivo de los anunciantes, obtener cuanta más información mejor, para así confeccionar a su gusto, una audiencia a la que dirigir, los anuncios que le puedan interesar a ese perfil en concreto y así dar en el clavo y no derrochar en balde.

Este estudio del público, se ha convertido en algo más fácil y accesible desde la proliferación de los canales temáticos. Tenemos para todos los gustos: de deporte, música, cocina, series juveniles, series infantiles, realities… Y como los espectadores de cada canal presentan un perfil socio-demográfico y cultural diferente, la segmentación de público es coser y cantar. En función de esto, insertan sus anuncios en el canal cuya audiencia más interese. ¡Nos tienen controlados!

Y… ¿qué es lo que vemos los españoles? Un poquito de todo, pero lo que despunta, el deporte patrio por excelencia: el partido España-Portugal de la Eurocopa 2012 reunió a 18,1 millones de espectadores, logrando un 83,3% de cuota de pantalla, un récord histórico. Otro acontecimiento muy seguido fue Eurovisión, el talent-show “La Voz” de Tele5. En cuanto a series, despunta TVE1 con “Águila Roja” y “Cuéntame”, seguidas de “La que se avecina” de Tele5.

Fútbol, música, series, ¿me dejo algo? Sí, la llamada tele-realidad con el reality “Gran Hermano” el cual en todas sus ediciones es líder en su franja de prime time, ¡qué nos gusta un cotilleo oye! Nos gusta ver lo cotidiano, los problemas, conflictos y alegrías de la gente de a pie, porque empatizamos con ellos y funciona como una pseudoterapia. ¿Por qué “Sálvame” bate récords de audiencia? Porque mezcla cotidianidad, famoseo, cotilleo y tele-realidad reflejada en todos y cada uno de sus colaboradores, es un programa cercano.

Este post demuestra que crisis económica, televisión y publicidad, van estrechamente unidas y representan todo un negocio a prueba de bombas. Una lástima no poder decir lo mismo de la prensa escrita o de la radio, pero internet está en nuestras vidas y los medios tradicionales han de adaptarse al cambio si quieren sobrevivir. Querer es poder.

Echar la vista atrás unos 8 años, me basta para pensar que vivía en el Pleistoceno poco menos…
¿Cómo nos comunicábamos sin smartphones, redes sociales y demás? Pues se podía, se podía.
El fijo seguía utilizándose frecuentemente. Teníamos el teléfono móvil y sus famosos sms o bien, la llamada de toda la vida…Y en cuanto a internet, teníamos las cuentas de correo electrónico, los e-mails, y un chat llamado Messenger recientemente desaparecido, que era para nosotros los jóvenes nuestra “red social” de la época. Bastaba con tener una cuenta de correo electrónico, añadir una imagen o foto de perfil, un estado y…a chatear con amigos, compañeros, etcétera. Permitía también el intercambio de archivos de audio, vídeo e imagen.
Ni Facebook, ni Tuenti, ni Twitter, ni Whatsapp. Allá por el 2005 si queríamos quedar los amigos, nos llamábamos por teléfono o intercambiábamos sms y, ¿qué me decís de los típicos “Te hago una llamada perdida cuando salga de casa”? a base de los llamados “toques” nos apañábamos, nos reuníamos y poníamos los cinco sentidos en la conversación, cosa que hoy, con los smartphones, estamos a cien cosas a la vez: revisando e-mails, escribiendo whatsapps, twitteando… y así perdemos la esencia de compartir un momento con los amigos. ¿Estamos sustituyendo lo real por lo virtual, o estamos ante un nuevo modelo de relación interpersonal?
Soy la primera en ponerme el mea culpa y reconocer que he adquirido esos hábitos, pero más bien, quiero verlo como un complemento y una ayuda a las relaciones interpersonales pues, hoy día, en un clic, estoy comunicándome con una amiga que vive en Londres o con el vecino.
Hacia el 2006, aparecieron de forma incipiente las primeras redes sociales como Facebook a nivel mundial y Tuenti a nivel nacional. Pero no fue hasta el 2008 cuando se empezaron a hacer populares en nuestro país. Mi estreno en este mundo, vino de la mano de Tuenti, la red social española a la que el 80% de los jóvenes estábamos literalmente enganchados, nos permitía comunicarnos a tiempo real con amigos, compañeros y conocidos, compartir fotos, vídeos, comentar publicaciones…en definitiva, estar al tanto de la vida de los demás. Al pobre Messenger le quedaban dos telediarios…
Desde hace unos 2 ó 3 años, se ha introducido y extendido el uso de los famosos smartphones o teléfonos inteligentes, y con ellos, ha nacido una revolución: sólo con llevar encima el teléfono, pasamos a tener, además de los tradicionales sms y llamadas, acceso a internet y todo lo que eso conlleva: acceso al e-mail, a las redes sociales, a navegadores y a innumerables aplicaciones gratuitas, desde un medio de comunicación, hasta una guía que te indica los mejores restaurantes de tu ciudad. ¡Increíble!
Pero la verdadera revolución ha venido de la mano del ya citado Whatsapp, un chat gratuito, que ha dejado obsoletos a los sms y que es la herramienta de comunicación más extendida entre el público joven y que, cada vez gana más adeptos de edades más avanzadas.
Lo que sí me gustaría reivindicar desde aquí, es el uso adecuado de las mismas, y en su debida edad, pues cada vez más menores y a edad más temprana, se estrenan en este mundo y, en mi opinión, hacen un mal uso de estas herramientas y parece que vale todo y…así vamos mal. Padres, ¡atentos!
Quiero acabar este post alabando esta revolución tecnológica y el mundo 2.0, que con un uso responsable y maduro, nos hace la vida un poco más fácil y nos acerca a nuestros amigos, compañeros y a miles y miles de personas en el mundo en tan sólo unos segundos. Y, en este punto, como comunicadora, destaco Twitter y reclamo su verdadera función como herramienta de microblogging, nacida para ser fuente de información y de cierta seriedad, eficaz y eficiente, que se ha convertido en un medio de comunicación por méritos propios.