Así se ha querido dar a conocer Castilla-La Mancha en la I Cumbre Internacional del Vino, celebrada en el Palacio de Congresos de Toledo e inaugurada el jueves 24 de octubre por María Dolores Cospedal, impulsora de esta iniciativa.

La idea es aunar turismo, gastronomía y el sector vitivinícola de la región, que tan poco valorado y explotado está de cara al mundo. Si bien es cierto que Castilla-La Mancha es en extensión y en calidad la zona más amplia de todo el mundo en lo que a producción de caldo se refiere, también es una realidad que es la gran desconocida.

La primera “lección” -o de las primeras- que aprendes en el mundo del marketing y la comunicación es que “todo lo que se hace se ha de comunicar si no, no existe”. Y esta es (era) la asignatura pendiente de la región, sacar su ventaja competitiva a pasear no sólo por sus viñedos, si no al escaparate de los medios y del mundo.

Muchos hemos sido los asistentes a la Cumbre: medios de comunicación, políticos, enólogos, bodegueros y personas interesadas en el sector como particulares, donde la estrella es nuestra ventaja diferencial: el vino. El punto fuerte que hay que explotar y exportar, no sólo físicamente, cosa que ya se hace, sino psicológicamente. Me explico. Lograr que la “marca Castilla-La Mancha” aparezca en el top of mind de cualquier persona del mundo cuando se hable de vino.

Ardua es la tarea que queda por recorrer pues, ni siquiera dentro de España se reconoce como tal, pero por algo se empieza. El camino se demuestra andando y acaba de comenzar.

Esta puesta en sociedad de la región y de nuestro sector vitivinícola ha calado hondo en las redes sociales y en los medios off-line. Una campaña de comunicación bastante cuidada y creo que eficaz ha aportado un plus a esta iniciativa. Se ha creado especialmente para esta causa la aplicación “El Gran Viñedo del Mundo” que se puede descargar de forma gratuita desde smartphones. En redes sociales, con los perfiles oficiales en Twitter y Facebook de la Cumbre del Vino, se han comunicado todos los actos previstos dentro del marco de esta I Cumbre: Jornadas de puertas abiertas en las 75 bodegas participantes, catas divulgativas, actos culturales en las principales ciudades y municipios de la región, la Noche en Vino, en la que participan unos 300 restaurantes, muchos de los cuales podemos encontrar en Guadalajara… y un sinfín de actividades aparentemente bien coordinadas y organizadas, al servicio de todos los habitantes de la región y turistas.

Sólo me queda apuntar que Guadalajara participa con actos culturales en el Infantado, la Noche en Vino en con maridajes de lo más interesantes en varios restaurantes de la ciudad, a pesar de no ser tierra manchega y no ser el epicentro del sector en la región, sí que aporta una representación más que digna, siendo los tres puntos de producción vinícola Pioz, Cogolludo y Mondéjar, este último con Denominación de Origen (la única de nuestra provincia) y que además es la D.O. con menor extensión geográfica de la región.

Esta iniciativa nos toca de cerca, espero que sea un éxito y que sea el principio y no sólo un fin.