Un mal trago

Contemplo con estupor la foto que se ha hecho en pleno puente de diciembre el Consejero de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Y no porque le hayan sorprendido en un espléndido resort dorándose al sol o practicando algún deporte de la jet, (a lo que por otro lado tiene todo el derecho del mundo), estoy estupefacta porque el Consejero ha aprovechado el puente para acercarse a Hiendelaencina y echarse un trago de agua de la fuente, con ello quería demostrar que el agua del pueblo, contaminada desde hace dos meses por un rocambolesco vertido de gasoil, ya se puede beber.

Echaniz-Hiendelaencina1-370x228Una instantánea con la que quería demostrar, al estilo Fraga en Palomares, que lo que dicen los técnicos de la Junta de Comunidades es cierto, que el agua se puede beber y que sólo hay cuatro zonas en las que puede haber problemas. Vamos, que todo está bien.

Pero no, nada está bien. Porque aquí todos los políticos: los del PSOE, los PP, los que mandan mucho y los que mandan aún más, se han olvidado de lo más importante: dar apoyo, calor y explicaciones a los afectados.  Lo primero que uno piensa es : ya  que hizo el viaje ¿¡no habría estado mal que se hubiera reunido con los vecinos!? Pero no, Echaniz bebe agua sonriente y…sólo. Ni un vecino cerca. Total ¿para que van a pasar ese mal trago?

Está claro que el gesto tiene sus riesgos sobre todo cuando han pasado más de dos meses desde que el pueblo se quedó sin agua en los grifos y sin ninguna solución. Dos largos meses en los que nadie les ha preguntado cómo se organizan cada día para vivir sin agua corriente, cómo hacen la comida o cómo calientan el agua para asearse (imagino que por partes), como hace 40 años.

Está claro que lo más importante es darles una solución pero si tan seguros están de que no depende de ellos ¿por qué los representantes de las instituciones no acuden al pueblo, reúnen a los vecinos y les explican sus argumentos?

Es totalmente criticable y reprobable la actitud que las administraciones han tenido en este asunto desde que el tema empezó. El PSOE ha intentado sacar rédito político echándole la carga a la Diputación, y esta institución, que seguramente no tiene competencias para solucionar el tema, ha sido incapaz de alcanzar algún tipo de acuerdo con la Junta para solucionar, mediante algún préstamo, una situación sangrante. Que el alcalde de Hiendelencina sea socialista, que participase en la construcción de la casa donde se produjo el problema, y que el vertido lo haya realizado la empresa de un diputado provincial del PP, no ha hecho más que emponzoñar el asunto desde el primer momento.

Llevan más de dos meses, discutiendo quién tiene la culpa y los políticos, en vez de remangarse no han parado de tirarse los trastos a la cabeza al principio y de obviar el tema después.

Tiene razón la Diputación al decir que no va a pagar con dinero de todos un arreglo tan costoso y que hay que buscar responsables, pero hay otra cuestión moral que todos los políticos parecen olvidar porque los vecinos de Hiendelaencina, no son culpables de lo ocurrido y por eso no se merecen estar pasando este mal trago.

 

 

 

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