Río Henares: una reforma necesaria

No lo recuerdo pero tengo fotos con mi familia bañándome en el río Henares. Una imagen ahora impensable que, hace varias décadas, era habitual en verano entre las familias que no teníamos ni piscina ni posibilidad de acceder a ella. Con el paso de los años el río se fue ensuciando y ya a nadie se le ocurre meter un pie en el cauce. Por lo que pudiera pasar.

La zona del río Henares, tras años de abandono, volvió a ser recuperada para la ciudad en la época del alcalde José María Bris. La inundación de numerosas casas y el peligro de crecidas que se producen de ciento al viento obligó a construir la anti estética y útil mota, y, de paso, creó una zona magnífica de recreo para los vecinos de la zona y para muchos ciudadanos de Guadalajara que bajan cada fin de semana a tomar el sol, jugar, pescar o disfrutar de la naturaleza.
Pero aunque aquella obra fue de envergadura no fue suficiente. La mota del Henares se ha convertido ahora en la muralla que separa a los vecinos del río y seguimos sin disfrutarlo plenamente. Por eso es una gran idea realizar un proyecto que permita acercar e integrar el río en la ciudad, proyecto, que ha sido continuamente pedido por los vecinos, y que se va a acometer en cuanto pase el verano.
Hace tan sólo unos días que el Ayuntamiento de Guadalajara ha presentado la reforma para mejorar el tramo que va entre el puente árabe y el puente de Julián Besteiro. Casi un kilómetro y medio de terreno donde se limpiará de maleza y árboles secos la zona, se montarán bancos y zonas de descanso y se ampliarán y asfaltarán, (sí han leído bien, asfaltarán), los caminos, que tendrán una anchura de 2,5 metros. Y ¿por qué se asfalta tan cerca de la orilla de un río? Pues, al parecer, para que todo sea mucho más fácil de volver a poner en orden en caso de crecidas. Según el concejal de Medio Ambiente, Paco Úbeda, cuando se produzca esa situación, una máquina de presión servirá para limpiar el camino y se evitarán los destrozos que se producen ahora. No hay más que darse una vuelta para ver como ha quedado el sendero tras el último desbordamiento: sin grava y con la tela vegetal arrancada en muchos puntos. Esperemos que esta solución, que no parece nada ecológica, sea por lo menos práctica y duradera. 
El proyecto ha sido criticado por Ahora Guadalajara. No ven normal que se gaste dinero en una zona que se inundará y creen que los trabajos que se van a realizar son muy «agresivos». No deja de ser curioso que esta formación política, que defiende el proyecto de los repobladores de Fraguas que están levantando viviendas no autorizadas en un parque natural, califique de desvarío este proyecto. Ahora Guadalajara cree que los trabajos de integración del río son muy agresivos para el ecosistema de la zona «porque es un hábitat de protección especial». Debe ser que no es lo mismo limpiar zarzas y árboles secos en un monte que es parque natural, que limpiar zarzas y árboles secos en la orilla del río Henares.
En lo que sí tiene razón es que el proyecto no se ajusta a lo solicitado en la propuesta presentada a Europa. Con echar un vistazo a la web municipal se ve que el proyecto inicial habla de mejorar desde los Manantiales hasta Castillejos y eso no es lo que se va a hacer. Ante esto el ayuntamiento debe tener mucho cuidado no vaya a ser que al final no llegue el dinero prometido.
Lo que está claro es que ese tramo del río cambiará de aspecto en mayo y los vecinos lo agradeceremos. Ya sólo falta que la Junta de Comunidades cumpla su promesa y rehabilite el puente árabe. Hay muchas papeletas de que se haga… ya saben, en mayo hay elecciones.

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