En busca de la virtud

En varios de mis post en “Serendipia” he tratado el tema del desempleo, sobre todo el que afecta a jóvenes con formación y estudios superiores, y en este artículo pretendo hacer un recorrido por un concepto, tan opuesto y tan cercano a la vez, que es el pluriempleo.

El que sea opuesto al desempleo está clarísimo, pero ¿por qué es cercano al mismo tiempo? Es muy delgada la línea que separa el no tener absolutamente nada de trabajo y el encontrarte de golpe y porrazo con varias ocupaciones. En esta situación se encuentran muchas personas también, que debido a los bajos salarios y contratos a tiempo parcial, han de “rellenar” sus horas libres con otros trabajos que les permita reunir a fin de mes un salario aceptable.

Hace años – no tantos, pero con esta neblina recesiva nos parece que fue en el pleistoceno- existían los contratos de jornadas completas, con sus extras y demás, que permitían vivir, pero ahora, la situación es muy distinta y encontrar una estabilidad económica es una ardua tarea.

Con esto no culpo a los empresarios, todo lo contrario, son los generadores de puestos de trabajo ahora mismo, quizás no con contratos ideales, pero por algo se empieza. Además, en muchos casos, llegan a cubrir costes y el sueldo de sus empleados y poco más. Los beneficios  son escasos o inexistentes.

El pluriempleo que está emergiendo es de tipo mixto: combina el trabajo por cuenta ajena y las iniciativas personales, aumentando el número de emprendimientos y tareas “free lance”, lo cual es interesante y loable, esto demuestra el espíritu optimista de los que se lanzan a una nueva aventura, los que al carecer de un contrato en el ámbito que les apasiona, proyectan su vocación de forma personal, bien montando una pequeña empresa, bien ofreciendo servicios de manera independiente.

Suscribo la cita atribuida al pintor y escultor barcelonés, Joan Miró: “Cuando más trabajo es cuando no trabajo. Si no trabajara, la vida dejaría de interesarme”. En mi opinión, el hombre como ser racional, necesita auto-realizarse y una de las vías es el trabajo. Lo ideal sería encontrar un equilibrio entre los dos conceptos planteados al inicio de este post –desempleo versus pluriempleo- por lo que parafraseo a otro autor, en este caso Aristóteles: “La virtud está en el término medio”.

 

 

 

 

 

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