Himno a Guadalajara, elogio de la eñe y una prosa

DANDO LAS MISMAS VUELTAS LA TIERRA A DIARIO alrededor de su eje, resulta que no todos los días son iguales sino que les gusta venir cargados de diferencias, diversidades y desavenencias, aunque no sean éstas enormes y mayúsculas, sino menudas, chicas, insignificantes y acaso desdeñables, por lo que quizá no siempre se perciben.

El lector, que es soberano de sus gustos, aunque del sistema político no lo sea ni por asomo -por más que digan lo contario quienes lo digan,  como se está comprobando en este largo no saber lo que hemos votado desde el 20-D del pasado año hasta la fecha-, sí va a poder ejercer su soberanía como lector decidiendo si le agrada más el artículo de hoy que el de la pasada semana o al contrario. O bien, si no le interesa ninguno de los dos, que también puede integrarse en ese soberano parecer propio.

Pero cargado de contenidos y ofrecimientos el artículo viene. Esto es seguro.

1. Himno a Guadalajara. Abriremos boca hoy con el “Preludio” o primer poema con que se abre el que considero mi mejor libro de poesía publicado hasta la fecha: “Donde el mundo se llama Guadalajara”. Se trata del “Himno a Guadalajara”, que dice así:

 

HIMNO A GUADALAJARA

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

hermoso predio te llamo,

planicie y montaña.

 

Vegas de verde Campiña

valles rugosos de Alcarria,

montes  que la Sierra afila

donde heladas aguas manan.

 

Bosques los del Señorío

molinés, en donde claman

verdeciendo tierras ríos.

Parque que Alto al Tajo llama.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

diverso predio te llamo,

llanura y montaña.

 

Quien anhele grandes cumbres

que a las nubes sobrepasan,

aquí de roca halle lumbres

luminosas de montaña.

 

Vegas, llanos, lomas, lagos

cimas del arte y cultura,

serranillas, libros magos

en verso y en literatura.

 

Arriaca, tierra que amo

más de toda España,

orlado predio te llamo,

tierra de mi entraña.

 

Qué gran país de países,

¿cuántos en ti, varia Arriaca,

matices de luz divises

que el cielo en tierra destaca?

 

Que sintamos el orgullo

de hacernos Guadalajara,

tierra amena que concluyo

en nosotros se alojara.

 

Y que sepamos bien alto decir

que viva Castilla y que viva Arriaca,

viva Europa y el mundo y España,

que eso será muchas veces sentir

que vive y que… ¡viva Guadalajara!

 

Del libro “Donde el Mundo se llama Guadalajara” (2015)

 

2. Castellana de la eñe. Va como segunda plato del artículo, un breve pasatiempo sin mayor trascendencia, que no cuenta más que con veinticuatro horas de existencia, puesto que se escribió ayer. Quienes hayan leído los anteriores artículos de esta sección “Realismo simbólico”, ya saben qué es eso de una nueva estrofa llamada “castellana”.

CASTELLANA DE LA EÑE

  

Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe.

 

La doble ene que a Hispania

la mudó antes en Espanna,

y dio con ella en España

a esta tierra de Occitania.

 

La “vínea” de la que mana

la viña hoy castellana,

 

la mejor cepa que hermana

a esta tierra soberana

 

de la lengua castellana:

virgulilla, a mí paisana.

 

Y “Castella” si a “Castiella”

pasó primero a escribir,

hoy no puede prescindir,

lleva contigo su huella

 

que afirma  que es castellana

toda eñe con virgulilla

que proclamando a Castilla

de Castilla es escribana.

 

¡Apogeo de la eñe

que no existía en latín

y que en Castilla por fin

a escribir bien nos enseñe!

 

 

3. Y una prosa: “Conversación ante San Ginés” de “Viaje por Guadalajara”.

Anteayer, 8 de abril, comencé a publicar digitalmente una novela que, previamente, apreció en papel en el año 2014. Se trata de “Conversación ante San Ginés”, una novela corta que ocurre ante la iglesia de San Ginés de Guadalajara, y que apareció en papel dentro de la novela mayor “Viaje por Guadalajara”.

“Conversación ante San Ginés”, es el relato de un día 29 de agosto, ante la iglesia de San Ginés, donde dos personajes centrales dialogan sobre casi todo lo divino y buena parte de lo humano, mientras el ritmo de los habitantes de la ciudad y el tráfico de sus coches se palpan alrededor.

También intervienen en la narración Jesucristo, Nemo, Nadie, Tertuliano, fray Luis de León, Santa Teresa de Ávila y otras figuras representativas de la Religión y de la Humanidad de todos los tiempos.

Asimismo le comenta la extraña cualidad de zureo en forma de gallo que poseen las palomas de San Ginés, en determinadas circunstancias, que se señalan.

Quienes quieran seguir esta narración alcarreña, que ahora comienza y por lo tanto es buen momento, pueden hacerlo en este enlace:

 

http://blogs.periodistadigital.com/juan-pablo-manueco/2016/04/08/conversacion-ante-san-gines-novela-de-manueco/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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