Ahora que aprieta el calor muchos sueñan con irse a su pueblo, ese lugar fresquito en el que nos conocen por los apodos, donde no hay que vestirse bien para salir a la calle, el sitio donde saludamos con un “ehhh” y un movimiento de cabeza a ese vecino que veremos al menos diez veces a lo largo de cada día.
Antes los pueblos eran el refugio de los que no podían irse de vacaciones a la playa, ahora son el objeto de deseo de los que nunca han tenido un pueblo donde ir en vacaciones.
En Guadalajara seguimos teniendo centenares de pueblos de piscina y sol, de pantalón corto y zapatilla con agujeros, de bicis tiradas por las calles sin miedo a que se las lleven, pero también empezamos a tener otro tipo de pueblos, aquellos, un poco más grandes en tamaño, que además de arropar a sus hijos de cada verano abren los brazos de par en par para atraer nuevos visitantes.
Y lo mejor es que lo hacen apostando por la cultura. No hay más que echar un vistazo a las actividades culturales del mes de julio para ver que muchos pueblos de la provincia dejan para estos largos días de sol muchas de sus celebraciones con más gancho. Pastrana celebra su Festival Ducal, Brihuega la Fiesta de la Lavanda, Torija su XII Fiesta Histórica, Sigüenza se acaba de inventar la I Ruta del Fino seguntino después de haber celebrado este fin de semana sus jornadas medievales, Trillo el Festival Rock, Molina la Fiesta del Carmen…. La lista es interminable, variada e interesante.
Incluso algunas de esas fiestas se publicitan con identidad propia en las redes sociales abriéndose al escaparate inmenso de Internet.
Y lo mismo ocurre en Guadalajara capital, noches al fresco con poemas, música, teatro…
Un panorama impensable hace unos años en la provincia de Guadalajara. Asegura Juan Garrido, presidente de la Fundación Club Siglo Futuro, en una entrevista publicada en Cultura en Guada que en temas de cultura hemos pasado de nada a todo. Y lo dice él que lleva muchos años liderando una asociación cultural por la que muchos no dábamos un duro y que ahora cumple 25 años.
Guadalajara despega. Al menos en julio. Luego, sin embargo, llegará agosto y volveremos a lo de siempre: corridas, encierros, verbena…