Archive for febrero, 2017

Cuatro, creí mi techo; esta novela lo es

DE CUATRO NOVELAS ANTERIORES, puedo decir y digo que, al poner su punto final, creí que eran mi techo, tejar y bóveda máxima de lo que yo podía escribir en prosa

La sensación comenzó a producirse cuando finalicé “Viaje por Guadalajara” subtitulada “¿Dónde estáis los que solíais?”, el relato de una jornada de verano, a finales de agosto de 2014, donde se cuenta el viaje de una persona solitaria a la ciudad de Guadalajara –y sólo a la capital- y su transitar por las calles, plazas, cafeterías, restaurantes, establecimientos comerciales reales de la ciudad, mientras se encuentra con personales también reales que transitan por sus calles y da cuenta de ellas.

Mañueco 4 novelas 22-2-17“Este es mi techo” dije al concluir el largo relato. Y más cuando comprobé que era una especie de “Ulises” de James Joyce: el deambular de un hombre solitario por Dublín durante 24 horas, sólo que esta vez trasladado a las doce horas en que callejea por Guadalajara ese misterioso visitante.

Semejanza de la que me di cuenta, al terminar el relato; no antes, dicho sea de paso… Pura coincidencia no buscada.

Lo mismo me ha ocurrido, por tres veces, entre 2015 y 2016, cada vez que he puesto punto final, primero, a “La Virgen de las Batallas”, ambientada en la Guadalajara y Castilla del siglo XIII, a la que llega la noticia de la recuperación para la cristiandad de la Taifa de Sevilla, a cargo de Fernando III el Santo.

Y luego, ya en 2016, con “Viaje a la Alcarria, versión siglo XXI”, cuyo título indica su contenido.

Siempre que se sepa, quede esto claro, que no es ningún remedo, ni quiere serlo, de ninguna novela previa, sino que se trata de un viaje por esta comarca de Guadalajara, efectuado en nuestros tecnológicos días, sin fijarse para nada en las mulas, moscas, carros, burros que salieran al paso del nuevo viajero… Entre otras cosas porque de todo eso ya va quedando bastante poco por la actualidad posmoderna.

También dije eso mismo al rematar “Viaje a Brihuega y las cincuenta primera castellanas”, asimismo de 2016, una novela más breve, continuación de la anterior, donde dos viajeros y dos máquinas sorprendentes continúan el recorrido, desde el mismo lugar donde había quedado detenido el de la novela precedente.

Pero aunque yo creyera que eran mi techo, tejar y cumbre de lo que podía escribir, ahora sé que lo es la novela con la que he inaugurado 2017, “La sombra del sol”, que lleva el largo subtítulo de “Historia del ingenioso escritor Miguel de Cervantes Saavedra, letrado en esta lengua”, lo es.

Mi techo es éste… Podré mantener la techumbre de esta novela, y de hecho ya tengo previstas varias continuaciones. No superarla.

Una investigación histórica que da como resultado averiguar que Miguel de Cervantes, el hidalgo cuerdo y sensatísimo manchego Alonso Quijano y Quesada y el cura seguntino Pedro Pérez de Abajo, que ejerce su apostolado en el lugar de la Mancha de donde es el hidalgo, se conocieron realmente, en Alcalá de Henares, en el año 1601 (es decir, cuatro años antes de la publicación del Quijote) y que emprendieron un viaje hacia Sigüenza, patria de este último, pasando por y pernoctando en Guadalajara, necesariamente debía conducir a un batacazo notable o bien a un argumento que permitiera largamente el lucimiento de quien lo iniciara. 

Es mi techo. Se ha producido la conjunción perfecta: el argumento idóneo y las aventuras adecuadas que lo desarrollan.

Procuraré mantener la techumbre alcanzada, no superarla.

Cervantes, Alonso Quijano y Pedro Pérez, en viaje hacia Guadalajara

POR SI ALGÚN LECTOR NO HA CAÍDO, al pronto, en quiénes puedan ser este Alonso Quijano y este Pedro Pérez, que el titular de nuestro artículo indica que están viniendo en viaje hacia Guadalajara, hay que aclarar inmediatamente que, en efecto, se trata de Alonso Quijano y Quesada, el hidalgo manchego, y de Pedro Pérez de Abajo, el cura seguntino que ejerce su apostolado en el lugar de la Mancha que fue inmortalizado por el escritor alcalaíno Miguel de Cervantes, a principios del siglo XVII… Concretamente, en 1605, cuando se publicó “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”.

Pues bien, resulta que estamos en condiciones de afirmar que cuatro años antes de la publicación de dicho relato, esto es, en 1601, tanto Miguel de Cervantes Saavedra, como Alonso Quijano y Quesada y Pedro Pérez de Abajo se conocieron en Alcalá de Henares

Y además en un momento en que el escritor complutense se acercaba peligrosamente a la sesentena de su edad, sin que hubiera dado a la estampa ninguna obra literaria destacable.

La sombra del Sol_CubiertaSe encontraba además Miguel de Cervantes en un periodo de creatividad baja, mientras que veía que autores veinte o treinta años más jóvenes que él -llamados por ejemplo Lope de Vega, Luis de Góngora y Argote y Francisco de Quevedo y Villegas– se alzaban estrepitosamente con el triunfo literario, inaugurando un estilo literario que comenzaba a llamarse “Barroco” y que al renacentista y veterano escritor alcalaíno le resultaba incomprensible, intolerable, abigarrado y confuso…

Del encuentro de aquellas tres singulares personas, que aconteció precisamente en la plaza de la Universidad cisneriana, y de la conversación que seguidamente mantuvieron se produjo un vuelco total en la creatividad de Miguel de Cervantes, que iba a transformar para siempre la Historia de la Literatura.

¿Y qué tiene que ver Guadalajara en todo ello…?  Pues mucho, porque Alonso Quijano y Pedro Pérez estaban precisamente en viaje hacia Sigüenza, ciudad a la que el segundo había invitado a conocer al primero, cuando se produjo el feliz encuentro con el escritor Miguel de Cervantes, el cual se siente tan interesado por la conversación que mantiene con ellos que decide acompañarles también en su viaje y destino.

Como argumento de un relato de ficción, ya estaría bastante bien este planteamiento para seguirlo… ¡y a ver qué sale!

Pero resulta que la historia que se recoge en “La sombra del sol”, que es -por declararlo paladinamente- de lo que estamos hablando, no es un relato de ficción, sino una historia y un viaje real, perfectamente documentado, que puede dar un cambio completo a los estudios cervantinos y quijotescos.

En efecto, un legajo que contiene varios  manuscritos de comienzos del XVII, encontrado en el Archivo Diocesano de Sigüenza, está llamado a transformar las investigaciones sobre la obra más universal de la Literatura de todos los tiempos.

El conjunto de manuscritos, denominado legajo “Munio Juan Montañón y Díez”, por el historiador del siglo XVII que lo recopiló y organizó, refleja un viaje real que se efectuó en 1601, desde la Mancha hasta la ciudad de Sigüenza, por parte de tres personas, como decimos: el escritor Miguel de Cervantes Saavedra, el hidalgo manchego Alonso Quijano y Quesada, y el cura seguntino Pedro Pérez de Abajo.

El libro “La sombra del sol” que es el título elegido para alojar dicho manuscrito, puede modificar e innovar radicalmente el estudio de las fuentes de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, pues parece comprobada la existencia real del hidalgo Alonso Quijano y del cura Pedro Pérez, que realizaron dicho viaje en compañía del escritor Miguel de Cervantes, y que precisamente esos dos personajes reales y la conversación que mantuvieron durante el viaje con el escritor fueron los modelos, el origen y la fuente principal del inmortal libro cervantino.

Aparte de su valor para la investigación literaria, la narración histórica que en el volumen titulado “La sombra del sol” se recoge tiene calidad literaria suficiente para que pueda recomendarse su lectura, por sí misma.

Avisados quedan los lectores de “GuadalajaraDiario”.

 

 

 

 

 

La sombra del sol y las interpretaciones que están dando

HA SIDO DAR EL TÍTULO DE “La sombra del sol” como el correspondiente a mi próxima novela -que ya ha entrado en imprenta, por lo que estamos a pocos días de que vea la luz pública-, y se han disparado las interpretaciones sobre lo que se puede ocultar sobre un título tan misterioso.

La sombra del Sol_Cubierta“El sol no tiene sombra” me han dicho los prosaicos.

“¿Te refieres a las manchas solares?” han inquirido los ecologistas y los astrofísicos.

“La sombra la produce algo que se interponga con el sol, como un eclipse o un objeto, pero luz y sombra son antagónicas”. Y en este plan.

A todos les ha parecido un título sugerente, pero incomprensible.

Por ello he tenido que añadirles el subtítulo de la novela “Historia del ingenioso escritor Miguel de Cervantes Saavedra, letrado en esta lengua”… y entonces las caras de duda han dado paso a las de asombro. Todavía no sabían de qué les estaba hablando, pero ya iban atando cabos sueltos, que nada ataban.

Hasta que aclaraba lo que ahora nuevamente aquí aclaro: es algo que nunca se ha hecho.

Un antecedente o precuela del Quijote que se va a dar a la estampa. No una secuela o continuación, que esa vulgaridad sí se ha hecho muchas veces, a pesar de estar prohibidísima por el propio Cervantes en su novela. No, no es una continuación… Es un precedente…

El precedente o fuente original de la inmortal obra cervantina que tanto se había buscado…

manueco_13a (2)Un viaje del escritor Miguel de Cervantes Saavedra, y de los personajes también reales el hidalgo manchego Alonso Quijano y Quesada y del cura seguntino Pedro Pérez de Abajo, por las tierras centrales de España (Madrid, Alcalá, Venta de Meco, Guadalajara, Hita, Jadraque, Sigüenza…) ocurrido en 1601, es decir cuatro años antes de la publicación de la primera Parte del Quijote, en 1605.

El viaje previo y con personajes reales que daría lugar, a través de sus conversaciones, a  la fuente al libro quijotesco y cervantino.

Eso es “La sombra del sol”. Eso está a punto de salir, porque ya está en imprenta.

 

 

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