No sé si Susana Díaz, la presidenta de Junta de Andalucía, tiene náuseas matutinas a causa de su embarazo pero he de confesar que yo las sentí durante todo el día que se anunció en cada espacio informativo de televisiones, en cada radio, en cada periódico y en cada portal y blog de internet que Susana Díaz estaba embarazada.

Desde aquí felicidades a la Presidenta de la Junta de Andalucía pero realmente ¿dónde estaba la noticia?, un asunto personal ¿merecía tanta difusión? ¿se habría dado tanto “bombo” si el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, fuese a ser padre por tercera vez?

Por si esto fuera poco no enteramos de que va a ser madre el mismo día que va a visitar un colegio… El pastelón estaba servido. Y la guinda la puso un peque de apenas tres años que le preguntó: ¿es verdad que vas a tener un bebé? Supongo que esta visita escolar estaría planificada con antelación, pero considero que la coincidencia le hizo un flaco favor a la presidenta y consiguió que se hablara aún más de un asunto que como la afectada dijo “es algo íntimo y familiar”.

El hecho es que nos bombardearon durante todo el día con el embarazo y varios días después, siguen haciéndolo. La revuelta situación interna en que se encuentra el PSOE hace que se hable ya de cuándo es mejor que se realicen las elecciones andaluzas y que pasaría si, como se rumorea, la presidenta andaluza tuviese que tomarse una baja en plena campaña electoral por su embarazo.

Que se dé tanto bombo a algo que debe ser aceptado con normalidad no me gusta

¿Se hacen la misma pregunta los medios de comunicación cuando alguien padece de gota? ¿o de lumbago?

Seguro que hay políticos que están en esta situación y ni nos enteramos y con una diferencia sustancial: esas son enfermedades y un embarazo no lo es.

Y esto lo que demuestra es que los embarazos ligados al trabajo siguen siendo un tabú en nuestra sociedad. Una sociedad que hace que las mujeres en general, retrasen hasta los 40 su maternidad, una maternidad a la que hacen frente con la incertidumbre de si su carrera profesional se verá resentida y en muchos casos truncada.

Y lo muestran los datos. Según el informe Panorama de la Educación , presentado recientemente por la OCDE las mujeres son las que tienen más preparación académica pero los hombres son los que consiguen más puestos de trabajo. En España la situación es especialmente complicada: las mujeres tienen más preparación que la media mundial pero menos trabajo que la media.

Una situación social de anormalidad que tienen su reflejo también en los tribunales. Esta misma semana hemos sabido que un funcionario de Guadalajara ha conseguido que un juzgado le reconozca el derecho a tener un permiso de lactancia aunque su mujer esté en el paro. La juez dice que aunque el padre no puede dar, evidentemente, el pecho a su hijo, se trata de tener la posibilidad de un tiempo para cuidar de él y hacer compatible la vida laboral y familiar.

Situaciones que no deberían ser noticia y que nos indican los lejos que estamos en nuestra sociedad de vivir el embarazo con normalidad.

Es necesario que se pongan normas que faciliten que tener hijos sea una apuesta de futuro y no un obstáculo. La más radical sería obligar a coger la misma baja a padres y madres tras el nacimiento de un hijo. Eso acabaría con la discriminación laboral entre sexos, llevaría más igualdad al ámbito profesional e incluso al personal.

Tener y cuidar hijos no debe ser un freno al crecimiento personal y laboral sino una apuesta, algo que nos permita contar en un futuro con mejores beneficios sociales: más seguridad en las pensiones y mayor igualdad entre sexos a todos los niveles.

Tenemos un país cada vez más viejo y a nadie parece importarle. Dejemos de convertir en noticia de primera página hechos que no lo son y demos visibilidad a los que potencian la igualdad, tratando de otra manera asuntos que son crónicos en España y que no hay manera de atajar.

Hoy traigo un asuntillo personal al blog que me ha llevado a pensar en la ineficacia de la Administración y por extensión de algunos de los funcionarios y políticos que nos gobiernan.

Hace años tuve un piso en alquiler. El inquilino se marchó hace 5 ó 6 años ( no recuerdo muy bien) y a pesar del tiempo transcurrido llegan como un goteo incesante cartas certificadas de distintas administraciones que quieren ponerse en contacto con él. Los primeros años, y ¡ojo! que no hablo de meses, pensé que era lógica tanta insistencia, pero la última ha colmado el vaso de mi paciencia.

Es un aviso de llegada de una carta certificada procedente de un Ayuntamiento (en otro momento boyante) de la provincia. No diré cuál porque no se trata de eso.

La cuestión es que periódicamente me llegan esos avisos y con cada uno de ellos le notifico al cartero que ese señor ya no vive en ese domicilio.

Pasados tres o cuatro años, no recuerdo bien, ya sin un ápice de vergüenza, le digo al cartero que llevo años diciéndole lo mismo y que si no pueden informar a la Administración en cuestión de que ese señor no vive en esa dirección.

Pero parece ser que no.

Ni Correos se da por aludida, (será que le conviene tener negocio), ni la Administración en cuestión tampoco.

Así que decido llamar a ese Ayuntamiento para ver si, después de cinco años, no se han dado cuenta de que les devuelven las cartas. Me atienden en Recaudación y explico el problema. Me dicen que lo van a mirar y que si lo mandan ahí es porque es la última dirección que tienen. Y yo insisto:

–          ¿pero no se han dado cuenta, cinco años después, de que en esa dirección no le van a encontrar? ¿Quieren que les busque la dirección en Google?- me ofrezco.

La señorita, muy amable, me dice que las administraciones no buscan en Google, que esa no es la manera, y que tienen otros sistemas. Yo pienso: ¿Otros? ¡Más bien ninguno porque en cinco años estamos igual! La persona que me atiende, me explica que de todas maneras ellos necesitan que Correos les devuelva la carta como “persona desconocida” para poder publicar el nombre en el Boletín Oficial de la Provincia.

Yo, ignorante de todos esos asuntos, les digo que vale, que lo entiendo: es el proceso, pero ¿tienen ellos claro que el sistema es ineficaz? Porque ¿cuál es el objetivo: ¿recaudar lo que debe un ciudadano o cumplir el trámite? ¿Cuántos casos se dan al día en ese Ayuntamiento? ¿Cuántos en la provincia? ¿Cientos? Esto no es normal…

Yo, realmente, no me imagino una empresa privada funcionando de esa manera. Sería totalmente reprobable y económicamente inviable ¿Mantendría una empresa a su personal o sus directivos si fueran incapaces de solucionar un problema así en sus cobros de facturas? Pero claro, aquí se dispara con pólvora ajena.

Es más, le digo a la persona que me atiende, que no sé si es o no funcionaria, que qué manera de malgastar el dinero público mandando durante cinco años cartas que no cumplen su misión (encontrar al destinatario) si no cumplir con el requisito de que todo sea legal para poder publicar la lista de morosos en el Boletín Provincial. Me contesta que yo no tengo que decir al Ayuntamiento cómo gasta sus recursos y le contesto que no, porque no es mi Ayuntamiento, claro, pero que si lo fuera, por supuesto, que tendría mucho que decir al respecto.

Tras esto poco más tenemos que hablar.

No sé si seguiré recibiendo cartas certificadas. Ya les contaré. Lo que me queda claro es que en la época de Internet, donde en décimas de segundo podemos saber cualquier cosa que esté ocurriendo en el mundo, seguimos teniendo una administración del siglo XIX y lo que es peor, muy pocas ganas de ser eficaz, diligente y económicamente rentable.

Como dice el director de este diario digital: Así nos va.

¡Qué lentos son los tiempos en política! Tan lentos que acaban con las ilusiones de los ciudadanos, de todos nosotros, los que damos nuestro voto en prenda para que los políticos trabajen y se afanen en mejorar nuestro entorno y nuestras condiciones de vida.

Hace unos días el Consejero de Educación de Castilla- La Mancha, Marcial Marín, llegaba hasta Guadalajara vestido de Rey Mago. Anticipándose a las fiestas navideñas, que están a la vuelta de la esquina, nos regalaba dos buenas noticias: el estado de las obras del teatro Moderno, y el campus universitario.

Aseguró que faltaban «horas o días» para alcanzar un acuerdo con Defensa para la cesión del colegio de las Cristinas. Pero lo que objetivamente son buenas noticias hay que tomarlas con reservas.

Es tan larga la historia del campus.

De momento, desde el anuncio, horas, ya han pasado. Días también. Pero como no dijo cuántos días, su promesa no tiene caducidad ¿Qué es días? Una semana, un año, una legislatura…

Lo que es una buena noticia para la ciudad, que por fin se adopte algún acuerdo en el proyecto del campus universitario, se convierte así en otro “quizá” que empieza a ser insoportable, (y no hablemos de otros proyectos como el Hospital que no llegan ni a este nivel)

Del campus se empezó a hablar en el año 2008. Con el gobierno de Barreda se dieron todos los pasos imaginables e inimaginables para hacer real el proyecto:

–          en Abril del 2008 se firmó, en medio de una gran pompa en la iglesia de los Remedios, un convenio entre Junta, Ayuntamiento y Universidad de Alcalá. En él se recogía con todo detalle como iba a ser ese proyecto de ciudad universitaria. A grandes rasgos acordaron llevar al Ruiseñor las distintas carreras y dejar en el centro de la ciudad cosas como los seminarios y cursos, los másteres oficiales, los cursos de verano y otoño, o la universidad de mayores… Para dar vidilla el centro acordaron además hacer una nueva residencia universitaria. Ese era el plan. Y a todos les pareció bien.

–          en Octubre de 2008 aprueban el primer gasto: 2,4 millones de euros para ir haciendo el proyecto del que se encargó estudio Cano Lasso.

Imagen del proyecto diseñado por el estudio de arquitectura Cano Lasso

 –          en Enero de 2009 nos contaron que habría cuatro nuevas carreras: industriales, odontología, comunicación audiovisual y traducción. Con el tiempo sólo las dos últimas se pusieron en marcha y lo hicieron en barracones en el parque del Coquín.

–          En agosto del 2010 se anuncia que se busca empresa que haga la primera fase de las  obras. Casi 7 millones de presupuesto para el llamado “edificio dotacional” ¡Era la leche! En plena crisis se creaban 400 puestos de trabajo directos. Ahí es nada

–          Sin embargo, no será hasta febrero de 2011 cuando se adjudicaron las obras. En un mes, dijeron, empieza los trabajos la empresa Taller de Arquitectura y Obras SL. La empresa pidió la licencia, pero el Ayuntamiento de Guadalajara quiso que pagara el impuesto no sólo de esta primera fase sino del proyecto completo. 3 millones. La empresa no podía hacer frente al gasto y el 4 de abril renuncia.

–          El 22 de mayo fueron las elecciones.

Y se acabó.

El proyecto que estaba firmado por todos, licitado y adjudicado, fue paralizado por la Presidenta de Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal. En julio anunció que “de momento” no se hacía. No había dinero.

En Octubre de ese año el alcalde de la capital, Antonio Román, pidió expresamente a Cospedal que se retomara el proyecto, y lo consiguió, pero dando un giro total a lo que ya estaba en marcha. Tanto que todos los millones que se habían invertido…se perdieron. Simplemente.

Y  vuelta a empezar.

Y desde cero.

Este vídeo  de noviembre de 2011 en el que el consejero de Educación anuncia que se retoma el proyecto, es la prueba. En él asegura que se iba a hacer “cuanto antes”. Desde esta declaración pasó casi un año y medio hasta que hubo alguna novedad, y llegó otra vez de la mano del consejero Marín: «el campus a las Cristinas»  anunció. Después, las noticias llegaron con cuentagotas y de forma contradictoria: el PP que si todo está encarrilado, el PSOE que no es verdad …

En fin.

Hemos tenido que esperar a Noviembre de 2014 para que nos digan que en “horas o en días” se va a firmar el convenio con Defensa. Todo parece planeado, se hará en tres fases y el anteproyecto, va bastante adelantado porque se ha encargado de ello la propia Universidad de Alcalá. Además aseguran que no debemos preocuparnos del tema económico, que aunque no lo incluyeran en el presupuesto regional del 2015 hay una operación de crédito que va a permitir conseguir dinero.

¿No les suena? Es la misma canción pero con músicos distintos.

Apenas queda medio año para las elecciones. ¿Se firmará? En 2011 Marín dijo que iban a ser rápidos… pues se nos ha ido otra legislatura.

Y en caso de que se firme ¿ esta vez sí saldrá el proyecto? Si hace siete años se tenía un proyecto redactado e incluso licitado y se paró ¿qué no podría pasar con éste?

Dos legislaturas han pasado y el campus está en el mismo punto. En pañales. Eso sí, por el camino han quedado muchas ilusiones, muchos viajes a otras universidades de estudiantes de Guadalajara, algunos millones despilfarrados y muchas promesas. Promesas hechas en cada inicio de legislatura que se rompen como un globo cuando llegan unas nuevas elecciones.

Veremos qué pasa esta vez.

Crucemos los dedos.

Ya está aquí.

Todo está lleno de señales.

Desde el Ayuntamiento de Guadalajara ya están colocando las luces de colores por la Avenida de Castilla, el anuncio de la lotería de Navidad de este año está ya ultimándose en un bar de Villaverde y los supermercados llevan ya un par de semanas con los turrones puestos. (Afortunadamente todavía no nos machacan el oído con los villancicos pero estoy segura de que no tardará)

Como ya es habitual la Navidad llega antes de tiempo. Casi se confunde con las flores de los cementerios y con los disfraces de Halloween, una llegada prematura que por habitual y repetida no deja de sorprendernos. Aún los comercios no han empezado a vender la ropa de invierno, aunque la tienen en el escaparate desde agosto, y ya estamos con los villancicos. Todo fuera de tiempo. El caso es invitarnos a consumir…

Pero las navidades este año volverán a ser duras para muchos vecinos de Guadalajara ¿Cómo comprar los turrones, la sidra y algún juguete para los peques con un ingreso de 400 euros al mes? La crisis parece que ha tocado fondo. Es verdad que las empresas, aunque ligeramente, empiezan a notar una pequeña mejoría, incluso el responsable de la Red de Lucha contra la Pobreza en Castilla-La Mancha (EAPN C-LM), Braulio Carlés, reconoce que ya hay menos gente que acuden a los comedores sociales de Guadalajara pero aún así antes de que acabe el año 14.000 personas habrán sido atendidas por los distintos servicios sociales de la provincia. En Castilla La Mancha un 37 por ciento de la población está en riesgo de exclusión social.

El problema es que con esta larga y profunda crisis muchos lo tienen difícil para salir del fondo del pozo y no pueden esperar más. La situación es tan dramática que se producen casos rocambolescos como el ocurrido en la sede de Cruz Roja de Ciudad Real asaltada por “ladrones” para llevarse pañales.

Y es que por mucho que se intenta la ayuda a los más necesitados se queda corta. Hace unos días la Diputación Provincial de Guadalajara destinaba más de 200.000 euros para ayudas sociales pero es poco. Así lo señalaba hace unos días el obispo de la diócesis de Sigüenza- Guadalajara, Atilano Rodriguez, porque a pesar de que las instituciones anuncian inversiones  son los ciudadanos- dice el Obispo- los que

están siendo más solidarios que nunca. Y ahora toca un nuevo esfuerzo. Sobre todo para ayudar a los niños, los verdaderos protagonistas de la Navidad. Aseguran desde el PSOE que 10.000 chavales de Guadalajara están pasando hambre por el brutal recorte de ayudas y servicios de gobierno de Castilla-La Mancha. Si es así…¿qué Navidad tendrán?

Las luces navideñas se encienden como siempre, los supermercados ofrecen sus productos como siempre, el escenario intenta ser el mismo. Así llevamos Navidad tras Navidad desde el 2008 , esperando que sea la última, pero, de momento, este año tampoco, será posible.

Benditas elecciones ¡Nos bajan los impuestos en la capital!

El ahorro será de entre 12 y 50 euros por vecino. Lo ha dicho el alcalde de Guadalajara, Antonio Román. Desde luego no es para tirar cohetes pero esto es el principio, el chupinazo de las elecciones municipales y autonómicas del 2015. Eso y algunas promesas tan a largo plazo que a mí me hacen sonrojar. Sin embargo no le saca los colores a su protagonista la presidenta Dolores de Cospedal que ha dejado claro que en 2018, o sea antes de que acabe la siguiente legislatura, se terminará la obra del Hospital de Guadalajara. Largo me lo fiais…

Y eso que tijeretazo a tijeretazo e impuestazo a impuestazo, los Ayuntamientos han conseguido cuadrar cuentas. No hay más que echar un vistazo a una interesante  herramienta que ha creado el diario El confidencial.es. Con ella, de forma fácil podemos saber cuál es el ayuntamiento de la provincia de Guadalajara con más deuda pública, el que más gasta en personal o el que tiene los impuestos más altos.

Esas preguntas que todos hemos soñado con que nos contesten tienen ahora respuesta rápida a un click de ratón. Basta con meter el nombre del municipio.

La base de datos la ha proporcionado el propio Ministerio de Hacienda usando la información que han entregado todos los municipios de España con sus cuentas cerradas a fecha 31 de diciembre de 2013.

Y de dicha declaración se desprenden datos interesantes:

Tamajón es el ayuntamiento de la provincia que más gasta en personal por habitante.

Torremochuela es que tiene más gastos y más ingresos por habitante; y el que más gasta por vecino en protección social y en bienes y servicios a los ciudadanos. En el cuadro de los malos resultados está Solanillos del Extremo que encabeza el ranking de ayuntamientos provinciales con más deuda por vecino. Su deuda total es de 141.000 euros que así, a bote pronto, no parece mucho, pero teniendo en cuenta que sólo hay 102 habitantes, cada uno de ellos tiene una deuda de ¡1340 euros! La deuda media en un pueblo de sus dimensiones es de 48 euros por habitante pero en Solanillos cada uno debe 29 veces más. De hecho Solanillos es el noveno pueblo con más deuda de toda España, inmediatamente después le sigue Torremocha de Jadraque y Medranda, los dos también de Guadalajara.

La base de datos sirve también para templar gaitas en el enfrentamiento de cifras en el que se enzarzaron el Ayuntamiento de Guadalajara y el de Azuqueca por ver quien tenía más o menos deuda y dónde se pagaban más o menos impuestos. Según esos datos cada azudense tiene una deuda de 71 euros y un vecino de la capital de 57, sin embargo en protección social, Guadalajara gasta 66 euros por habitante mientras que Azuqueca supera los 82. ¿Y quién paga más impuestos? Pues se paga más en Guadalajara, 788 euros por habitante, frente a los 727 de Azuqueca aunque también es verdad que en ciudades del mismo tamaño de Guadalajara cada vecino paga bastante más que en la capital.

Datos para dar y tomar, y claro está, para contrastar. Un ejercicio de transparencia informativa que además viene a demostrar que la mayoría de los pueblos han invertido la tendencia y a costa de subir impuestos y reducir gastos hasta límites extremos están dejando de gastar más de lo que ingresan. La cuestión es hasta cuando los ciudadanos vamos a poder seguir financiando esta situación que nos tiene exhaustos, aburridos y, en muchos casos, deprimidos.

Da gusto leer los periódicos. España en general y Guadalajara en particular empieza a resucitar ¡Yo sí veo los brotes verdes!

Y todo a pesar de la sangrante e incesante cascada de casos de corrupción. La última hace unos días  con el caso de los consejeros de Caja Madrid que se gastaron en «en ropa y alimentación»15 millones de euros. Pero el vaso rebosa tanto…tanto… que ya no nos conformamos con que los compañeros de los implicados se rasguen las vestiduras o pongan cara cariacontecida. Ahora, por fin, ha llegado el momento de actuar. Y han llegado las primeras dimisiones y habrá expulsiones de los partidos y si tenemos suerte… ¡hasta devolverán el dinero! Porque por primera vez, los grandes partidos están preocupados. Unos pocos pensarán que están preocupados por los ciudadanos pero la mayoría, considera que lo que les preocupa realmente son ellos mismos, ellos y, sobre todo, ese futuro incierto que se abre en el  horizonte y que se llama elecciones municipales y autonómicas.

Las elecciones europeas fueron el ensayo. Las municipales serán la puesta en escena.

Por eso está volviendo la sensatez que tantos habían perdido.

Basta con consultar las noticias para comprobar que una parte de lo que se perdió por el camino en Guadalajara en este viacrucis de la crisis, se va a recuperar en el tramo final.

Lo más inmediato. El Teatro Moderno.

El consejero de Cultura, Marcial Marín, ha hablado sobre su reapertura y esta vez sí que sí, se abrirá. Seguramente no se hará con el proyecto que realmente se necesita,  pero lo cierto es que la Junta de Comunidades necesita relajar la crispación que hay en torno a este tema. ¿Se imaginan unas elecciones a la par que se hace los actos “En la puñetera calle”? Eso quita votos y como los de la Plataforma del Moderno son incansables ha llegado el momento de sacar la china del zapato. Además con lo que la Junta se ha ahorrado durante dos años por tener cerrado el teatro, hay para los “arreglillos”.

Y de lo más inmediato a lo más importante: el convenio sanitario con Madrid.

Tras años de turismo sanitario y viajes interminables para enfermos que no están para muchos trotes, se ha conseguido lo impensable: ¡por fin se habla del convenio! De momento sólo hay un desafortunado intercambio de declaraciones entre consejeros de las dos comunidades, Madrid y Castilla- La Mancha, pero tras el enganchón, que nos demostró por qué en toda la legislatura se ha silenciado el tema, todo está pendiente de que se arregle el asunto a nivel nacional. Lo ha dicho la ministra Ana Mato y además es un tema que corre prisa porque afecta a varias comunidades autónomas.

Pero hay más muestras.  En la Diputación Provincial han dado soluciones a dos problemas enquistados. Uno la Banda Provincial de Música que volverá a resurgir aunque con la ayuda de becarios . Otro el Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche que se eliminó en 2012 y al que se hace un reconocimiento más con la creación de una cátedra que lleva su nombre en la Universidad de Alcalá.

Y ¿en el Ayuntamiento? ¡Pues van a arreglar el Sotillo! Tenía que haber estado terminado en el año 2010 pero decidieron dar cuatro años de margen a la empresa antes de exigirle que cumpliera. Ahora dicen que lo va a hacer el propio Ayuntamiento aunque esto, la verdad, me genera alguna duda y no sé si pasará de una simple declaración de intenciones.

Vamos que la situación está cambiando.

Si no fuera por el paro que en septiembre ha vuelto a subir y que se empeña en fastidiar este feliz panorama…

Sólo falta que alguien desde la Junta haga caso a los del Castillo de Galve de Sorbe.

Sería el acabóse.

Tengo en la retina la imagen de Luis Fraga y los famosos 3000 euros. Y tengo en la mente la lacónica y ya casi insultante respuesta del PP de Guadalajara: “No nos consta”. Y pienso en cómo ha cambiado la opinión de los ciudadanos sobre nuestros políticos desde las últimas elecciones generales, las del 2011. Una falta de apoyo, que aunque no todos se merecen por igual, la clase política se han ganado a pulso.

Por si eso fuera poco son muchos los ciudadanos que piensan que los parlamentarios no se ganan el sueldo de más de 5000 euros que se llevan a casa y echando un vistazo al trabajo que han realizado los representantes de Guadalajara en la última legislatura es cierto que razón no les falta.

Si se dan una vuelta por las páginas web del Congreso y del Senado podrán conocer con detalle la actividad parlamentaria pública de los políticos de Guadalajara y juzgar la diligencia e insistencia de unos, y el desinterés de otros. Aunque acudan a reuniones y encuentros , esto es lo que se ve y los datos son muy llamativos:

Los cinco parlamentarios del PP, dos en el Congreso y tres en el Senado, y que, por cierto, acumulan numerosos cargos en el partido y sus respectivos ayuntamientos, no han aportado mucho en lo que va de legislatura. En el Congreso Antonio Román, diputado del PP, presentó  hace dos años nueve preguntas escritas, todas de una tacada y todas relacionadas con el plan de pago a proveedores.

Desde entonces no ha presentado nada.

A las nueve preguntas hay que sumar varias intervenciones parlamentarias, 10 exactamente en los últimos tres años. En total 19 actuaciones en 30 meses.

Las mismas iniciativas ha presentado la otra diputada popular, Encarnación Jiménez, nueve iniciativas parlamentarias calcadas de las de Román, que para más asombro presentaron en su día todos los diputados del PP en el Congreso aunque cada uno mencionando su provincia. A ello hay que sumar cinco intervenciones parlamentarias. La mitad que su compañero.

En el Senado la situación es muy parecida ya que los tres senadores del PP suelen presentar las iniciativas juntos.  Porfirio Herrero es el que menos actividad parlamentaria ha desarrollado. Tan sólo  29 preguntas y 4 intervenciones en 30 meses. Ligeramente más activa ha sido Ana María González García  con casi 40 iniciativas presentadas y 12 intervenciones, que son más o menos las mismas   que el tercer senador del PP Juan Antonio de las Heras. Criminalidad, desempleo en mayores de 45 o violencia de género son algunos de los temas que les preocupan.

En el PSOE, desde la oposición,  los dos parlamentarios han sido bastante más activos. Magdalena Valerio, diputada por Guadalajara ha presentado 455 iniciativas y 42 intervenciones parlamentarias. Una de las últimas hace referencia a si el colegio de las Cristinas se convertirá o no en campus universitario.

En el Senado, por el PSOE, se encuentra Jesús Alique. Es el más activo, con diferencia, de todos los parlamentarios con casi 4700 iniciativas. Otra cosa es el contenido porque Alique multiplica en muchos casos por tres cada pregunta al pedir los mismos datos a nivel nacional, regional y provincial. Trasvase, la dependencia las listas de espera o las carreteras son algunos de los temas que ha llevado al Senado.

En resumen pocas iniciativas de los parlamentarios de Guadalajara en especial de los del PP que parece que en el Congreso y en Senado no sudan la camiseta tanto como a los ciudadanos nos gustaría.

Ya está.

La lenta y tediosa burocracia ha dado un paso más en la futura construcción de los nuevos juzgados de Guadalajara. Por fin conocemos el nombre del arquitecto que se encargará del proyecto. Es Gonzalo Cabanillas de la Cueva, un profesional con experiencia en obra pública que ha realizado, entre otros, el proyecto de ampliación del Hospital de Elche, en Alicante. Él, junto a la empresa, Gestión Integral del Suelo, son los elegidos por la Administración, de entre las 38 ofertas presentadas, para realizar el proyecto y la dirección de obra del mismo.

El nuevo edificio, que ya nace con importantes carencias como comenté en otro post, reunirá en una misma sede los juzgados que hay funcionando en la actualidad repartidos entre la Plaza de Beladíez, el Paseo de las Cruces y varios más en la Avenida del Ejército, algunos de éstos últimos en régimen de alquiler.

Este mes los ganadores comienzan a preparar el proyecto que debe estar terminado antes de noviembre. El arquitecto, Gonzalo Cabanillas, ya está trabajando en él e incluso se acaba de reunir con el Ayuntamiento de Guadalajara para hablar del tema. ¿Y cómo será el nuevo juzgado? Pues según el arquitecto estará formado por dos edificios longitudinales unidos por un vestíbulo común al que se accederá por una rampa muy suave. El proyecto tendrá muy en cuenta el aprovechamiento de energía, con patios interiores que den luz, y ventanas verticales en el exterior para proteger del sol. En noviembre el Ministerio de Justicia le dará el visto bueno y pondrá en marcha el resto del proceso: primero adjudicar la obras, que se cree que estarán antes de junio de 2015, y después 28 meses más para hacer la obra con lo que los juzgados no estarán listos hasta principios del año 2018.

Esos son los planes del Ministerio pero el proyecto tiene que salvar un importante escollo: la difícil situación económica. Según la información facilitada por el propio Ministerio la contratación de las obras dependerá de si en ese momento hay o no hay dinero y lo remarca con estas palabras:

“En todo caso, la decisión sobre el expediente de contratación de las obras estará condicionada a las disponibilidades presupuestarias”

 ¿No les recuerda esto a otra gran obra prometida y no realizada? Sí, claro. Estoy hablando del Parador de Molina. La única diferencia entre las dos, (diferencia por cierto bastante importante), es que en este caso avisan: mientras no haya dinero no se hará. En el caso del Parador han optado por maniobras de distracción y han decidido adaptar el proyecto y, creo yo, ganar tiempo.

Y es que las obras públicas en Guadalajara, (y también las privadas, hay que reconocerlo) brillan por su ausencia en estos tiempos de crisis. El Estado apenas invertirá en 2014 83 millones y de ellos la mitad irán a mantener la A2. A eso hay que sumar poco más: abastecimientos a municipios ribereños o la tercera conducción del Sorbe.

De momento los ganadores del concurso de los juzgados han rebajado el presupuesto inicial en 300.000 euros, apenas un pellizco para un proyecto que tiene un presupuesto total de obra superior a los 11 millones.

Por ahora se ha dado un primer paso, esperemos que las circunstancias cambien y nos permitan salir de este negro agujero, porque el 2015, fecha de inicio de las obras, está ya a la vuelta de la esquina.

Tengo un nuevo hobby: buscar en internet los números de teléfono “normales”, los fijos,  a los que corresponden los 901 ó 902 que cada vez nos acosan más en nuestras gestiones diarias. Las primeras en ponerlo en marcha fueron las empresas, intentaron contarnos que era mejor para nosotros porque sólo era necesario que nos aprendiéramos un teléfono que serviría para todo en cualquier lugar de España. Incluso algunas nos lo enseñan con musiquilla para que lo aprendamos, como hacíamos de pequeños con las tablas de multiplicar.

Lo que en principio era una ventaja se convirtió en una pequeña máquina de hacer más dinero y, en muchos casos, en una pesadilla para el consumidor.

Después de las empresas le llegó el turno a la Administración en general y hoy en día es un reto hablar con la Seguridad Social de tu ciudad, por poner un ejemplo real, sin pasar antes por el famoso 901.

La situación es tan absurda que llamas al teléfono de la Seguridad Social de tu localidad, preguntas por una información y te dicen que para contestarte debes llamar al 901 50 20 50

–          y pulsar la opción 1- me dicen.

–          ¿Y no hay un teléfono gratuito?-pregunto

–          No -me aseguran.

–          ¿Y no hay un teléfono de Guadalajara donde yo pueda llamar?

–          Allí le ponen con Guadalajara -me contestan.

Y yo alucino.

–          ¿Tengo que llamar a un 901 para que me vuelvan a poner con Guadalajara cuando ya estoy hablando con Guadalajara? -vuelvo a preguntar.

Pues sí.

Y esto no es todo. Además me cobrarán por la llamada porque aunque tenga contratada una tarifa plana con mi compañía telefónica estos números no entran en mi contrato.

¿ Y  cuánto cuestan estas llamadas? Pues depende. Con el 901 se paga como una llamada local, una parte la paga quien llama y otra quien la recibe. Lo usan, entre otros la Agencia Tributaria. Con el 902 es más caro. Solución: buscar los números “normales”, los fijos, en internet. Hay montones de páginas  y la realidad es que funcionan. Allí encuentras de todo: Canal Plus, Banco Santander, Grupalia, Casa del Libro… y por supuesto los número fijos de la Seguridad Social que sustituyen al 901 502050. En este caso son teléfonos de Madrid que te vuelven a poner con Guadalajara. Hay diez líneas fijas destinadas a este 901.

¿Y que pasa con las compañía de luz y gas? Pues que por ley tienen la obligación de poner a disposición del usuario teléfonos gratuitos para que realicen sus gestiones, pero seamos sinceros, en muchas ocasiones esos teléfonos gratuitos, que sí existen, no son tan fáciles de encontrar.

Y un caso más que no todos los ciudadanos conocen: las llamadas a los teléfonos de emergencias. Sólo el 112 es totalmente gratuito. Desde él te derivan a cualquier servicio de emergencia, sin embargo si llamas al 091, que es la policía nacional o al 092 que es la local, hay que pagar. A no ser, claro está, que llames directamente al fijo de las comisarias.

En fin que todo son facilidades para el consumidor. Lo que se publicita como un mejor servicio para el ciudadano acaba, en muchas ocasiones, convirtiéndose en un largo monólogo con una máquina pulsando opciones mientras cruzamos los dedos pidiendo que, por fin, nos atienda un ser humano y a ser posible, a coste cero.

A mí me han intentado robar dos veces. Una el coche. Afortunadamente, no les dio tiempo de llevárselo aunque me fastidiaron la cerradura y me metieron el miedo en el cuerpo. Otra en un trastero. Como su propio nombre indica estaba, y está    (nada ha cambiado) lleno de trastos: brochas, botes de pintura, algún azulejo suelto, juguetes viejos… Sólo había una cosa que robar, un jamón, de los buenos además, y eso es lo único que se llevaron.

Que les aproveche.

¡Qué le vamos a hacer!

Lo mío aunque desagradable no fue nada más que una minucia en comparación con lo que están sufriendo muchos vecinos de Guadalajara. Que levante el dedo el que no haya sufrido un robo en su casa o en la casa de su vecino, de un familiar o amigo. Por desgracia lo oímos cada día. Y lo oímos porque está pasando. Y mucho.

No hay más ver la intensificación de controles policiales que se están produciendo en numerosos puntos de la ciudad y que ya anunció el director general de la Policía en su visita a Guadalajara. Desde hace semanas la Policía Nacional y la Local realizan controles en los lugares más sorprendentes: la rotonda del Fuerte, la de Bejanque, en la zona del río, la del Quijote… y lo más llamativo: a las horas más extrañas: 10 de la mañana, una de la tarde… La policía busca y rebusca, mira a fondo montones de coches y, por supuesto, encuentra, aunque no quizá lo que está buscando, y que, al parecer, podría ser un sistema para abrir las puertas de los domicilios sin dejar rastro.

Por suerte los controles provinciales, tan intensos en los últimos meses, están empezando a dar otros resultados: se han encontrado armas blancas, herramientas para robar, delincuentes reclamados judicialmente, algo de droga y sobre todo, aseguran,  se han frenado los robos en viviendas.

Y es que el aumento de robos en Guadalajara ha sido tan sangrante en los últimos dos años que no cabía otra opción que tomar medidas de este tipo.

Según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior en la provincia de Guadalajara han aumentado los robos con fuerza en domicilios en un ¡ 49 por ciento entre 2011 y 2013!

Cada día se roban de media en la provincia tres viviendas.

Un auténtico escándalo.

Durante el año 2011 se cometieron 664 robos con fuerza en casas, a finales de 2013 estábamos al borde de los 1000 robos. Exactamente 992.

Guadalajara es la provincia nº 1 en el ranking castellano manchego en robos a viviendas. Ni siquiera Toledo, donde también han aumentado los robos, nos alcanza. De los datos de Guadalajara hay que reconocer que el año 2012 fue mucho peor ya que hubo un 41 por ciento de delitos más y en el 2012 “sólo” han subido un 6 por ciento.

En unas semanas tendremos los datos del Ministerio del Interior sobre los robos a viviendas en el primer trimestre de 2014 algo que nos permitirá saber si los continuos controles han dado sus frutos, aunque eso sí, tendremos que molestarnos en buscarlos porque en Guadalajara desde hace años sólo se da información sobre los logros policiales. Es curioso, no nos cuentan los delitos para que pensemos que Guadalajara sigue siendo una ciudad tranquila pero “rompen la magia” cuando nos informan a bombo y platillo de las detenciones ya sea en Pioz o en Ciruelas o Albalate.

Quizá no vendría mal un cambio de estrategia. Que no nos cuenten solo los éxitos. Si nos dicen que hay una oleada de robos estaremos alerta,  tomaremos medidas y nos fijaremos en cualquier cosa fuera de lo normal. Cuéntennos, y dejen de cocinar datos porque al final todo se sabe.