HA COINCIDIDO CON EL 30 de mayo, día de San Fernando, la salida de mi último libro hasta la fecha, un libro digital titulado “La Castilíada o la Odisea mundial de la Marina de la Corona de Castilla”.
Digo que es buena fecha de salida del libro porque fue precisamente Fernando III el Santo el creador de la Marina de Guerra de Castilla, en el siglo XIII para acudir por mar y río a la conquista de la taifa musulmana de Sevilla, en 1248.
Los barcos castellanos se presentaron ante las murallas de la ciudad de Isbilia y allí realizaron una maniobra naval rocambolesca, digna de ser llevada a la gran pantalla con seguridad de éxito y asombro, que condujo a la toma de la ciudad.
Ya relaté esta conquista en mi novela en papel “La Virgen de las Batallas”, que ocurre entre Guadalajara –de donde partió el rey- y el valle del Guadalquivir reconquistado entero por San Fernando.
Pero no sólo de este hecho inicial de la Marina de Castilla habla el libro, que también, sino de todo lo demás.
El dominio naval de los mares de Europa occidental, que Castilla alcanzó en ese mismo siglo XIII y que ya no abandonaría hasta el XIX… Y también todas las hazañas que obtuvieron los castellanos en todos los océanos y continentes del mundo, que además fueron descubiertos por nuestros paisanos, aunque nosotros, los castellanos de hoy, no lo sepamos, porque no se explica en nuestras escuelas ni se dice en nuestros medios de comunicación.
Desde luego, lo de la “Castíliada, la odisea de Castilla” es un recuerdo de las obras clásicas helenas, no porque esta obrita mía sea comparable, sino porque las hazañas en su breve mar cercano que se relatan en esas obras griegas no son comparables con las realizadas por los castellanos en todos los inmensos océanos del mundo.
En efecto, no se trata de peripecias por el pequeño mar Egeo o Jónico, como sucede con las dos obras citadas, sino de hazañas interminables por todo el mundo a través de inacabables océanos que no eran conocidos siquiera antes de que los descubrieran y domeñaran los marinos de la Corona de Castilla.
Otro día, me referiré más detenidamente al contenido de esta obra digital, al acceso de cualquier lector del mundo. Tecleando el título y mi apellido, sale por internet inmediatamente el libro aludido.