El próximo día 9 de febrero un alcarreño presenciará la gala de los Premios Goya, por segunda vez, nominado al “Mejor corto de animación”; hablo de Pedro Solís, cineasta que logró el Goya en 2011 por “La Bruxa” y que en esta edición de 2014 está nominado por su trabajo “Cuerdas”.
El 7 de enero fue el día que Pedro conoció esta nominación, sin duda, el mejor regalo de Reyes que pudo tener.
Basta con oírle hablar un par de minutos para darse cuenta de que es “uno de los buenos”, no sólo profesionalmente hablando, sino como persona. Su gesto sereno, su cercanía, sencillez y la humildad con la que relata sus ideas, enamoran y eso se plasma en sus obras.
“Cuerdas”, como él mismo cuenta en una entrevista hecha por mi compañera Beatriz Tabarés, nació de la espontaneidad más absoluta. Paseando, escuchaba una canción llamada “Y al final” de Enrique Bunbury y una de sus frases, le inspiró:
“Y al final te ataré con todas mis fuerzas, mis brazos serán cuerdas…”
Un precioso mensaje en mi opinión, que ha construido la historia de una niña. Una niña que conoce a un nuevo compañero en el colegio, un niño minusválido al que integra en sus juegos a pesar de sus dificultades. Merece la pena ver este corto, que a pesar de ser “corto” tiene una gran moraleja. Un mensaje de humanidad, emotivo e integrador.
A pesar de que las cuerdas puedan parecer a priori símbolos de opresión, en esta historia es todo lo contrario, como dice Pedro: “Hay cuerdas que más que atar, liberan”.
He querido destacar este trabajo que probablemente, de no estar nominado a los Goya, no habríamos conocido, así que doy gracias a la Academia por haber seleccionado “Cuerdas” porque se merece este reconocimiento artístico. Un proyecto que no sólo es digno de ver, sino de sentir, que al final, es lo que produce o ha de producir la magia del cine, que al terminar de ver un corto o un largo, te remueva algo por dentro.
Desde aquí mi más sincera enhorabuena a Pedro Solís del que añado detrás de un buen cineasta, hay una gran persona. Mucha suerte y a por el Goya.