La noche electoral en la capital fue larga y agitada y los balances de los protagonistas se hicieron de rogar.
Antonio Román, como candidato al Ayuntamiento de Guadalajara fue, junto con su equipo, el gran perdedor de la noche. Y lo admitió. Hace cuatro años recibió un aluvión de votos que en el PP no han sabido interpretar. Lo que los vecinos quisieron que fuera un castigo a las políticas socialistas en la región, el PP en vez de transformarlo en una oportunidad, lo convirtió en una forma de gobierno de ordeno y mando, sin escuchar a los vecinos. Una actitud que pasó de la cabezonería con la polémica por el Teatro Moderno, a la soberbia cuando se decidió no celebrar la Feria del Libro y de Artesanía. Cuatro años en los que Guadalajara ha estado ninguneada a nivel regional, sobre todo en el tema sanitario. Cuatro años en los que todos los vecinos, en mayor o menor medida, hemos sufrido las listas de espera, el hacinamiento en urgencias, las pruebas médicas que obligaban a perder un día entero de trabajo viajando a Ciudad Real… Los vecinos no se han sentido defendidos. Sólo en el último minuto del partido. Y ese ya no contaba.
Ahora falta por ver qué pasará con el futuro político de Román y no sería de extrañar que anunciase su marcha. Ciudadanos ya ha dejado claro que no harán ningún pacto y Román opinó sin cortapisas, en su entrevista electoral con este medio, de cuál sería su postura si tuviera que gobernar en minoría:
“Lo de acuerdos puntuales es muy, muy complicado en la vida municipal
donde hay que tomar muchas decisiones diarias. O hay un pacto firmado
sólido a cumplir o yo no me veo haciendo pactos puntuales. No lo descarto,
pero no creo que sea bueno para Guadalajara y si no es bueno para
Guadalajara yo prefiero dejar la actividad municipal. No se puede estar
pasando diariamente porque alguien con un voto, condicione la acción de
la mayoría”.
¿Y el PSOE? Pues sus resultados tampoco han sido buenos. Sólo han conseguido ocho concejales. En cuatro años de gobierno del PP con una subida muy importante de los impuestos municipales, principalmente del IBI, y con actuaciones muy desafortunadas como la gestión del Teatro Moderno, o las ferias del Libro y la feria de artesanía, el PSOE debería haber recuperado parte de los votos que perdió en 2011. Por eso, no termino de entender la reacción del PSOE a sus resultados. Si conseguir ocho concejales hace cuatro años fue un desastre ¿por qué ahora esos mismos resultados son una victoria?
Tampoco comparto la opinión de Pablo Bellido, secretario provincial del PSOE , que asegura que “Antonio Román ha perdido concejales gracias al gran trabajo del candidato socialista, Daniel Jiménez”. Si eso fuera cierto, los concejales que el PP ha perdido serían para el PSOE de Guadalajara y no para Ahora Guadalajara…
Pero sin duda, la más desafortunada en su balance fue la ya diputada regional Araceli Martínez que en la noche electoral afirmó: “no hemos ganado, pero Román ha perdido”. Sus palabras me llevan inmediatamente al ámbito del fútbol donde los seguidores del Barca quieren siempre que gane el que juega contra el Real Madrid, sea quien sea, y viceversa. ¿Es ese un argumento de peso para valorar unas elecciones? ¿ en eso consiste la política? A mí, desde luego, no me gusta.
El PP no supo aprovechar los votos prestados y el PSOE tampoco ha sabido recuperarlos por eso, los guadalajareños han buscado otras alternativas a través de Ciudadanos y Ahora Guadalajara, éste último ha sido, sin duda, el grupo político ganador.
Su embrión fue el 15M y su punto de partida, el Teatro Moderno. La unión nacida de tantas tardes en “la puñetera calle” ha hecho que este movimiento cultural se haya transformado en un movimiento social y, por último, en un movimiento político articulado a través de Ahora Guadalajara. José Morales, tiene ahora, junto al resto de compañeros, la responsabilidad de decidir si se alcanza o no un pacto de gobierno con el PSOE. Él ya declaraba en Guadalajaradiario que no es partidario de los pactos de gobierno y que prefiere pactos puntuales. En un par de semanas sabremos qué ocurre finalmente.
Tras las elecciones, Ciudadanos y Ahora Guadalajara tienen ahora la responsabilidad de pasar de las palabras a los hechos. Ha llegado el momento de hacer política y sus decisiones nos servirán para ver si la confianza que muchos ciudadanos han depositado en ellos está a buen recaudo.
De su buen o mal hacer dependerán, en gran medida, los resultados de las elecciones de noviembre.