¿Ha mejorado la apertura del parking del Hospital la movilidad en el recinto? La respuesta es clara. No. Desde que entrara en funcionamiento el nuevo aparcamiento, hace ahora cuatro meses, el panorama que encuentran pacientes y personal no es diferente al de junio. Hay largas colas para entrar y salir del parking a muchas horas del día, y colas aún más largas, con auténticas procesiones, en las horas punta: las 8 y las 3 de la tarde.
La puesta en marcha del aparcamiento del Hospital, que era absolutamente necesaria, ha provocado un efecto llamada y ha hecho que muchos pacientes que antes iban en transporte público o andando, usen su coche para acudir a las citas médicas. Eso no ha hecho más que multiplicar los coches que llegan al centro. No hay más que darse un paseo por el Hospital para comprobarlo.
Este martes el aparcamiento de pago estaba a media mañana prácticamente lleno en sus dos plantas para los usuarios. Llenas estaban las cunetas de acceso al Hospital de la N-320, (esas mismas cunetas que aseguraban que iban a quedar limpias cuando el hospital abriese) y llenas estaban las plazas de aparcamiento gratuito, unos espacios en los que en muchos puntos los coches estaban aparcados en doble fila y hacían muy complicado el acceso al aparcamiento por la zona más alejada de la entrada.
Todo esto demuestra que aunque acudir al Hospital ahora es más fácil, la circulación en el interior y en el exterior del recinto no deja de ser un caos.
La situación es de tal calibre que ahora está incluso saturada la entrada y salida de vehículos en muchos momentos del día en el aparcamiento de pago. Hoy a las 12 de la mañana había largas colas para entrar en el mismo y aún más colas para salir de él. UGT señala que no está bien diseñada la entrada y salida de coches y tiene razón. Todos entrando por la planta cero y saliendo por la planta 2 provocan grandes atascos en las rampas de las plantas 1 y 2 con conductores irritados que no paran de hacer sonar el claxon sin saber qué esta pasando. Hoy personal del aparcamiento estaba en la valla de salida para agilizar la situación pero a pesar de ello el lento sistema de lectura de matrículas y lo angosto de la salida para coches grandes o largos hacen que fácilmente se complique la situación.
A eso hay que sumar la procesión diaria de las horas punta cuando entran y salen los trabajadores, aventura que se ha convertido en una auténtica pesadilla y que se puede comprobar a diario en las redes sociales.
Cuatro meses después el balance es claro, aparcar en el Hospital ya no es tan difícil, moverse por él sí. Ante esta situación tanto la Junta de Comunidades como el Ayuntamiento de Guadalajara deben empezar a tomar medidas para solucionar cada uno su parte. La Junta mejorando la movilidad en el interior del recinto porque, a pesar de que se ha abierto el aparcamiento, todo sigue igual ante el aumento de vehículos en el recinto; y el Ayuntamiento empezando las obras del acceso trasero por la Fuente de la Niña que no puede demorar más. Los vecinos no entendemos ( ni queremos entender) de irascibilidad y confrontación política, sólo entendemos que los políticos han sido elegidos para solucionar problemas y no para enquistarlos.