ESTE VERANO HE TENIDO la fortuna de poder pasar una semana de frescor y alivio de rigores por la costa de Santander, concretamente por Santoña, al este de la provincia montañesa. Buena temperatura, turismo no masificado y, eso sí, lluvia ligera casi todos los días, de esa llovizna que no moja, sino refresca y tonifica. O sea, pura delicia.
En Santoña, uno se siente más cerca de las raíces históricas de Castilla, mal que les pese a los falseadores recientes de las minirregiones castellanas inventadas (5) y no consultadas a la población que se crearon en la Transición, para contentar a los separatistas catalanes y vascos, que querían que les quitaran de en medio al gigante llamado “Castilla”, para pasar ellos por tierras superimportantes e historicísimas.
En realidad, ni Cataluña ni las Vascongadas tienen ni un instante de Historia propia soberana, fuera de la entidad superior que en cada momento de la Historia las englobase.
Las vascongadas o vasconizadas, porque que ni siquiera son vascas de origen.
Por cierto, llamo a las Vascongadas de esta forma, porque en realidad es su nombre histórico más habitual a lo largo de los siglos y además las que mejor las define:
Provincias “vasconicatas” (en latín), vasconizadas o vascongadas (en castellano evolucionado desde el adjetivo anterior) porque resulta que ni siquiera son vascas originariamente, sino que se vasconizaron tardíamente, después de la caída del imperio romano, cuando los vascones (vascón significa “gente del monte”) bajaron de los Pirineos donde se habían aislado de la romanización que estaba ocurriendo en el resto de España.
En fin, dejémoslo aquí, porque la vasconización de las Vasconizadas no fue muy pacífica precisamente, y sería muy belicoso lo que tendríamos que contar, además de que habríamos de referirnos a qué población habitaba la costa oriental de Hispania (hasta limitar con la Galia) cuando los vascones aún andaban pasando hambre y penurias por las cumbres pirenaicas. Y eso nos daría para muchas páginas que no caben en este artículo.
LA CASTILLA VACIADA
ESTABA EXPONIENDO QUE PARA llegar a Santoña tuve que pasar por la España vaciada, por la Castilla vaciada en este caso, que ese sí que es el verdadero problema dolorosísimo de España, al que nadie presta atención porque en las Cortes españolas sólo de habla de lo que le interesa a la España superdesarrollada y superpoblada (las vasconizadas, por ejemplo, que se han superdesarrollado en los dos últimos siglos, no antes).
La Castilla vaciada, puro silencio del que no se habla políticamente en España. Y esto lo sabemos muy bien en Guadalajara.
SANTOÑA, LA CASTELLANA
EN CUANTO SE LLEGA a Santoña, sin embargo, la castellanía de la villa sale al encuentro por todas partes.
En primer lugar en el escudo de la villa, exhibido en numerosos lugares, que simplemente reproduzco por su belleza, sin comentarlo, porque ello nos daría para excesivas líneas.
JUAN DE LA COSA, CARTOGRAFO DEL PRIMER MAPAMUNDI (1500)
TAMBIÉN EL MARINO Y cartógrafo santoñés Juan de la Cosa es presencia habitual en la villa montañesa.
El navegante Juan de la Cosa, que acompañó a Cristóbal Colón en sus dos primeros viajes a América y a Alonso de Ojeda –marino de Cuenca- en el viaje que descubrió Colombia, Venezuela y toda la costa norte de Sudamérica, fue el autor del primer mapamundi que incluye bastante ampliamente la vertiente atlántica de América.
Ello, en su época, era un secreto de Estado que no podía caer en manos enemigas por el valor incalculable de sus descripciones. Y en nuestro tiempo un monumento histórico de belleza fuera de lo común.
Naturalmente, el mapamundi de Juan de la Cosa tiene las aguas del Océano Atlántico y del mar Caribe rebosantes de barcos con el pendón cuartelado de castillos y leones de la Corona de Castilla, porque para eso era la Corona que había realizado tales gestas descubridoras y también su Corona o Estado soberano propio.
HOMENAJE AL PENDÓN DE CASTILLA EN MEXICO
Y nada más. Muchas cosas se quedan en el tintero para un próximo día. Aunque algunas son la que ya quedan dichas aquí.
Sólo añadiré una imagen de la convocatoria del Paseo del Pendón de la Corona de Castilla, que se ha celebrado en este mes de agosto en México D. F., en memoria y conmemoración de los Paseos anuales del Pendón de Castilla, que se efectuaban durante la época virreinal de Nueva España, y que todavía hoy rinde homenaje a una enseña, la castellana, que en España está eliminada de la mayor parte de las tierras a las que representó, como Guadalajara, o, donde la han respetado, postergada al último lugar en el protocolo de banderas autonómicas que la política del momento impone.