– CIZAÑA – 

Para JAVIER GOMEZ ELVIRA, director general de Montes y Espacios Naturales de Castilla-La Mancha, por el desdén que demuestra su negociado ante las reiteradas demandas de los ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara para que se solucione el problema que los lobos causan en sus rebaños de vacas y ovejas.
              Parece mentira que al frente de esa clase de direcciones generales  en vez de situar a personas que sepan lo que es la agricultura o la ganadería y las circunstancias que rodean al sector primario se coloque a gente que pierde el oremus por lo políticamente correcto que en este caso es el amor al Canis lupus.
            Por supuesto, ni se les ocurra a los sufridos ganaderos buscar ayuda en organizaciones ecologistas o medioambientales porque esos están en otras cosas y, además, no creo que consideren algo censurable que los lobos acaben con los  rebaños. Ellos, a lo que de verdad preocupa al personal; es decir, un nuevo aniversario de Chernóbil o la disminución del hielo en el casquete polar.

– JALEA REAL –

Para ISABEL MORATILLA PARRA, delegada de Manos Unidas en Guadalajara porque dicha organización demuestra continuamente que sus quehaceres no son flor de un día y repite de forma constante sus actos en favor de proyectos para el Tercer Mundo a base de la implicación directa y desinteresada de sus miembros.
             Lo digo, más que nada, porque no hace mucho  el listado de ONGs era tan prolijo que  sus representantes ( o sea, el presidente y el tesorero, porque en muchas de ellas no se conocía a más miembros) no cabían en los salones de actos cuando había alguna convocatoria con canapés.
            Ya saben, aquellas efímeras y aprovechadas organizaciones solidarias florecieron cuando  las grúas asomaban por encima de los tejados y en los tiempos en que empresarios relacionados con el mundo de la construcción se peleaban por hacer de mecenas para fardar y, supongo, para mitigar algún remordimiento.