Archive for junio, 2019

Infantado: una cuestión de dinero y voluntad

Guadalajara no ha podido tener mejor noticia en el arranque de la nueva legislatura. Todos los planetas (léase Gobierno nacional, gobierno regional y gobierno municipal) se han alineado bajo el mismo patrón (entiéndase el PSOE que ahora gobierna en todos ellos), y el Palacio del Infantado deja de arrastrar el problema de propiedad y uso que tenía desde los años 60. No sé si en el acuerdo habrá tenido que ver que las tres administraciones sean socialistas pero, desde luego, esto da un argumento más a aquellos que piensan que es así.

El acuerdo ha supuesto un importante desembolso: 853.000 euros que serán pagados de forma íntegra por el Estado que es, junto al Ayuntamiento de Guadalajara, su propietario. Que se haya alcanzado un acuerdo muestra dos cosas: una que todo, incluso los supuestos derechos adquiridos por linaje, tienen un precio, y dos, que con voluntad todo se arregla.

Parte trasera del Palacio del Infantado

La cantidad, que ya ha sido entregada a la duquesa, puede parecer desorbitada pero, creo que desde el punto de vista práctico es lo mejor que ha podido pasar. El Estado estaba obligado, por una sentencia judicial, a construir una vivienda a Almudena de Arteaga, la duquesa del Infantado, dentro del Palacio y el proyecto, bastante sobredimensionado, iba a costar 450.000 euros. Ahora, con el nuevo acuerdo, que ya sido firmado ante notario, se pagan 400.000 euros más para que Almudena de Arteaga, la duquesa del Infantado, renuncie a ese derecho. ¿Qué es mejor 450.000 euros con inquilino o 853.000 euros sin inquilino y sin problema?

«Pagar 853.000 euros, desde el punto de vista práctico, es lo mejor que ha podido pasar»

Muchos pueden pensar que no había que pagar porque la actual normativa de la ciudad impedía que allí hubiese una vivienda, pero esa situación ¿podía cambiar? Pues sí, puede. Hay que recordar que desde hace una década está pendiente el Plan de Ordenación Municipal (POM) y que el nuevo alcalde, el socialista Alberto Rojo, se ha comprometido a impulsarlo. ¿Qué pasaría si en el periodo de alegaciones la duquesa hiciese valer su derecho de habitar el Palacio que ya fue ratificado por una sentencia judicial? ¿Podría esa sentencia obligar a cambiar el POM?

El asunto tiene su miga y esta decisión, aunque costosa, es lo mejor que le podía pasar a la ciudad. Ahora sólo hay que desear que este importante desembolso que ha realizado el Estado no suponga la ralentización de los proyectos que hay pendientes para el edificio porque ¿hasta donde está dispuesto a gastar el Ministerio de Cultura? A lo entregado a la duquesa del Infantado hay que sumar el casi medio millón de euros que hay que invertir para acabar con la aluminosis encontrada en la galería de los jardines… Además sobre la mesa está la ampliación de museo que según el proyecto presentado, y que ya ha recibido el visto bueno del ministerio según el alcalde, necesitará otra gran inversión para cambiar el edificio de arriba a abajo y convertirlo en un gran museo. ¿Habrá dinero para todo o habrá que aparcar algo?

El tiempo lo dirá. De momento, disfrutemos de la buena noticia que ha hecho que este edificio, que sentimos muy nuestro, dejé atrás prebendas medievales que ya no encajan en una sociedad del siglo XIX.

Un Museo del Cuento

Hace años visité Burgos y, casi por casualidad, entré en el museo del libro de esa localidad. En un reducido edificio de cuatro plantas, de forma amena y didáctica, te muestran la evolución de la escritura con el paso el tiempo. Desde las primeras grafías hechas en piedras, hasta los libros ilustrados o el libro electrónico, pasando por los libros hechos por amanuenses. Una exposición que, además, está salpicada con audiovisuales, que enseñan, por ejemplo, cómo se preparaba el papiro o la piel de animales para encuadernar los libros. La idea me pareció fascinante y creo que podría aplicarse en Guadalajara para hacer un Museo del Cuento. Este fin de semana se celebra el Maratón de Cuentos. Serán 3 días de actividad vertiginosa para los cientos de voluntarios, narradores y organizadores que participan en el evento; y un momento de magia pura para los vecinos y foráneos que nos asomamos por la calle Mayor y por el patio de los leones del Palacio del Infantado. El maratón empezará el viernes a mediodía y 46 horas después… se esfumará. Quizá uno de sus encantos sea su carácter efímero. Que esa magia electrizante se concentre en apenas tres días… pero igual que el Seminario de Literatura infantil y Juvenil prende la llama a través de otras actividades como los viernes de los cuentos, no estaría mal que hubiera un rincón en Guadalajara que mantuviera viva la llama del Maratón durante todo el año. Y a eso podría ayudar un Museo del Cuento.

El Ateneo cerrado desde hace años podría albergar el Museo de los Cuentos de Guadalajara

El contenido lo tenemos al alcance de la mano. Los inagotables e imaginativos miembros del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil sabrían cómo llenar ese espacio hablando del origen de los cuentos, de los principales cuentistas, de la evolución de este tipo de relatos… Incluso se podrían hacer actividades paralelas y poner un pequeño escenario para que se celebren allí esos viernes de los cuentos que ahora se hacen en el Guitián…

Continentes hay de sobra. Tanto el Ayuntamiento de Guadalajara, como el Estado y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tienen edificios públicos cerrados y desaprovechados que podrían ser fácilmente reconvertidos en un espacio homenaje al cuento: el Ateneo, que tiene al lado el teatro Moderno; algún espacio en la cárcel de mujeres donde el casi seguro nuevo alcalde, Alberto Rojo, quiere poner un centro de ocio para mayores; o el propio claustro de El Fuerte. Un lugar estupendo en el que el patio central podría usarse para contar y las habitaciones de alrededor, ahora derruidas y convertidas en sucio almacén, en lugar de exposición.

Las opciones son infinitas.

En Burgos el museo del libro es privado y ha sido creado por una editorial, pero en Guadalajara con ganas y con buena voluntad de las administraciones, se podría sacar adelante un proyecto de este tipo que mantuviese presente el Maratón de Cuentos más allá de los 3 días de junio. Un espacio que mostrase a los turistas a lo largo del año lo que ocurre en Guadalajara cada mes de junio. Un espacio que empezase a convertir en realidad ese sueño que muchos compartimos de que Guadalajara se convierta, poco a poco, en la ciudad de los cuentos.

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