LA MEJOR DEFINICIÓN DE lo que supone que en pleno centro neurálgico de Guadalajara, es decir, en la plaza de Santo Domingo, haya aparecido un significativo lienzo de muralla medieval de Guadalajara, se la he leído a mi compañero de columna del plano superior, Jesús Orea, cuando ha dejado escrito con fuste y casi con capitel: “Guadalajara no nació en los años sesenta con los polígonos de descongestión de Madrid, no. Hace ya mucho tiempo que en esta ciudad debía haberse abierto la muralla al conocimiento pues de él se deriva la autoestima y de ella el celo por preservar lo que es digno de ser preservado”.
La triste opinión de que somos lo que acaba de exponerse, un apéndice irrelevante y reciente del Madrid de los años 60, convertida en una ciudad dormitorio de la capital, pero sin valor en sí misma no es una exageración, sino criterio corriente entre los propios convecinos de Guadalajara, que todos hemos oído con relativa frecuencia entre nuestros conciudadanos.
Se aprecia de ella su tranquilidad (o sea, ser menos conglomerado urbano de bloques verticales que los grandes monstruos periféricos que rodean a la megalópolis matritense), no su estética decantada por el paso, el peso, el rastro, la huella, las señales y los tesoros dejados en ella por sus siglos de Historia.
En ello, ha tenido mucho que ver la desidia de las autoridades competentes, que a lo largo del XIX y del XX se han apresurado a demoler, a tapar o a construir encima de las “señas de identidad” urbanas de la ciudad de Guadalajara, amén de socavar, minar, zapar, debilitar y destruir las “señas de identidad” culturales, históricas y regionales de Guadalajara y su entorno, para que no haya águila avizora que la reconozca al cruzar sobre ella, sino que pase de largo y se vaya a hacer otro recorrido turístico cualquiera.
Pues bien, en el mejor sitio que cabía esperar, entre la plaza de Santo Domingo y el comienzo de la calle Mayor ha quedado al descubierto una prueba relevante de la historicidad arquitectónica de Guadalajara, de la que las verdaderas ciudades-dormitorio que rodean Madrid no disponen.
Mi opinión es que esa huella viva del pasado de la ciudad, brotada en el lugar quizá más transitado de la misma, debe preservarse y dejarse a la vista, (con la debida protección transparente, que deje pasar la vista pero no la mano de los vándalos que también surgiría pronto) para información y autoestima de los guadalajareños y de los visitantes de la ciudad.
Si además, se coloca a su lado un panel tan hermoso como el que compuso Pablo Aparicio en la recreación de la Puerta del Mercado de las murallas de Guadalajara, que en ese lugar se encontraba, pues recuperación lograda de una bella, cierta y real memoria histórica.
Cuando he expuesto esta idea en otros lugares, he recibido adhesiones y algunas críticas, la más injusta que se me ha dirigido afirma que “esperemos que el gran poeta (gracias por esta valoración, que uno no recibe todos los días) Juan Pablo Mañueco no ponga murallas al progreso de Guadalajara”.
¡Dios me libre de poner yo nada de eso al desarrollo, a la prosperidad y al florecimiento de las artes, de las ciencias y de la economía alcarreñas…! Pero igualmente tampoco hay que aplicar pico y pala, ladrillo y hormigón, a la memoria del pasado que nos surja en pleno corazón de la ciudad.
Mi opinión, lo reitero, es que este lienzo de murallas debe conservarse, y además dejarse a la vista para su contemplación… Si además se consigue una forma airosa de edificar en altura sobre lo preservado (con la protección debida que además permita su contemplación), mediante alguna solución arquitectónica que construya cuanto permitan las normas urbanísticas, miel sobre hojuelas.
La plaza de Santo Domingo ya es un espacio más bien en altura vertical que en horizontalidad: elévese lo que vaya a construirse allí cuanto se yerguen los edificios colindantes, pero la muralla presérvese, y si además de hace mediante una curva que salve las muralla pero que use para fines privados su espacio aéreo, pues a lo mejor se consigue también algo nuevo, pero digno de verse.
Lo expuse en verso en cuanto se produjo el hallazgo de referencia y ahora recojo aquí el enlace para quien quiera leer esas reflexiones en verso:
https://www.guadalajaradiario.es/tribuna-gd/47188-memoria-historica-bella-y-turisrica.html