Debido/Gracias a las vacaciones me entero relativamente “tarde” (10 días después de que saltara la noticia) de que la red social Facebook va a incorporar una función nueva que no es otra que la de nombrar a un “contacto de legado”; que no os engañe el eufemismo, esto viene a decir, que a partir de unas semanas, podrás designar un heredero de tu cuenta en caso de fallecimiento. Sí, han oído bien.
Facebook está presente en nuestras vidas de tal manera que es testigo de nuestros viajes, de nuevas amistades, de reencuentros, de amores, de desamores. Es vía de comunicación gratuita para familias separadas por miles de kilómetros, lugar de reunión, de postureo, fuente de información, también fuente de dinero para pequeñas empresas que no tienen presupuesto para anunciarse en los grandes medios y Facebook les ayuda por precios bastante económicos, a llegar a sus potenciales clientes…
A priori, compensa tener un perfil en esta red social, no nos cuesta un céntimo tenerlo, en todo caso, el precio a pagar es intangible ya que la intimidad personal está en juego. Si utilizamos bien esta herramienta, podemos limitar el acceso a nuestra información: lo más recomendable es configurar la cuenta de esta manera.
¿Y qué obtiene Facebook a cambio? Miles de millones de dólares. Eso sí, las cuentas han de permanecer activas para que tengan beneficios.
La opción de nombrar un heredero de tu cuenta, ya está implantada en EEUU y ahora va a llegar al resto del mundo. Y es que, si Facebook está presente en nuestras vidas, siendo realistas aunque un poco macabros, también en la muerte. Por eso las cabezas pensantes de la compañía, ponen a nuestra disposición un servicio de testamento para que dejemos en manos de quién queramos nuestra cuenta cuando pasemos a mejor vida.
Pero, ¿para qué queremos que nuestra cuenta siga viva una vez nosotros nos hayamos marchado? No se me ocurre nada más siniestro que ver un “A Pepito Pérez le gusta tu foto” cuando el pobre Pepito está criando malvas… No, definitivamente no, es un límite que no quiero franquear. Nada de legar cuentas, en todo caso legarlas para cerrarlas y que descansen en paz.
Entiendo que hay opiniones para todos los gustos, quizá haya personas que quieran conservar esas cuentas para mantener viva la memoria de sus seres queridos también en las redes sociales, pero ¿es necesario que Facebook incentive esto? No, no lo es, pero se aseguran más cuentas activas, o lo que es lo mismo, más facturación.
Ya no hay quién las pare, están en nuestras vidas hasta el infinito y más allá como decían en Toy Story; estamos casados con las redes sociales y ni la muerte ya nos separa de ellas.