Contra la crisis del ocio… imaginación

No les descubro nada nuevo si les digo que los tiempos de gastar sin preocupaciones se han acabado. Todavía hay bares y restaurantes que cobran tres euros por una coca cola de grifo o más de dos euros por un zumo de naranja o 1,5 euros por un café…pero eso ya no puede funcionar porque con ese mismo dinero te compras seis litros de coca cola, varios kilos de naranjas o dos litros de leche en cualquier supermercado.

Hay que apretarse el cinturón y donde más nos estamos apretando es en el ocio.

Recientemente una estadística del Ministerio de Agricultura aseguraba que los españoles gastamos un 4,1 por ciento menos en bares y restaurantes, y aunque a mí me parece que el descenso del consumo ha sido mayor, lo cierto es que sobrevivir en tiempos de crisis se está convirtiendo en todo un arte que algunos empresarios superan con nota.

¿Qué la gente no puede salir los fines de semana a comer? Pues buscamos alternativas. Esto está haciendo que proliferen en Guadalajara los negocios de comida para llevar a casa. Uno de los pioneros fue ¿Dónde Comemos? situado en el barrio de Los Valles que junto a Doñoro tenía comida preparada para cualquier ocasión. Negocios que empezaron como una alternativa “por si no te apetecía cocinar” y que se han convertido en el gran sustituto de los restaurantes los fines de semana. Los negocios de comida preparada florecen, Mariam ha puesto en marcha un servicio de este tipo y lo mismo Catapán que por solo 4 euros, sí, han leído bien, 4 euros, te deja elegir entre cuatro primeros y cuatro segundos.

Mientras unos readaptan sus negocios otros hacen ofertas originales que atraigan clientela. Por ejemplo ¿quieres tomarte una cerveza y practicar inglés con profesores nativos? Pues puedes pasarte cada miércoles por el bar Malvarrosa donde los profesores de Queen´s Language Schoool hacen sus veladas de conversación gratuita en inglés. La idea es buena: los dos ganan clientes.

Más ideas: en Madrid y Barcelona ya se han puesto de moda las medias copas, la mitad de líquido pero también la mitad de precio. En Bilbao un restaurante bajó el precio del menú del día y para demostrar que tenía la misma calidad durante 15 días no lo cobró. Seguro que el boca a boca le resultó más rentable que cualquier campaña publicitaria.

Está claro que los empresarios se readaptan porque los ciudadanos han puesto el gasto en ocio en último lugar. Ahora las reuniones se hacen en casa, nuevos tiempos, nuevos hábitos pero ¿hasta dónde tendremos que llegar? Dicen que vamos a retroceder 30 años en educación, lo mismo en sanidad, en fin…

Echando un vistazo a un viejo álbum de fotos me veo a mí, con apenas 2 años rodeada de mi familia y de otras familias amigas, sentada en una manta a la orilla de un río. Cerca de la manta hay varias neveras con restos de la comida del día y sillas y mesas de camping. La miro y no puedo evitar la comparación, ¿acabaremos volviendo a eso? Yo, espero y, sobre todo, deseo, que esa foto del pasado, en el futuro, sea una opción y nunca una obligación.

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