Vaya bombazo lo del Colegio de Aparejadores de Guadalajara. Su anuncio de comprar el antiguo edificio de Telefónica y convertirlo en sede de sus actividades o en un lugar para alquilar, demuestran la coherencia de un colectivo que desde el principio ha estado comprometido con la recuperación del casco antiguo de Guadalajara.
Ya en las alegaciones que presentaron en el Plan de Dinamización del Casco mostraron altura de miras. Hicieron propuestas poco corporativistas, propuestas que buscaban más la regeneración de la ciudad que construir a diestro y siniestro algo que beneficiaría a su propio colectivo tan vapuleado por la crisis.
Es cierto que algo empieza a moverse en el centro. Hay nuevas tiendas, aunque los comerciantes dicen que el dinero que les entra en el cajón es el mismo, muchas terrazas de verano, que pueden convertirse en terrazas permanentes y, en breve, empezarán a verse las grúas en el centro de la ciudad: al menos dos edificios cercanos al Infantado se van a rehabilitar y van a comenzar las obras del eterno solar que hay enfrente del Mercado de Abastos.
Poco a poco algo se mueve pero en este proceso de revitalización del casco, por mucho que nos duela, no termina de arrancar. Hay que remangarse. Y sumar como está haciendo con su iniciativa el Colegio de Aparejadores de Guadalajara.
Pero sumar, en esta ciudad, se nos da mal francamente mal.
Sobre todo a las administraciones locales y regionales en las que la falta de diálogo en positivo clama al cielo. Sólo eso puede explicar que en una misma semana el grupo municipal socialista pida que se dé solución a edificios en peligro de ruina y a la vez la Junta de Comunidades deniegue una solución para uno de esos edificios: el Palacio de San Esteban. No dudo en que todos tienen la razón, pero en este caso tenerla no soluciona el problema. La Junta habrá hecho lo que dicta la Ley al no permitir que el palacio de San Esteban tenga un uso residencial o terciario pero si ninguna administración quiere usar como sede el palacio ¿qué salida tiene? ¿Esperamos a que se haga un nuevo POM? Eso puede llevar años.
Pero el Ayuntamiento también tiene una responsabilidad en el “no” al cambio de uso: si ya sabía que no se iba a aprobar, como vaticinó Daniel Jiménez en un pleno porque en otra ocasión se denegó, ¿por qué no ha iniciado un diálogo con la Junta que permita una solución real? ¿Por qué no se ha solucionado primero el problema dejando para después los cauces administrativos oportunos? ¿Realmente hay voluntad de solucionar? Por si fuera poco se hacen vídeos como éste que lo único que hacen es enmierdar aún más.
Por cierto, salir cada cierto tiempo, como hace PSOE municipal, dando una lista de posibles solares mantiene el tema en la memoria social pero tampoco suma, sobre todo cuando los solares que muestran son siempre los mismos, solares que, además, están incluidos desde hace más de un año en un plano que es público y que señala uno por uno los edificios que están en tramitación de ruina.
Está bien agitar conciencias pero sería mucho mejor que los dos partidos PP y PSOE se sentaran de verdad para solucionar el tema. Un reputado arquitecto me decía hace unos días que estas cosas sólo se solucionan con diálogo. Y aquí de eso vemos muy poco.