DESPUÉS DE LAS ELECCIONES del 21-D en Cataluña, se me ocurre en primer lugar decir un muy sincero “Gracias, Ciudadanos”, habéis demostrado que un partido constitucionalista y representativo de la Cataluña plural ha podido ganar las elecciones a los partidos monolíticos, unilaterales y contrarios a la pluralidad interna de Cataluña.

Goebbels (la mentira institucionalizada) se instauró en Cataluña desde principios de la Transición española y lo acaparó todo: los medios de comunicación, los planes de estudio, el poder económico…

Con un propósito único, encontrar el Hitler que arrasara y perpetrara el genocidio cultural de más de la mitad de la población catalana: la parte castellanoparlante.

Durante décadas esos semiführer se fueron sucediendo. Desde Pujol, el saqueador de tantas cosas, hasta los líderes de ERC o del PSC, que en materia de sectarismo, liderado por Maragall, poco tenía que envidiar al partido del Führer, propiamente dicho.

Vosotros, “Ciudadanos”, saliendo de la nada hace muy pocos años, siendo vilipendiados por la prensa goebbeliana de Cataluña y siendo golpeados por las juventudes radicales del nacionalismo (ya se sabe, esa forma de prefascismo) catalán en vuestras primeras reuniones e insultados y provocados hasta cuando ibais a votar… habéis demostrado que Cataluña es plural (tomen nota: partidos de derecha e izquierda de España y de Cataluña, Cataluña es más plural en sí misma que el resto de España) y que además los que quieren seguir siendo catalanes, españoles y europeos son socialmente mayoría.

Gracias, por ello, “Ciudadanos”, y por tantas otras cosas dignas que vengo observando en vosotros desde que comenzasteis a ser un pequeño grupo perseguido de catalanes sin recursos ni medios publicitarios.

Y como esto es una sección cultural y de libros, aquí pongo la portada de un libro que publiqué yo mismo, ayudada por emigrantes castellanoparlantes a principios de los 80…

Todo el goebelianismo cultural, toda la propaganda y toda la mentecaptación de la escuela catalana ya estaba en plena marcha a principios de los 80. Quienes me ayudaron en aquel libro y muchos de los que contestaron a la encuesta final que sus páginas se hayan tuvieron que “escapar” de aquel infierno prehitleriano que comenzaba a ser Cataluña, a principios de los 80.

Vosotros, “Ciudadanos” sois la otra Cataluña: la Cataluña sana y no alienada por la mentira goebeliana del prehitlerianismo.

Nuevamente, gracias.

“SAN FRANCISCO, PAPA. LA ACCIÓN del Espíritu” es el libro número dieciocho de los veinte títulos míos que publicaré en este año 2017, que comenzó en febrero con la novela “La sombra del sol”, ganadora del ´Premio “Los Tres Grandes” (Cervantes, Cela y Buero)´, otorgado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Desde entonces, catorce libros de poesía, cinco novelas y una obra de teatro. No es mala cosecha para un año.

“San Francisco, papa. La acción del espíritu” es la segunda parte de una trilogía titulada “La conversión del papa Francisco” y cuyo primer volumen se publicó en el año 2016, con el título de “La Ciudad de Dios”, esto es, la Historia novelada del Vaticano desde antes de Cristo, cuando ya era un lugar de enterramiento y de templos a los dioses paganos hasta nuestros días.

“San Francisco, papa”, es dos cosas a la vez: la descripción de los días del cónclave de 2013, durante el cual fue elegido  papa el cardenal Bergoglio, que no deseaba en absoluto esa elección, por cuestiones personales y de fe, y, en segundo lugar, la relación de las virtudes heroicas de Francisco que se remiten a la Congregación para las Causas de los Santos, que ha abierto un proceso de beatificación, una vez producido el tránsito del Sumo Pontífice…

Así, con las palabras siguientes, comienza el libro. Por él surgen sorpresas, meditaciones y aventuras, con mucho de poesía revelada, y en el fondo un enorme homenaje a la figura del papa Francisco, que, aún hoy, rige la Iglesia:

“Sabrán quienes hayan leído el primer volumen de este relato, “La Ciudad de Dios”, que mi nombre es Pablo Abad Santacruz y que fui asistente personal del cardenal Jorge Mario Bergoglio en el cónclave de marzo de 2013, en donde resultó elegido papa de la Iglesia católica, con el nombre de Francisco.

 Ahora que el siervo de los siervos de Dios, S.S. el papa Francisco, ha fallecido, deseo hacer públicas algunas  revelaciones que él mismo me confió durante el cónclave de aquel año, para que fueran desveladas después de su fallecimiento. Y no antes.

 Lo hago precisamente en este escrito, en el informe particular que me ha pedido la “Congregación para la Causa de los Santos”, dentro del procedimiento que se ha abierto para la beatificación del papa Francisco… Este es el testimonio que remito a los relatores de su causa.

 Durante años, he guardado estas confidencias, como lo que fueron, secretos de amistad y de camaradería y algunos secretos de confesión de un cardenal inquieto, nervioso y agobiado, el cual se iba a enfrentar a un destino que no deseaba.”