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Romancero castellano. Estatuas. Cervantes

EL TIEMPO AVANZA Y HUYE sin remedio, que dirían los clásicos latinos, y, burla burlando, nos hemos quedado sin primavera, cierto, pero ya hemos arribado al verano. Con lío mundial de estatuas, sobre lío mundial de virus. ¡Hay años que no está uno para nada…!

1/ Tengo pendiente hablar de “Romancero castellano y otros poemas”, el último de la serie de quince libros de versos “Cantil de Cantos”, que he ido sacando desde 2017 (catorce libros) hasta 2020 (uno, el que ahora digo).

El libro salió y llegó a las librerías a finales de febrero y he recibido ya algunos parabienes por él, pero en realidad puede decirse que se estrena ahora, porque los meses desde marzo hasta el presente, ya sabemos todos que han sido inhábiles para las librerías.

Para todas menos para la Librería “La Alcarreña” que se ha mantenido abierta al público y con “Romancero castellano…” en su escaparate, junto con otros dos libros míos recientes. Es decir, que con pandemia y todo, “La Alcarreña” ha hecho su servicio a la cultura de Guadalajara hasta el final.

La librería “La Alcarreña” cierra definitivamente el próximo martes 30 de junio, por jubilación de sus propietarias, después de llevar abierta desde 1940. No será lo mismo pasar por la calle Mayor Baja y no ver ya abierta “La Alcarreña”. Un recuerdo entrañable para la librería y para sus propietarias.

Sobre “Romancero castellano” habrá que dejar su comentario para otra ocasión. Diré tan sólo que yo me encuentro satisfecho con él, y que lo considero un buen libro en sí mismo, además de ser el remate de una amplia serie.

He aquí uno de esos romances –tradicionales, pero rehechos de otra forma por mí- ambientado en Guadalajara, además. Lleva las explicaciones correspondientes en su comienzo:

https://www.guadalajaradiario.es/tribuna-gd/40599-romance-de-don-martin-vazquez-de-arce.html

2/ La “Guerra contra las Estatuas” que se ha desatado en USA y Europa no deja de sorprender, porque se hace sobre unos postulados equivocados.

Todas las épocas, pueblos, razas y continentes han conocido la esclavitud y ADEMÁS LES HA PARECIDO BIEN.

Negros han esclavizado a negros y a blancos, islámicos han esclavizado a negros y a blancos, y a la inversa…

Era parte de la forma de vida aceptada, hasta que fue PRECISAMENTE EUROPA Y OCCIDENTE a partir de la Ilustración quien empezó a considerar esa idea indigna del ser humano, y a partir del XVIII y XIX Europa y Norteamérica empezaron a abolir lo que en otras culturas y razas continuaba y, más o menos encubiertamente, continúa.

Pero no se ve esta evidencia, sino que se utiliza la actual “guerra de estatuas” contra Europa y Occidente, lo mejor que ha alumbrado la cultura humana, sin duda.

Ya publiqué un escrito en GuadalajaraDiario al respecto, cuando se iniciaron los ataques incomprensibles sobre un navegante, Cristóbal Colón, que fue a llegar casualmente a un continente lleno de caníbales y de imperios indígenas que se comían literalmente a los pueblos indígenas que tenían esclavizados, incluso como alimento. Mi escrito fue  éste:

https://www.guadalajaradiario.es/el-rincon-del-lector/40516-guerra-de-estatuas-en-america-y-europa.html

3/ Pero la ignominia cometida contra Cervantes en San Francisco, donde su busto ha aparecido maltratado, insultado y embadurnado de pintura color rojo sangriento, supera ya la frontera de la incultura para entrar en la de la infamia.

A/ En primer lugar, Cervantes NO viajó a América, o sea, que lo que esté pasando o haya pasado allí entre unos descendientes de antropófagos y otros descendientes de antropófagos y de esclavizadores o de esclavos en nada afecta al genio alcalaíno, uno de los mayores Genios de la Humanidad.

B/ En segundo lugar, Miguel de Cervantes SÍ fue él mismo esclavo en Argelia, donde sufrió esta condición durante cinco años hasta que fue comprado/rescatado por los frailes españoles que se encargaban de comprar esclavos blancos europeos en tierras musulmanas para devolverles la libertad…

Que el esclavo Cervantes –Genio Universal pese a todo- sufra ahora agresiones verbales y coloreadas demuestra la zafiedad de quien ha cometido ese NUEVO acto de barbarie contra él.

Por cierto que aquí mismo, en España, esta condición de esclavo de Cervantes se desconoce y en algún rifirrafe me he visto envuelto por defender al alcalaíno.

Miguel de Cervantes Saavedra, sépase bien, fue un hombre desafortunado en vida hasta extremos increíbles, que conoció la maldad humana en todas sus formas y variantes, que tuvo que trabajar en labores muy desagradables durante todos los DÍAS de su vida, hasta el final de ella –con 69 años- y que dedicó las NOCHES que pudo, siempre y cuando hubiera podido conseguir velas, a escribir.

Porque esas velas de cera necesarias para sus noches de escritor genial, incomparable y apasionado las podía comprar con mucha dificultad. Y sin gafas que llevarse a los ojos (no mucho tampoco al estómago), porque ese era un artículo de ricos en su época, que él no pudo permitirse, a pesar de que un lector y escritor de su avanzada edad, NECESITABA GAFAS para ver las para él borrosas letras… Pero la vida también se las negó.

Pero alumbró una de las más asombrosas literaturas de la Historia de la Humanidad, y, desde luego, convirtió en MÚSICA el idioma castellano, de una forma tal que nunca podrá ningún otro prosista castellano acercársele jamás.

Y quizá otra cosa igual de asombrosa: En Cervantes, nunca hay rencor, sino humanidad, humor y comprensión de las miserias humanas, que disculpa, entiende y perdona.

Pero hasta esto desconocemos en España sobre nuestros verdaderos prohombres, a tenor de los rifirrafes en que me he visto envuelto ante españoles que justifican la agresión a su escultura en San Francisco.

CODA: Además, fue un sorprendente buen poeta, inventor de estrofas, como este “ovillejo” que yo me he permitido dedicarle en humilde e ineficaz desagravio:

CERVANTES, ESCLAVO, PERO MÁS AUN GENIO, INSULTADO Y EMBADURNADO CON PINTURA SANGRIENTA EN SAN FRANCISCO

.

Las manos podéis lavaros.

¡Ignaros!

Vivís en el puro caos.

¡Pintaos!

La vuestra es la malasangre,

¡de sangre!

Esclavo sí fue él de otros.

¡Vosotros!

.

Cinco años entre los moros

sesenta y nueve en trabajo

¿y ahora caéis tan bajo?

¡Ignaros, pintaos de sangre vosotros…!

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